Latinoam¨¦rica ya siente el yugo de Trump
Las medidas arancelarias y migratorias de EE UU meten m¨¢s presi¨®n a una regi¨®n muy vulnerable a los ¡®shocks¡¯ externos. El pacto comercial con la UE supone una oportunidad para diversificar las econom¨ªas de la zona


Gerardo Nolasco coloca los dulces y refrescos en su puesto met¨¢lico ambulante que ha instalado en las calles de la bulliciosa Ciudad de M¨¦xico. Hace m¨¢s de cuatro d¨¦cadas que se dedica a este negocio. Antes, cuando era joven, explica, era mec¨¢nico y descansaba los fines de semana. ¡°N¡¯hombre, todo un lujo, pero eso era antes¡±.
¡ª?Antes de qu¨¦?¡ª.
¡ªAntes de las crisis econ¨®micas¡ª, responde, y se frota las manos ¨¢speras, llenas de callos.
Desde los a?os ochenta del siglo XX, este vendedor ambulante ha escuchado, pero sobre todo vivido, los vaivenes de la econom¨ªa que han sacudo a Am¨¦rica Latina. Ha sentido en carne propia el efecto tequila, de los a?os noventa, que llev¨® al pa¨ªs azteca a una devaluaci¨®n espeluznante, ha sentido una ca¨ªda en ventas en su negocio con la explosi¨®n de las hipotecas suprime de 2008 y, m¨¢s recientemente, ha tenido que echar el cierre algunos d¨ªas con la pandemia. Hoy, no quita ojo a las medidas arancelarias del nuevo presidente de EE UU, Donald Trump. El miedo a una nueva crisis est¨¢ latente no solo en M¨¦xico, sino tambi¨¦n en casi toda la regi¨®n.
¡°La zona es muy vulnerable a los choques externos¡±, explica Alfredo Couti?o, director para Am¨¦rica Latina en Moody¡¯s Analytics. En vilo est¨¢n las importaciones (unos 646.000 millones de d¨®lares), inversiones (m¨¢s de 184.000 millones de d¨®lares) y remesas, un pilar fundamental para millones de familias. Los env¨ªos de dinero procedentes de EE UU a la regi¨®n, como proporci¨®n del PIB, en 2024 llegaron a ser cifras elevadas en Nicaragua (donde representaron un 27,2% de la econom¨ªa), Honduras (25,2%), El Salvador (23,5%), Guatemala (19,6%), Hait¨ª (18,7%) y Jamaica (17,9%). En M¨¦xico, las remesas representaron un 3,4% del PIB, seg¨²n BBVA Research.
¡°Estados Unidos sigue siendo la br¨²jula para muchos pa¨ªses¡±, comenta William Maloney, economista jefe en el Banco Mundial para la regi¨®n de Am¨¦rica Latina y el Caribe. Pero si hay un pa¨ªs de la zona con el que EE UU tiene una relaci¨®n comercial profunda es M¨¦xico, a quien a principios de este mes Trump amenaz¨® con imponer aranceles de un 25%, aludiendo al creciente tr¨¢fico de drogas y a un laxo control de los flujos migratorios. ¡°Trump est¨¢ poniendo un castigo comercial para negociar otras cuestiones¡±, dice Jos¨¦ Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo de la Comisi¨®n Econ¨®mica para Am¨¦rica Latina y el Caribe (Cepal). Pero en el fondo, el presidente estadounidense quiere reducir los grandes d¨¦ficits comerciales que mantiene con sus principales socios al sur y al norte (Canad¨¢) de su frontera, que se han disparado desde la d¨¦cada de los a?os noventa, con la firma del Tratado de Libre Comercio de Am¨¦rica del Norte (TLCAN) y su renegociaci¨®n, el TMEC, que comenz¨® a discutirse en 2017 y que entr¨® en vigor en 2020.
