Excrementos y otras bellas artes
Santiago Sierra sorprende en Londres con su provocador arte escatol¨®gico
Con esta nueva exposici¨®n en la galer¨ªa Lisson de Londres, el artista madrile?o Santiago Sierra ha llevado hasta l¨ªmites insospechados la estrategia de provocaci¨®n que le ha granjeado tantos adversarios como partidarios. Esta vez, sin embargo, la provocaci¨®n podr¨ªa pasarle inadvertida al espectador al contemplar la obra m¨¢s importante de esta doble muestra de su trabajo: 21 m¨®dulos antropom¨¦tricos de id¨¦ntica forma geom¨¦trica y aspecto terroso dispuestos en las tres salas de la sede principal de Lisson. La clave de este despliegue la ofrece un texto impreso en el muro de una de las salas, que cuenta que esos m¨®dulos han sido hechos con excrementos humanos recogidos en las ciudades hind¨²es de Nueva Delhi y de Jaipur por los trabajadores del movimiento sanitario Sulabh International of India, muchos obligados desde la infancia a acarrear mierda humana en compensaci¨®n por la maldad desplegada en su vida anterior. Despu¨¦s de su recolecci¨®n, la materia fecal permaneci¨® tres a?os en reposo hasta que las autoridades sanitarias hind¨²es la malograron con la tierra y permitieron su exportaci¨®n a Inglaterra.
Para el artista "ha sido una experiencia de aprendizaje casi religiosa"
Elena Crippa, la comisaria de la exposici¨®n, ve en esta pieza "un resultado previsible del talante irreverente, dada¨ªsta de Santiago, quien en obras siempre directas y potentes llama la atenci¨®n sobre las situaciones m¨¢s inhumanas del mundo, como la supervivencia del r¨¦gimen de castas en la India". Sierra no niega esta interpretaci¨®n, pero a?ade que la realizaci¨®n de la obra supuso para ¨¦l "una experiencia de aprendizaje casi religiosa", dada por su descenso "hasta el fondo de la condici¨®n humana" y su "regreso con algo que est¨¢ excluido de las actuales autopistas de la informaci¨®n".
En la segunda de las sedes de Lisson, Sierra expone la documentaci¨®n de cinco trabajos anteriores: tres realizados en Caracas y tres, en M¨¦xico. Trabajos provocadores como Estudio econ¨®mico de la piel de los caraque?os, que re¨²ne en una serie de fotograf¨ªas en blanco y negro, acompa?adas de dos cuadros estad¨ªsticos sobre la correlaci¨®n existente entre la blancura y la oscuridad de la piel en la capital de un pa¨ªs donde se niega el racismo. La siguiente pieza consisti¨® en introducir cuatro autom¨®viles con el motor encendido en una sala de arte. El CO2 resultante era capturado por unas mangueras en el extremo de cada tubo de escape y conducido al exterior de la sala. El arte, entonces, como agresiva intoxicaci¨®n y desprecio por el entorno.
Sumisi¨®n, es una de las tres piezas mexicanas cuya documentaci¨®n se expone desde esta misma tarde, en medio de la expectaci¨®n de un medio art¨ªstico, habituado a las provocaciones del Young British Art, con Damian Hirst a la cabeza. Y a las del propio Sierra, que en una ocasi¨®n cerr¨® a cal y canto la puerta de Lisson en una inauguraci¨®n y dej¨® a todos los invitados en la calle. Sumisi¨®n fue una obra realizada en el marco de un proyecto art¨ªstico internacional sobre Ciudad Ju¨¢rez, con abultadas cifras de mujeres asesinadas. Sierra eligi¨® un descampado cerca de la frontera con Estados Unidos, para mandar excavar en el suelo las letras de 15 metros de largo de la palabra "sumisi¨®n". El plan era llenarlas de combustible y prenderles fuego un d¨ªa y a una hora determinadas. La polic¨ªa mexicana impidi¨® la acci¨®n. "Lo terrible es que la tragedia de Ciudad Ju¨¢rez sigue all¨ª y nadie en el fondo hace nada para evitarlo".
Babelia
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