Las musas de Alcaraz

El presidente de la Asociaci¨®n de V¨ªctimas del Terrorismo, Francisco Jos¨¦ Alcaraz, declar¨® ante el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno que nunca tuvo intenci¨®n de injuriar al presidente del Gobierno, aunque se reafirm¨® en todas y cada una de las frases por las que se enfrenta a esta querella. Alcaraz se arriesga a un eventual proceso por haber dicho, entre otras cosas, que "es indignante que encontremos al Gobierno y partidos afines defendiendo a terroristas", o que el presidente "hace tiempo que habla, siente y padece como los propios terroristas", o que el proyecto de ETA "es el proyecto asumido por el Gobierno", o, incluso, que "hay pruebas m¨¢s que suficientes de su connivencia con los asesinos". Alcaraz fue taxativo ante el juez Moreno: por desaforadas que parezcan sus declaraciones, nunca tuvo ¨¢nimo de injuriar. Seg¨²n sus propias palabras, se trataba de met¨¢foras; es decir, de expresiones que obedec¨ªan, si acaso, a una inocente licencia po¨¦tica.

Decididamente, Alcaraz ha debido de tomarle el gusto a la poes¨ªa porque, nada m¨¢s abandonar la Audiencia, se dej¨® llevar de nuevo por el soplo irresistible de la inspiraci¨®n. La met¨¢fora que, siempre sin ¨¢nimo de injuriar, le brot¨® entonces de los labios fue la de que Zapatero estar¨ªa "compartiendo alegr¨ªas con los terroristas, los separatistas y el brazo pol¨ªtico de ETA". Alcaraz demostr¨®, as¨ª, que su musa est¨¢ lejos de agotarse, y ofreci¨® lo que tal vez podr¨ªa interpretarse como el manantial del que brota su raro don po¨¦tico. "Es de sentido com¨²n", dijo. Pero, adem¨¢s, quiso presentarse como el portavoz de las multitudes silenciosas, recurriendo seguramente al sue?o imperecedero de

los bardos populares: "Por decir lo que pensamos millones de espa?oles no me pueden meter en la c¨¢rcel". Ojo a esta met¨¢fora: lo que afirma aqu¨ª es que las leyes de la poes¨ªa deben de ser distintas del C¨®digo Penal.

La incontenible inspiraci¨®n po¨¦tica de Alcaraz, su acendrada sensibilidad para las

met¨¢foras, es un don que no deber¨ªa prodigar. Si no por respeto a la asociaci¨®n que preside, al menos por respeto a las met¨¢foras y a la poes¨ªa.