Durante gran parte de su existencia, dice el periodista Michael Reid, incluso antes de que Trump lo calificara de ¡°el peor acuerdo comercial jam¨¢s firmado en ninguna parte¡±, el tratado siempre ha tenido una mala reputaci¨®n en ambos lados del r¨ªo Bravo. Los mexicanos llegaron a relacionarlo con el colapso del peso y la recesi¨®n de 1994-1995, que iba en sentido contrario a esa prometida prosperidad instant¨¢nea que se generar¨ªa con la liberaci¨®n aduanera. El economista Paul Krugman, por ejemplo, ha destacado en repetidas ocasiones que la crisis de aquella ¨¦poca fue producto de un exceso de confianza del empresariado azteca, que contrajo una gran suma de deuda en d¨®lares antes de la firma del acuerdo. Entr¨® en vigor y no cumpli¨® las expectativas, de modo que los acreedores exigieron el pago y la econom¨ªa entr¨® en crisis.
A los estadounidenses, por el contrario, seg¨²n Reid, se les asegur¨® que con el acuerdo se pondr¨ªa fin a la emigraci¨®n mexicana, algo que nunca sucedi¨®. ¡°Sus logros fueron m¨¢s modestos y su historia, algo m¨¢s accidentada¡±, afirma el periodista en su libro El continente olvidado (Cr¨ªtica, 2019). Lo que s¨ª ha logrado el acuerdo con EE UU es llevar a M¨¦xico a ser uno de los pa¨ªses m¨¢s globalizados en Am¨¦rica Latina, pero tambi¨¦n a ser uno de los m¨¢s dependientes de la primera econom¨ªa mundial. Hoy en d¨ªa, m¨¢s de 8 de cada 10 d¨®lares que la naci¨®n azteca vende al mundo van a territorio estadounidense. M¨¦xico ha sido en los ¨²ltimos dos a?os el principal importador de EE UU, superando a China y Canad¨¢. Trump, sin embargo, quiere que eso se termine o al menos reducir el peso que tiene la industria azteca frente a la estadounidense.
Breve pulso con Colombia
¡°El presidente Trump tiene una estrategia de negociaci¨®n de vencer al adversario a trav¨¦s de amenazarlo y de torcerle el brazo¡±, destaca Couti?o. Lo hizo con Colombia, con quien mantuvo una disputa tras la negativa del presidente, Gustavo Petro, al no recibir dos aviones militares con personas deportadas desde EE UU, lo que llev¨® a anunciar, desde ambas partes, la imposici¨®n de aranceles de hasta del 25%, pero que alcanzar¨ªan hasta un 50%. Colombia cedi¨® en esta guerra que, de la noche a la ma?ana, tens¨® la econom¨ªa global. La furia de Trump tambi¨¦n amenaza el flanco industrial de la regi¨®n. El nuevo arancel del 25% al acero y al aluminio afectan directamente a los principales exportadores latinoamericanos. M¨¦xico y Brasil son, en t¨¦rminos monetarios, el segundo y tercer mayor proveedor de acero para EE UU, despu¨¦s de Canad¨¢.
Ante este panorama, marcado por el proteccionismo y la ralentizaci¨®n de la globalizaci¨®n, algunos pa¨ªses de Am¨¦rica Latina buscan abrir nuevas puertas de entendimiento para ensanchar sus lazos con el mundo. Tal es el caso de los pa¨ªses del Mercado Com¨²n del Sur (Mercosur) que buscan cerrar un acuerdo comercial con la Uni¨®n Europea (UE) tras m¨¢s de dos d¨¦cadas de negociaci¨®n. De llegar a buen puerto, la UE tendr¨ªa acuerdos libres de aranceles con casi todos los pa¨ªses de Am¨¦rica Latina (excepto Bolivia, Cuba y Venezuela) o, dicho de otra manera, con el 95% del PIB de la regi¨®n, en comparaci¨®n con el 44% de EE UU y el 14% de China, seg¨²n los expertos del Real Instituto Elcano.
