Un asesinato, no una sorpresa
Al Gobierno no le ha cogido de sorpresa el ataque de ETA a la Guardia Civil, que ha costado la vida a Ra¨²l Centeno y grav¨ªsimas heridas a su compa?ero Fernando Trapero y que se ha convertido en el primer asesinato de la banda desde que rompi¨® formalmente el ¨²ltimo alto el fuego, el pasado 6 de junio.
El Ejecutivo contaba con que la banda acabar¨ªa asesinando a miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado. Aunque en este caso el asesinato no fue producto de un atentado preparado con antelaci¨®n, ETA ya hab¨ªa intentado matar a miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado tras la ruptura del ¨²ltimo alto el fuego. Hace tan s¨®lo dos semanas, ETA pudo matar a varios ertzainas en Getxo (Vizcaya) y en octubre al escolta de un concejal socialista de Portugalete (Vizcaya), al que la banda terrorista confundi¨® con un polic¨ªa.
El Gobierno no s¨®lo perseguir¨¢ a los etarras. Tambi¨¦n a quienes les apoyan
Antes, y desde el mes de junio, lo hab¨ªa intentado en puntos tan dispares de Espa?a como Andaluc¨ªa, Cantabria y Comunidad Valenciana, sin lograr sus objetivos por la pericia de las Fuerzas de Seguridad del Estado, por el azar y la propia debilidad de ETA.
Desde que ETA rompi¨®, de hecho, la tregua de diciembre de 2006 con el atentado en la T4 de Barajas puso en marcha toda la maquinaria judicial y policial para atacar a la banda. El resultado han sido 105 detenciones entre miembros de ETA y de la kale borroka en el ¨²ltimo a?o.
Para el Gobierno, la ¨²nica novedad de este atentado ha sido su materializaci¨®n en Francia, de la que no hab¨ªa precedentes. La inc¨®gnita se ha resuelto cuando se confirm¨® que el asesinato fue producto de un encuentro fortuito entre los guardias civiles y los etarras.
La consumaci¨®n de este asesinato, el primero desde la ruptura formal del alto el fuego, y a casi un a?o del anterior asesinato, que ETA llev¨® a cabo en la T4 de Barajas (Madrid), el pasado 30 de diciembre, tampoco ha sorprendido a los partidos ni al entorno de ETA.
Aunque no existe una relaci¨®n entre el asesinato de ETA de ayer y las detenciones por las altas condenas a 30 de los procesados por el caso Ekin, materializadas la noche del viernes, el Gobierno estaba preparado ante la hip¨®tesis de que la banda arreciara en su actividad tras la cadena de juicios de miembros del entorno de ETA y de la izquierda abertzale que, empezando por el de Ekin, van a sucederse en las pr¨®ximas semanas: Herriko tabernas, Gestoras pro-amnistia...
En el mundo pol¨ªtico de la izquierda abertzale exist¨ªa, en los meses posteriores a la ruptura del alto el fuego, la esperanza de que ETA no asesinara; de que Acci¨®n Nacionalista Vasca (ANV) pudiera concurrir a las elecciones generales del pr¨®ximo marzo y tras ¨¦stas poder avanzar hacia una normalizaci¨®n pol¨ªtica. Pero el asesinato de ayer se lo pone a¨²n m¨¢s dif¨ªcil.
ANV tiene imposible poder concurrir a las elecciones generales de marzo, e incluso es posible que se inicien los tr¨¢mites de su ilegalizaci¨®n si no realiza una condena n¨ªtida del asesinato de ayer. Aunque el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, en su declaraci¨®n institucional de ayer no hizo menci¨®n expl¨ªcita a ANV, si se refiri¨® expresamente a que el Gobierno no s¨®lo perseguir¨¢ a los comandos de ETA sino, tambi¨¦n, a quienes les apoyan. Con ello, el Ejecutivo pasa la pelota al tejado de ANV y la izquierda abertzale, y deja en sus manos su futuro pol¨ªtico si se desmarcan expl¨ªcitamente de la violencia.
El Gobierno conf¨ªa tambi¨¦n en que no haya una utilizaci¨®n electoralista del atentado por parte del PP. Esta confianza se ratific¨® a ¨²ltima hora de ayer por el acuerdo alcanzado por todos los partidos contra ETA, aunque ya hab¨ªa tenido una expresi¨®n previa en la conversaci¨®n telef¨®nica entre Zapatero y el l¨ªder del PP, Mariano Rajoy, que mantuvieron por la ma?ana y en la que ¨¦ste manifest¨® su apoyo al Gobierno en la lucha contra la banda.
El acuerdo alcanzado ayer por los partidos en el Congreso tiene una gran trascendencia pol¨ªtica al ser la primera vez en toda la legislatura que el Ejecutivo socialista y el PP van de la mano contra el terrorismo. Podr¨ªa ser el primer paso para un acuerdo m¨¢s ambicioso sobre la fase terminal de ETA. El de ayer lo facilit¨® el que ning¨²n partido puso condiciones para acordar el rechazo al terrorismo y convocar una expresi¨®n de protesta contra ETA.
Pero lo ha facilitado, sobre todo, lo ocurrido estos meses. Desde que ETA rompi¨®, de hecho, la tregua en diciembre de 2006, el Gobierno ha mostrado a las claras su decisi¨®n de combatir a ETA, con la cadena de detenciones, algunas muy importantes, producidas, estos meses.
Tambi¨¦n ha dejado claro que el Gobierno no ha hecho concesiones a ETA, en las conversaciones producidas durante la tregua, pues de otro modo la banda no la hubiera roto. El PP no pod¨ªa sustraerse a esa realidad, muy visible en la opini¨®n.
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