La pantomima de Sex Pistols seg¨²n Julien Temple
El cineasta presenta en el Festival de Gij¨®n su obra sobre el l¨ªder 'punk'
"Fue un fil¨®sofo, adem¨¢s de un m¨²sico. Sab¨ªa c¨®mo abordar temas complejos y hacerlos comprensibles a trav¨¦s de las letras de sus canciones. Dise?¨® un c¨®digo de vida que fue muy pr¨¢ctico para mucha gente. Su ejemplo cambi¨® muchas vidas". Con estas palabras va trenzando Julien Temple (Londres, 1953) el sentido paneg¨ªrico de quien acab¨® convirti¨¦ndose en su vecino y amigo muy cercano, Joe Strummer, l¨ªder de The Clash y motor a reacci¨®n de la revoluci¨®n punk brit¨¢nica.
Joe Strummer: the future is unwritten, el ¨²ltimo trabajo de Temple, presentado en la secci¨®n oficial del 45? edici¨®n del Festival Internacional de Cine de Gij¨®n, ofrece un retrato complejo de Strummer -un tipo culto, vehemente, un tanto desp¨®tico con los suyos, tocado por el genio y el mal genio- y, a la vez, a?ade un nuevo cap¨ªtulo a esa cr¨®nica sobre el punk que Temple lleva escribiendo con su c¨¢mara desde los tiempos de Dios salve a la reina (The great rock'n'roll swindle, 1980): "Strummer es otro aspecto de la misma historia. Tambi¨¦n me gustar¨ªa hacer algo sobre The Kinks, pero no de inmediato".
Temple ha filmado las recientes actuaciones de los resucitados Sex Pistols en la Brixton Academy de Londres para una futura edici¨®n en DVD: "Cuando se reunieron en 1996 no lo vi con buenos ojos, pero ahora es algo diferente: es una especie de pantomima musical del siglo XXI". Si Dios salve a la reina hablaba del punk como invenci¨®n de marketing (orquestada por el representante Malcolm McLaren), La mugre y la furia (2000) -el otro trabajo de Temple sobre los Sex Pistols- dio a los supervivientes del grupo la oportunidad de contar su visi¨®n de la historia: "Me plante¨¦ la nueva pel¨ªcula como una refutaci¨®n de la primera, que siempre fue una provocaci¨®n dise?ada para enfadar y confundir a los seguidores. Los j¨®venes brit¨¢nicos de entonces adoraban a los Pistols como al Mes¨ªas, se arrodillaban frente a los carteles que ten¨ªan en sus habitaciones. Pensamos que si ve¨ªan el punk como una religi¨®n, no nos quedaba otro remedio que despertarles".
En los a?os ochenta tuvo lugar otra revoluci¨®n y Temple pas¨® de testigo privilegiado a protagonista: el v¨ªdeo musical descubr¨ªa su potencial como formato art¨ªstico y una nueva generaci¨®n de realizadores fue elevada a los altares del star-system. "La industria de la m¨²sica no sab¨ªa nada de cine, y eso te proporcionaba mucha libertad. Era excitante ver c¨®mo ten¨ªas una idea por la noche y una semana despu¨¦s estar rod¨¢ndola en Brasil o Tokio. Todo era mucho m¨¢s r¨¢pido que en el cine", recuerda Temple. Su fragmentario estilo visual y el de otros compa?eros de viaje acab¨® intoxicando al cine comercial, pero en el origen de su vocaci¨®n siempre estuvo Jean Vigo: "Fue el primero en sacar la c¨¢mara del tr¨ªpode. Rompi¨® todas las reglas de un lenguaje que, ya en esos a?os treinta, estaba firmemente establecido". Temple dedic¨® un biopic a Vigo en 1998, consagr¨® una pel¨ªcula a la amistad entre los poetas Wordsworth y Coleridge y planea dedicar uno de sus futuros trabajos a Christopher Marlowe: "En el fondo, siempre se trata de hablar de juventud rebelde enfrentada al sistema. Todo es rock and roll y esp¨ªritu punk". De momento, su pr¨®xima pel¨ªcula ser¨¢ Wise children, adaptaci¨®n de la novela hom¨®nima de Angela Carter sobre las hijas ileg¨ªtimas de un gran actor shakespeariano.
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