Este acuerdo busca enviar un mensaje diferente al de Trump. ¡°Es una apuesta estrat¨¦gica por la integraci¨®n entre Am¨¦rica Latina y Europa, basada en valores compartidos como la democracia, los derechos humanos, la sostenibilidad y el desarrollo inclusivo¡±, afirma Omar Paganini, ministro uruguayo saliente de Relaciones Exteriores. ¡°Con la creaci¨®n de un bloque de 800 millones de personas, se busca contrarrestar las tendencias de fragmentaci¨®n y promover el comercio y la cooperaci¨®n en un entorno m¨¢s abierto y colaborativo¡±. Paganini conf¨ªa en que el tratado podr¨ªa firmarse en uno o dos a?os, consolidando un bloque comercial que combina sostenibilidad, inclusi¨®n y desarrollo econ¨®mico compartido. El acuerdo alcanzado en Montevideo entre la UE y Mercosur el 6 de diciembre de 2024 se dio cinco a?os despu¨¦s de un anuncio ocurrido en Bruselas el 28 de junio de 2019. Esta vez se resolvieron temas cr¨ªticos que hab¨ªan quedado pendientes, como la incorporaci¨®n del Acuerdo de Par¨ªs y la definici¨®n de su cumplimiento. Se acord¨®, por ejemplo, que el incumplimiento del Acuerdo de Par¨ªs por parte de un pa¨ªs del Mercosur no invalidar¨ªa todo el tratado.
Adem¨¢s de estos escollos, se abordaron asuntos como la deforestaci¨®n, la biodiversidad y las cuotas de acceso a mercados sensibles, como la carne vacuna y los biocombustibles, que necesitaban ajustes espec¨ªficos. ¡°La UE requer¨ªa de compromisos m¨¢s vinculantes en materia de medio ambiente, de derechos laborales y de derechos de minor¨ªas¡±, dice uno de los negociadores sudamericanos que prefiere no dar su nombre. ¡°Esas fueron las negociaciones que se dieron en los ¨²ltimos meses, previos al 6 de diciembre¡±, comenta. La situaci¨®n pol¨ªtica en los pa¨ªses involucrados tambi¨¦n influy¨® en las negociaciones. Por un lado, la transici¨®n hacia un gobierno favorable al libre comercio en Argentina y el impulso de Brasil bajo la presidencia de Lula da Silva facilitaron avances, explica el experto que forma parte del equipo negociador. ¡°Se han alineado los astros de todos lados¡±, afirma Ignacio Bartesaghi, decano de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Cat¨®lica del Uruguay. ¡°Tanto en Europa, que enfrenta una creciente vulnerabilidad ante el proteccionismo impulsado por EE UU, como en Am¨¦rica Latina, que busca definir su lugar en un contexto global marcado por una guerra comercial abierta con China, que podr¨ªa extenderse a otras regiones¡±, recalca. Desde el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) se?alan que este acuerdo facilita acceso al mercado europeo para los pa¨ªses del Mercosur. ¡°Se traduce en un incremento en la exportaci¨®n, inicialmente de productos primarios clave, como alimentos y minerales cr¨ªticos¡±.

Se espera que la mejora en el acceso al mercado para las exportaciones de Mercosur y la reducci¨®n en los costes por importaci¨®n de insumos esenciales y maquinaria puedan atraer m¨¢s inversi¨®n extranjera. Seg¨²n datos de la Cepal, el aumento del 14% en la inversi¨®n directa de la Uni¨®n Europea en Am¨¦rica Latina durante 2023, que represent¨® el 22% del flujo total de inversi¨®n hacia la regi¨®n, es una se?al de un v¨ªnculo econ¨®mico en pleno fortalecimiento. ¡°Este flujo de inversi¨®n se ve complementado por un crecimiento sustancial en el valor de fusiones y adquisiciones realizadas por empresas europeas¡±, destaca el BID.
Al margen de este soplo de aire fresco, lo cierto es que la regi¨®n est¨¢ en riesgo de experimentar una nueva d¨¦cada perdida ¡ªun concepto que describe un crecimiento estancado, altos niveles de inflaci¨®n, un incremento de la pobreza y un sobreendeudamiento generalizado de los pa¨ªses ¡ª. La segunda d¨¦cada perdida ocurri¨® hace nada. Entre 2014 y 2023, Latinoam¨¦rica sufri¨® una de sus peores etapas de crecimiento, con un avance medio anual del PIB de solo un 0,9%, de acuerdo con datos de la Cepal. Fue una tasa m¨¢s baja que en la primera d¨¦cada p¨¦rdida, la de los a?os ochenta, cuando se creci¨® a un ritmo del 2% anual, en promedio, seg¨²n Salazar-Xirinachs.
