Aprender a ense?ar

Mejorar la formaci¨®n inicial del profesorado es una de las peticiones m¨¢s recurrentes cada vez que sale a la luz alg¨²n fallo del sistema educativo. Sobre todo, se refieren a la de los docentes de secundaria, que desde los a?os setenta se soluciona con el curso de adaptaci¨®n pedag¨®gica (CAP) que la mayor¨ªa de los expertos consideran desde hace mucho tiempo obsoleto e ineficaz (resuelve esta formaci¨®n, normalmente, en dos meses; en seis, en el mejor de los casos). Y, por fin, junto a la reforma de la carrera de Magisterio para ser profesor de infantil y primaria (ser¨¢ de cuatro a?os en lugar de tres y tendr¨¢ un curso entero de pr¨¢cticas), ese CAP se convertir¨¢ en un m¨¢ster de un a?o.

Los alumnos tendr¨¢n que acreditar un nivel medio de idiomas

Los institutos de pr¨¢cticas deber¨¢n estar reconocidos

El Ministerio de Educaci¨®n presentar¨¢ ma?ana en el Consejo de Universidades su propuesta detallada para estos t¨ªtulos, a la que ha tenido acceso este peri¨®dico, que intentar¨¢ formar a unos profesionales que ya no s¨®lo tienen que transmitir conocimientos, sino que la sociedad exige que sean capaces de dar las clases de forma interactiva, resolver conflictos o ense?ar a discernir entre los conocimientos poco fiables que se pueden encontrar en Internet de los realmente solventes. En los pr¨®ximos 10 a?os, calcula el Gobierno, llegar¨¢n a las aulas de toda Espa?a entre 200.000 y 240.000 nuevos profesores para sustituir a los que se jubilen o para reforzar el sistema, buena parte de ellos de secundaria y bachillerato.

Tras la titulaci¨®n en una carrera (Matem¨¢ticas, F¨ªsica, Filolog¨ªa...) los alumnos tendr¨¢n que acreditar un nivel intermedio de idioma extranjero para acceder al m¨¢ster. Si no se han titulado en la carrera de la materia que quieren luego ense?ar, tendr¨¢n que pasar tambi¨¦n un examen. Despu¨¦s, el curso se dividir¨¢ en tres partes. Una general en la que los futuros docentes aprender¨¢n c¨®mo tratar y enfrentarse al aprendizaje de cada alumno, con sus distintos ritmos y situaciones sociales y motivaciones, c¨®mo preparar las clases y atender las tutor¨ªas, a mejorar la calidad de la ense?anza y a relacionarse con las familias, entre otros. Ahora, asegura Luis Rico, catedr¨¢tico de Did¨¢ctica Matem¨¢tica de la Universidad de Granada, resulta un gran problema que los profesores j¨®venes lleguen a los centros sin saber c¨®mo lidiar con "las diferencias socioecon¨®micas y las dificultades de la adolescencia".

Esta formaci¨®n ocupar¨¢ aproximadamente un 25% del curso. Despu¨¦s, entre el 40% y el 50% estar¨¢ dedicado a la did¨¢ctica de la materia concreta que se ense?ar¨¢, lo que incluye saber aplicar en las clases las nuevas tecnolog¨ªas: "Integrar la formaci¨®n en comunicaci¨®n audiovisual y multimedia", dice el texto.

Por ¨²ltimo, unas pr¨¢cticas que supondr¨¢n alrededor del 25% del curso y que se ir¨¢n simultaneando durante todo el a?o, explica Rico. La nueva ordenaci¨®n estatal que propone el Gobierno obligar¨¢ as¨ª a las comunidades aut¨®nomas a llegar a acuerdos entre las universidades donde se d¨¦ el m¨¢ster y los centros escolares donde se hagan las pr¨¢cticas, ya que ¨¦stos deber¨¢n cumplir una serie de condiciones y estar reconocidos como "centros de pr¨¢cticas", dice el documento. La clave para que el nuevo sistema funcione va a estar precisamente en esta relaci¨®n entre universidad e institutos, donde habr¨¢ profesores tutores, tambi¨¦n acreditados, de los docentes en pr¨¢cticas, asegura Luis Mart¨ªn, coordinador del CAP en la Universidad de Sevilla. "Lo complicado ser¨¢ ir conectando las clases te¨®ricas con las pr¨¢cticas", dice. Tambi¨¦n cobran gran importancia las pr¨¢cticas en la carrera de Magisterio para ser profesor de infantil o primaria, que pasar¨¢n de durar medio curso a uno entero. Asimismo con los colegios de infantil y primaria reconocidos como "centros de formaci¨®n en pr¨¢cticas" y dos tutores, uno en el campus y otro en el colegio, dice el texto que se presenta ma?ana.

Ahora, en lo que respecta al m¨¢ster de secundaria a¨²n queda por resolver si s¨®lo lo ofrecer¨¢n las facultades de Educaci¨®n o tambi¨¦n las dem¨¢s, por ejemplo, las de Matem¨¢ticas o Filolog¨ªa.