25 a?os despu¨¦s
En esta Espa?a plural, diversa y con tantas contradicciones de intereses como toda sociedad compleja, compartimos un espacio de ciudadan¨ªa, un espacio p¨²blico que es de todos y debe ser para todos, excluyendo s¨®lo a los que s¨®lo saben usar el lenguaje de la violencia terrorista. Como acaba de hacer ETA en Bayona, atentando contra dos guardias civiles. Saben que est¨¢n derrotados, aunque sea dif¨ªcil decirlo en medio del dolor y de la rabia. Saben que no tienen salida y que son cada d¨ªa m¨¢s d¨¦biles. Saben que no van a doblegarnos.
Llegamos al Gobierno hace 25 a?os, con el respaldo de una mayor¨ªa amplia y con la fortuna de coincidir en nuestras aspiraciones con sectores que no nos votaron ni nos votar¨ªan despu¨¦s.
ETA sabe que no tiene salida y que es cada d¨ªa m¨¢s d¨¦bil. Saben que no van a doblegarnos
Cumplimos una tarea que se correspond¨ªa con las necesidades de aquel momento hist¨®rico, precedido por el esfuerzo de la transici¨®n que protagoniz¨® el Gobierno de Adolfo Su¨¢rez. Este trabajo se prolong¨® durante casi 14 a?os. Con altos y bajos, encauz¨® una buena parte de nuestro devenir hist¨®rico.
Pero no ir¨¦ a los archivos del recuerdo, salvo para dedicar un homenaje a los hombres y mujeres que en el pasado hicieron posible ese giro in¨¦dito para nuestra historia contempor¨¢nea. El giro hacia la Espa?a democr¨¢tica que se reconoc¨ªa a s¨ª misma en la pluralidad de las ideas; la Espa?a diversa que se esforzaba por reconocer y conocer los distintos sentimientos de pertenencia al espacio p¨²blico compartido; la Espa?a de los diferentes intereses individuales y colectivos contrapuestos que aceptaba un proyecto com¨²n.
Una Espa?a, en suma, que no hab¨ªa sabido vivir en paz y en libertad, que se hab¨ªa encerrado en s¨ª misma, acentuando la exclusi¨®n de los otros, empez¨® a abrirse en el interior y hacia el mundo, a modernizarse, recuperando confianza en las posibilidades de su enorme potencial humano.
Por eso, cuando hace una semana escuch¨¦ al presidente Zapatero marcar como una de las tres prioridades de su discurso la mejora de la convivencia, me identifiqu¨¦ plenamente con el prop¨®sito.
En una historia como la nuestra, la de los espa?oles que nos hemos enfrentado unos a otros las m¨¢s de las veces, excluy¨¦ndonos unos a otros porque pensamos de manera diferente, porque sentimos la identidad de forma diversa, porque contraponemos en exceso los intereses territoriales o sociales, hay que cuidar la convivencia como una prioridad.
Y cuidar la convivencia significa actuar d¨ªa a d¨ªa respetando y conociendo a los otros. Sin pretender que se tienen m¨¢s derechos porque se piensa de manera distinta, porque se siente o se percibe de forma diversa ese espacio p¨²blico que llamamos Espa?a.
"Una Espa?a de todos", dijo Zapatero en alg¨²n momento de su intervenci¨®n. S¨ª. Solo as¨ª puede ser una Espa?a para todos, que es lo que pretendemos que sea. Si se acepta esa realidad, tambi¨¦n se acepta la alternancia. Si se acepta esa realidad, tambi¨¦n se acepta la derrota en las urnas como expresi¨®n de la voluntad ciudadana plural en las ideas y con sentimientos de pertenencia e identidad diversos.
Si no se acepta esa realidad, si no se sabe perder con dignidad, se crispa la convivencia, se tiende a deslegitimar al otro, se camina hacia el enfrentamiento est¨¦ril. Como nada est¨¢ hecho para siempre y la historia lo muestra con reiteraci¨®n, hay que recordar que quien no sabe perder, no s¨®lo tiende a crispar la convivencia sino que se convierte en un peligro cuando gana porque es incapaz de poner el freno a su arrogancia, a la exclusi¨®n de los que no piensan ni sienten como ¨¦l. Nos est¨¢ pasando en esta legislatura y pas¨® en la del 93.
Preferimos la tolerancia frente a la intolerancia para mejorar la convivencia. Pero lo que de verdad necesitamos va m¨¢s all¨¢. Nos importa conocer y comprender al otro, al diferente. Eso, que es clave para la convivencia internacional, resulta imprescindible para convivir en democracia en nuestro espacio p¨²blico.
Tambi¨¦n estoy de acuerdo en las otras dos prioridades que Zapatero puso de manifiesto en su intervenci¨®n. Fomentar la inversi¨®n y el empleo en la econom¨ªa abierta de la globalizaci¨®n y desarrollar las nuevas tecnolog¨ªas, con particular atenci¨®n al cambio clim¨¢tico y a nuestra dependencia energ¨¦tica, sin primos que nieguen la evidencia.