Con el actual escenario geopol¨ªtico desafiante, la zona podr¨ªa ir hacia un nuevo periodo de bajo crecimiento que sirva de poco para solventar una larga lista de tareas pendientes: el desempleo ¡ªsobre todo, entre las mujeres¡ª, la informalidad laboral ¡ªen pr¨¢cticamente dos tercios de los hogares de la regi¨®n, al menos hay un trabajador que cobra en negro¡ª, el bajo desempe?o educativo ¡ªcuyo nivel, en casi todos los pa¨ªses, est¨¢ por debajo del promedio de la OCDE¡ª, la pobreza ¡ªde la que forma parte un 27% de la poblaci¨®n: 172 millones¡ª, la p¨¦rdida de la ventaja demogr¨¢fica ¡ªque meter¨¢ presi¨®n a la poblaci¨®n activa, pues tendr¨¢ que ser m¨¢s productiva para compensar la mayor carga de personas en edad de jubilaci¨®n¡ª, la falta de inversiones, la inseguridad creciente y una deuda p¨²blica que es cada vez m¨¢s dif¨ªcil de pagar.
El PIB regional, seg¨²n la Cepal, creci¨® un 2,2% en 2024 y se espera un 2,4% para 2025. ¡°Los pa¨ªses de la zona se encuentran en un estado que podr¨ªa describirse como de mediocridad resiliente¡±, afirma Maloney. Las naciones, abunda, han logrado avances significativos en estabilidad macroecon¨®mica, pero persisten retos que se van haciendo a?ejos. ¡°Durante la pandemia, por ejemplo, se logr¨® manejar la crisis econ¨®mica de manera decente, sin sufrir impactos m¨¢s severos que otras regiones¡±, indica el experto del Banco Mundial.
Con la covid-19, los gobiernos latinoamericanos tomaron medidas necesarias para proteger a sus poblaciones, lo que implic¨® un aumento del endeudamiento en aproximadamente un 10% del PIB en la mayor¨ªa de los pa¨ªses. ¡°Despu¨¦s de varios a?os, solo Jamaica y, en menor medida, Argentina, han logrado avances en la reducci¨®n de esta deuda. Ello es una prueba de que todav¨ªa existe un importante reto por superar en t¨¦rminos de sostenibilidad fiscal¡±, a?ade. Un gran avance de la zona ha sido la gesti¨®n del aumento de los precios, de forma general. Actualmente, las tasas de inflaci¨®n en la mayor¨ªa de los pa¨ªses se encuentran por debajo del promedio de la OCDE, un logro atribuible a la profesionalizaci¨®n de los ministerios de Hacienda y a la labor de los bancos centrales.
El crecimiento econ¨®mico, sin embargo, sigue siendo el tal¨®n de Aquiles. Desde 1980, se?ala Maloney, mientras econom¨ªas emergentes de Asia han experimentado una conexi¨®n significativa con Estados Unidos ¡ªpasando de un PIB per capita equivalente al 5% del estadounidense a un 25% en la actualidad¡ª, Am¨¦rica Latina ha retrocedido de entre un 40% y un 45% a un 32% y un 33%. ¡°Latinoam¨¦rica ha sido la regi¨®n del mundo que menos ha recuperado su crecimiento tras la pandemia, incluso por debajo de ?frica¡±, dice.
Al crecimiento limitado se suma una capacidad productiva estancada y una alta vulnerabilidad a choques externos, explica Couti?o. ¡°Sin un cambio estructural que fomente la inversi¨®n productiva y la sostenibilidad fiscal, la regi¨®n continuar¨¢ atrapada en un ciclo de expansi¨®n transitoria y crisis recurrentes¡±, recuerda el experto de Moody¡¯s. Lejos ha quedado la etapa de expansi¨®n extraordinaria vivida en la primera d¨¦cada del siglo XXI. Durante ese periodo, las econom¨ªas de la regi¨®n crecieron a tasas anuales de entre un 5% y un 6% entre 2005 y 2008, principalmente, impulsadas por el auge de los precios de las materias primas, de las cuales la regi¨®n es un importante productor a escala mundial. Esa bonanza termin¨® con la crisis financiera global de 2008, cuando los precios de las commodities cayeron dr¨¢sticamente, arrastrando a la zona a una recesi¨®n de la que ninguna econom¨ªa escap¨®.
