En busca del latido m¨¢s natural
Una variante en la colocaci¨®n del marcapasos mejora el rendimiento cardiaco
El latido del coraz¨®n es un movimiento r¨ªtmico muy especial. De su ritmicidad depende el bienestar de una persona e incluso su vida. Por eso, cuando se altera, a veces es necesario colocar un marcapasos. Pero este artilugio, que anima el tempo correcto en el que se suceden los movimientos de s¨ªstole y di¨¢stole para propulsar sangre a todo el cuerpo, no consigue un bombeo igual al natural. Y por ello, a la larga, se pueden producir molestias en algunos pacientes.
En su intento por tratar de paliar estos efectos secundarios, m¨¦dicos del hospital Juan Ram¨®n Jim¨¦nez, de Huelva, han descubierto que cambiando el lugar habitual en el que se coloca el electrodo -la punta del coraz¨®n- por otro situado en la zona media, se consigue un movimiento mucho m¨¢s pr¨®ximo al ritmo natural, lo que permite evitar futuros problemas.
El origen de las posibles fatigas, ahogos o cansancios de algunos pacientes con muchos a?os de marcapasos encima se debe, en parte, a una decisi¨®n meramente pr¨¢ctica. La elecci¨®n de colocar en la punta del coraz¨®n el electrodo que provoca el movimiento cardiaco se debi¨® a su f¨¢cil accesibilidad en el quir¨®fano. Adem¨¢s, ese punto del coraz¨®n es muy estable para el electrodo y su funcionalidad est¨¢ constatada, con lo que se resuelve perfectamente el problema del paciente. Y todo a pesar de que el movimiento del coraz¨®n se inicie en un punto an¨®malo.
Un coraz¨®n animado artificialmente desde un punto que no es el natural puede provocar, en un porcentaje de casos sin determinar, que algunos pacientes sufran molestias a largo plazo. Sobre todo en aquellas personas que lleven mucho tiempo utilizando marcapasos o en las que existe alguna otra patolog¨ªa cardiaca a?adida, como por ejemplo una insuficiencia cardiaca. "En esos casos, la contracci¨®n an¨®mala del marcapasos puede, al cabo del tiempo, ir deteriorando la capacidad contr¨¢ctil del coraz¨®n. Pero esto no se da en todos los casos, que est¨¦n tranquilas las personas con marcapasos tradicional", asegura Rafael Barba, jefe de la unidad de arritmias y marcapasos del hospital Juan Ram¨®n Jim¨¦nez.
?C¨®mo evitar esas posibles molestias futuras? Pues nada mejor que conseguir que el coraz¨®n vuelva a latir de una manera mucho m¨¢s parecida a la natural. Y eso es lo que han conseguido en el hospital onubense cambiando de sitio el electrodo del marcapasos. "Las personas que necesitan un marcapasos es porque, generalmente, su sistema de conducci¨®n cardiaca, el que transmite los impulsos de la orden de contracci¨®n a la masa muscular de los ventr¨ªculos -que son la aut¨¦ntica bomba que genera el latido cardiaco-, est¨¢ bloqueado justo en la uni¨®n ventr¨ªculo-auricular", explica el doctor Barba.
S¨®lo hay un puente de uni¨®n el¨¦ctrica entre las aur¨ªculas y los ventr¨ªculos, que es el haz de His y las ramas del mismo. Y esa es la clave.
Barba y su equipo sab¨ªan que, en determinados tipos de bloqueo, es te¨®ricamente posible insertar un electrodo en el tronco de His, justo en la entrada de su sistema el¨¦ctrico, para reavivar el sistema de conducci¨®n. "Pero, a priori, no parec¨ªa l¨®gico colocar un electrodo en el tronco de His si el bloqueo est¨¢ en una de sus ramas, porque entonces nos topar¨ªamos con los citados bloqueos y la orden de contracci¨®n no pasar¨ªa a los ventr¨ªculos", explica Barba.
En cambio, el grupo de facultativos del Juan Ram¨®n Jim¨¦nez ha demostrado que los temidos bloqueos que se supon¨ªa resid¨ªan en las ramas de His no suelen encontrarse ah¨ª, sino en el propio tronco. Adem¨¢s, Barba apunta otro hecho determinante: "Hemos visto que el tronco de His ya contiene los haces que van a la rama derecha e izquierda y que esos haces se bloquean habitualmente dentro del propio tronco de His. Eso significa que si somos capaces de colocar un electrodo en el mu?¨®n distal, estamos otra vez aprovechando el sistema normal de conducci¨®n, con lo que garantizamos latidos pr¨¢cticamente naturales".
Con su estudio -que ha recibido un galard¨®n de la Revista Espa?ola de Cardiolog¨ªa al mejor art¨ªculo en estimulaci¨®n cardia-ca-, los m¨¦dicos del hospital de Huelva han recuperado una verdad descrita cient¨ªficamente desde la d¨¦cada de 1970 y que se hab¨ªa aplicado de forma meramente transitoria en contados pacientes.
El nuevo sistema se enfrenta, no obstante, a algunas dificultades t¨¦cnicas, ya que los electrodos que se usan est¨¢n dise?ados para aplicarse en la punta del coraz¨®n y no en el haz de His. "Esto hace que s¨®lo podamos instalar el aparato en el 30% de los te¨®ricos candidatos, aunque el m¨¦todo se podr¨ªa aplicar al 70% de los pacientes que necesitan un marcapasos", explica Rafael Barba.
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