Priorizar objetivos es imprescindible para que se entienda el rumbo de la tarea. Se pueden y se deben tener muchos programas porque el trabajo del Gobierno ha de cubrir muchos frentes, pero si no se ven claras las prioridades es f¨¢cil confundir y confundirse, y dif¨ªcil identificar el proyecto.
Las prioridades pueden funcionar como una percha de varios brazos sobre los que vamos a ir colgando todas las prendas que vamos necesitando para el trabajo de gobernar.
La inversi¨®n y el empleo nos van a exigir cambios en la estructura del proceso productivo. Cambios que mejoren nuestra capacidad de competir a?adiendo valor a lo que hacemos. Por eso importa la educaci¨®n, la investigaci¨®n y el desarrollo, m¨¢s la innovaci¨®n. Por eso importa que la revoluci¨®n tecnol¨®gica sea asumida y que la cultura de la nueva civilizaci¨®n se expanda.
El empleo es el primer factor de distribuci¨®n de la renta, aunque no sea el ¨²nico. El empleo de calidad es m¨¢s permanente y m¨¢s satisfactorio para la realizaci¨®n personal. Al tiempo, es clave para competir en un mundo cada vez m¨¢s interdependiente.
Una econom¨ªa eficiente nos va a seguir permitiendo mejorar la redistribuci¨®n en educaci¨®n, en salud y en el apoyo a las personas dependientes y a los mayores. Hace d¨¦cadas que pienso que la jubilaci¨®n es un derecho, no una obligaci¨®n. Ahora se hace m¨¢s evidente en la sociedad de gente mayor y en forma en la que hemos entrado.
La energ¨ªa es una variable estrat¨¦gica para el desarrollo y estamos a las puertas de una crisis de oferta mezclada con un problema serio de calentamiento global. Por eso comparto, m¨¢s a¨²n en nuestra situaci¨®n de dependencia energ¨¦tica, el prop¨®sito prioritario de impulsar las energ¨ªas renovables.
La buena noticia puede ser que la revoluci¨®n tecnol¨®gica es menos dependiente, en general, de las energ¨ªas f¨®siles. La mala es que un horizonte sin energ¨ªa para todos puede producir tensiones crecientes para su reparto. ?Es esta una de las claves para comprender la situaci¨®n en Medio Oriente?
En fin, Jos¨¦ Luis, lo que hicimos entonces hecho est¨¢, y lo que queda por hacer est¨¢ en vuestras manos. Yo estar¨¦ disponible y me cuidar¨¦ de no interferir en la tarea.
Muchas cosas m¨¢s se me ocurren, pero m¨¢s que por conmemorar fechas ya hist¨®ricas, porque mi cabeza sigue ocupada por el presente y el futuro, incapaz como soy de meterme en los archivos, aunque me correspondiera por edad y recorrido. As¨ª que s¨®lo me resta deciros que agradezco que hay¨¢is devuelto a nuestro pa¨ªs a la senda de la pol¨ªtica exterior de la democracia, la europea europe¨ªsta, la que nos liga a la Am¨¦rica hispana m¨¢s all¨¢ de los intereses, la que mira al Mediterr¨¢neo y a sus vecinos, la que trabaja por la paz respetando a Naciones Unidas, el regionalismo abierto y el multilateralismo.
El Gobierno ha hecho muchas cosas, incluso m¨¢s de las que caben en una legislatura normal. Seguramente se contar¨¢n errores entre los aciertos, pero nadie os podr¨¢ negar el esfuerzo en la ampliaci¨®n de los derechos civiles y de las prestaciones sociales, para conseguir una Espa?a m¨¢s incluyente. Nadie, seriamente, negar¨¢ el ¨¦xito de la pol¨ªtica econ¨®mica, ni el esfuerzo en infraestructuras o en Investigaci¨®n. Nadie de buena fe, que no olvide la historia, ver¨¢ que la lucha contra el terror est¨¢ teniendo ¨¦xito, a pesar de la barbarie que hoy vivimos y que lo hab¨¦is intentado, como los dem¨¢s anteriormente, a trav¨¦s del di¨¢logo, pero que no hab¨¦is descuidado la vigilancia.
Deseo un resultado electoral ampliamente mayoritario. Para que se consolide lo hecho, se aborde lo por venir y los que no saben perder tengan tiempo para aprender a convivir en libertad y sin crear crispaci¨®n. Ahora que no tengo nada que pedir personalmente, porque a nada aspiro, pido a los ciudadanos que se comprometan en las urnas cuando llegue el momento y cada d¨ªa ejerzan esa ciudadan¨ªa que nos incluye a todos, salvo a los violentos, m¨¢s all¨¢ de las diferencias.
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