Fiscalidad expansiva
A pesar de que hubo una recuperaci¨®n posterior a 2009, las econom¨ªas de la regi¨®n comenzaron a desacelerarse r¨¢pidamente. Entre 2014 y 2019, Am¨¦rica Latina enfrent¨® un periodo de estancamiento econ¨®mico, con tasas de crecimiento cercanas a cero e incluso contracciones en a?os como 2015 y 2016. La llegada de la pandemia en 2020 agrav¨® la situaci¨®n: la econom¨ªa de la zona cay¨® un 7%, pero en 2021 logr¨® recuperarse r¨¢pidamente, con un repunte similar a lo perdido un a?o antes. Este alza, sin embargo, no fue sostenible, ya que dependi¨® de pol¨ªticas fiscales y monetarias expansivas que no pod¨ªan mantenerse a largo plazo sin generar desequilibrios. ¡°En Am¨¦rica Latina, los gobiernos no entienden que la pol¨ªtica fiscal expansiva es transitoria y que no pueden sostenerla por un periodo muy largo porque se desequilibran las finanzas, asustan a mercados y los inversionistas empiezan a salir¡±, destaca Couti?o. Ese es el gran problema de la regi¨®n, seg¨²n el experto de Moody¡¯s: la inversi¨®n, o m¨¢s bien su ausencia, que ha marcado la ¨²ltima d¨¦cada. Mientras, los gobiernos de la regi¨®n priorizaron el gasto corriente y programas sociales sobre los esfuerzos por fomentar un crecimiento estable. ¡°Am¨¦rica Latina no ha hecho esfuerzos consistentes por aumentar su tasa de crecimiento a trav¨¦s de fuentes estables como la inversi¨®n¡±, opina el analista de la agencia de calificaci¨®n.
Si bien algunos expertos califican el periodo entre 2014 y 2023 como una d¨¦cada perdida, el an¨¢lisis que se hace desde Moody¡¯s revela que no es un fen¨®meno exclusivo. La econom¨ªa mundial, afectada por eventos como la pandemia, tambi¨¦n experiment¨® un crecimiento limitado. Excluyendo 2020, el repunte promedio anual de Am¨¦rica Latina fue de entre el 2% y el 2,5%, en l¨ªnea con la media global. Las principales naciones tampoco lograron despegar significativamente: Estados Unidos creci¨® un 2% anual en promedio, y China, que previamente alcanzaba tasas del 8% al 10%, se desaceler¨® a niveles cercanos al 4%.
Lo que s¨ª diferencia a Am¨¦rica Latina es su incapacidad para convertir oportunidades en desarrollo sostenible. La falta de continuidad en las pol¨ªticas econ¨®micas y los cambios abruptos en los gobiernos han contribuido a una econom¨ªa centrada m¨¢s en el corto plazo que en el futuro. ¡°Muchos pa¨ªses han priorizado el gasto inmediato sobre las inversiones de largo plazo, gastando recursos en programas sociales que, m¨¢s all¨¢ de su impacto positivo, muchas veces responden a intereses pol¨ªticos, como asegurar votos¡±, detalla Couti?o. Am¨¦rica Latina hace frente as¨ª a un dilema crucial: mientras no priorice la inversi¨®n como eje central de sus pol¨ªticas econ¨®micas, seguir¨¢ sufriendo las limitaciones para resolver sus problemas estructurales. Sin estas bases, el crecimiento seguir¨¢ siendo insuficiente. Y m¨¢s ahora que una nueva amenaza se cierne sobre la regi¨®n: la ira comercial de Trump.

Una larga lista de desaf¨ªos cr¨ªticos
Desde la d¨¦cada de los a?os ochenta, Latinoam¨¦rica ha superado diversos obst¨¢culos importantes: tras una batalla larga y costosa ha aprendido a gestionar la inflaci¨®n, los pa¨ªses de la regi¨®n se han abierto a la globalizaci¨®n, ha reducido el poder pol¨ªtico de las Fuerzas Armadas, la palabra democracia ha cobrado un nuevo significado y la gran desigualdad entre sus ciudadanos se ha empezado a abordar. Pero mientras algunos obst¨¢culos se desvanecen, aparecen nuevos desaf¨ªos, como la seguridad. ¡°La clave para desbloquear el potencial de la regi¨®n est¨¢ en restaurar la confianza entre los sectores p¨²blico y privado, una relaci¨®n que se ha debilitado en varios pa¨ªses¡±, se?ala Nuria Vilanova, presidenta del Ceapi.
La falta de confianza limita la inversi¨®n y frena el desarrollo. William Maloney, economista jefe del Banco Mundial para Am¨¦rica Latina y el Caribe, advierte de que la inseguridad y el crimen organizado son barreras cr¨ªticas. ¡°Am¨¦rica Latina enfrenta una expansi¨®n de carteles internacionales, encareciendo operaciones empresariales y reduciendo su competitividad¡±, asegura. Estos nuevos desaf¨ªos complican la resoluci¨®n de los problemas m¨¢s a?ejos. ¡°El crecimiento econ¨®mico potencial en la regi¨®n est¨¢ profundamente limitado debido a problemas estructurales no resueltos¡±, a?ade Sebasti¨¢n Nieto Parra, jefe de Am¨¦rica Latina y el Caribe del Centro de Desarrollo de la OCDE.
En lugar de observar solo el crecimiento del PIB total, Nieto Parra sugiere analizar el PIB per c¨¢pita, ya que permite controlar el impacto del crecimiento poblacional. Seg¨²n este indicador, la regi¨®n muestra un crecimiento potencial de apenas el 0,7%, cifra que contrasta con el 1,7% registrado en las econom¨ªas avanzadas. Esta diferencia resalta la urgencia de abordar las deficiencias en la productividad, que actualmente equivale al 33% del promedio de los pa¨ªses de la OCDE. En comparaci¨®n, en los a?os noventa la productividad latinoamericana alcanzaba m¨¢s del 40% del nivel de estos pa¨ªses desarrollados, lo que evidencia un retroceso significativo en las ¨²ltimas d¨¦cadas.
El estancamiento de la productividad regional se explica en parte por el rezago en innovaci¨®n tecnol¨®gica y la falta de habilidades laborales alineadas con los requerimientos del mercado global, dice el experto de la OCDE. Mejorar la calidad educativa y adecuar las competencias de la fuerza laboral a los retos de una econom¨ªa sostenible son aspectos cruciales para revertir esta tendencia, en una regi¨®n donde m¨¢s del 40% de los hogares enfrenta condiciones de informalidad laboral. ¡°Este es uno de los grandes problemas pendientes de resolver y es uno de los mayores obst¨¢culos para reducir la pobreza¡±, asevera.
Informalidad
En opini¨®n de Parra, en dos tercios de los hogares, al menos un miembro trabaja en la informalidad, lo que limita las oportunidades de empleo estable y afecta la capacidad de las familias para salir de la precariedad. A pesar de que en 2024 la tasa de pobreza se increment¨® ligeramente al 27% de la poblaci¨®n, estos niveles son similares a los observados al final del auge de los productos agr¨ªcolas, antes de la pandemia. La pobreza extrema, sin embargo, sigue siendo un desaf¨ªo cr¨ªtico, con tasas que superan el 10% en la regi¨®n. ¡°El crecimiento de la zona ha sido consistentemente lento e insuficiente para reducir los d¨¦ficits en temas laborales¡±, arguye Ana Virginia Moreira Gomes, directora regional para Am¨¦rica Latina y el Caribe de la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo (OIT).
Moreira Gomes se?ala que los indicadores fundamentales del empleo han experimentado pocas variaciones en los ¨²ltimos a?os: aunque en 2024 la tasa de ocupaci¨®n super¨® de manera significativa los niveles de 2019, la participaci¨®n en la actividad laboral a¨²n no se ha recuperado de manera plena. A pesar de que la tasa de desocupaci¨®n es m¨¢s baja que antes de la pandemia, esta mejora no ha ido acompa?ada de un avance sostenido en la creaci¨®n de empleos de calidad ni de una reducci¨®n considerable de la informalidad. De hecho, los niveles actuales de empleo no superan los alcanzados en 2012, lo cual evidencia una d¨¦cada perdida tambi¨¦n en t¨¦rminos laborales.
El impacto se siente especialmente en las mujeres y los j¨®venes, quienes enfrentan mayores barreras en el mercado laboral. Durante la pandemia, 23,6 millones de mujeres perdieron sus empleos, asumiendo en su mayor¨ªa las responsabilidades de cuidado en el hogar, explica la experta. ¡°En el ¨¢mbito laboral, las mujeres enfrentan discriminaci¨®n, violencia y acoso, siendo las j¨®venes especialmente vulnerables a estas situaciones¡±, dice. El cambio clim¨¢tico introduce nuevos obst¨¢culos en este contexto. Se estima que para 2030 se generar¨¢n m¨¢s de 18 millones de empleos en sectores tradicionalmente masculinizados, mientras que en ocupaciones feminizadas solo se crear¨¢n unos cuatro millones.
A esta mezcla de piedras en el camino se suma el final de su ventaja demogr¨¢fica, que hasta ahora ha permitido a muchos pa¨ªses de la zona beneficiarse de una proporci¨®n favorable de poblaci¨®n en edad de trabajar frente a la poblaci¨®n dependiente. El crecimiento econ¨®mico de Am¨¦rica Latina ha estado hist¨®ricamente impulsado por el incremento del factor trabajo, es decir, un aumento en la poblaci¨®n activa. ¡°A medida que esta ventaja se agota, el modelo de crecimiento basado en la expansi¨®n del factor trabajo pierde viabilidad, exigiendo un cambio de enfoque hacia el incremento de la productividad¡±, explica Juan Ruiz P¨¦rez, coordinador global de equipos y economista jefe para Am¨¦rica Latina en BBVA Research.
El llamado bono demogr¨¢fico alcanzar¨¢ su punto de inflexi¨®n en la pr¨®xima d¨¦cada en la mayor¨ªa de los pa¨ªses de la regi¨®n. Am¨¦rica Latina y el Caribe pasaron de un crecimiento medio anual de 4,8 millones de personas en el quinquenio 1950-1955 a un m¨¢ximo de casi 8,2 millones entre 1985-1990. Pero desde 1990, el crecimiento poblacional de la regi¨®n ha empezado a disminuir. Hoy, la poblaci¨®n crece a un ritmo de seis millones de personas al a?o. ¡°Esto implica que la tasa de dependencia comenzar¨¢ a aumentar, con una proporci¨®n creciente de personas mayores de 65 a?os que dependen de una poblaci¨®n activa relativamente m¨¢s reducida¡±, alerta Ruiz P¨¦rez.
Panam¨¢? y la sombra de Pek¨ªn
China se ha convertido en un socio fundamental para algunos países de América Latina. El gigante asiático, que se abrió al mercado mundial a finales de 2001, ha encontrado al otro lado del Pacífico una tierra rica en recursos naturales, esenciales para su crecimiento. Ha saciado su apetito con el cobre andino, el mineral de hierro brasileño, el petróleo venezolano, la soja argentina. El comercio entre la región ha pasado de los 12.000 millones de dólares, que registraba a principios de este siglo, hasta los 500.000 millones de dólares al cierre del año pasado.
El intercambio de bienes y servicios entre Pekín y Latinoamérica —que importa bienes manufacturados y tecnología— ha crecido mucho más rápido que el comercio de la zona con otras naciones. Brasil concentra la mitad de esta relación en toda la región, la cual es estratégica para el mundo: posee el 57% de las reservas mundiales de litio, el 37% del cobre, casi una quinta parte del petróleo y casi un tercio del agua dulce de los bosques primarios del planeta.
Un aspecto fundamental de la geografía neurálgica en esta conexión es el canal de Panamá, cuyo control ha sido reclamado por Donald Trump, alegando el cobro de precios exorbitantes a los barcos estadounidenses que transitan por esa infraestructura que fue cedida al Gobierno de ese país latinoamericano hace más de dos décadas. Del flujo de la carga total que pasa por este canal, construido entre 1904 y 1914, Estados Unidos, el mayor usuario, copa un 74,7%, frente a un 21,4% de China. El presidente panameño, José Raúl Mulino, con menos de un año en el poder, ha terminado cediendo a la presión que ha ejercido Trump en los últimos meses: ha tomado algunas medidas drásticas sobre la migración sudamericana que cruza el país rumbo al norte del continente al punto que ha declarado a ese territorio la nueva frontera del sur de EE UU. Además, Mulino ha dicho que no renovará en 2026 el acuerdo de entendimiento que firmó con China en 2017, en el marco de la Ruta de la Seda, el principal plan estratégico de expansión económico y geopolítico que tiene Pekín.
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