Cuatro volantes esperan al espa?ol

Desde que Fernando Alonso y Mclaren Mercedes rescindieron el contrato que les un¨ªa, al espa?ol se le ha colocado en casi todas las escuder¨ªas ante la pr¨®xima temporada. A su vez, varios equipos han ido confirmando a sus pilotos para la parrilla de 2008. Las opciones que a¨²n se mantienen como posibles destinos del asturiano se reducen a cuatro:

- Renault. Parece ser el destino m¨¢s probable de Alonso. A su estrecha relaci¨®n con Flavio Briatore, director de la escuder¨ªa, se une la circunstancia de que la escuder¨ªa parece en condiciones de ofrecerle un coche competitivo. Otro aspecto que hace de Renault la opci¨®n m¨¢s clara es que no ha confirmado todav¨ªa a sus dos pilotos titulares. Fisichella entren¨® en Jerez con Force India y Heiki Kovalainen es duda.

- Honda. El fichaje de Ross Brawn como nuevo director general dispar¨® los rumores acerca de la posibilidad de que Alonso recalara en la escuder¨ªa japonesa. El brit¨¢nico admira las condiciones del espa?ol, quien, a su vez, siente un gran respeto hacia Brawn. Tampoco habr¨ªa un cataclismo en el equipo. El asturiano tendr¨ªa a Jenson Button como compa?ero, y ser¨ªa el brasile?o Rubens Barrichello, ya en la recta final de su carrera -cuenta con 35 a?os- quien le ceder¨ªa su volante mientras ¨¦l competir¨ªa en Super Auguri, equipo filial de Honda.

- Toyota. Se trata del primer fabricante mundial de coches, lo que supone el presupuesto m¨¢s elevado de la F-1. Las cifras que se han barajado para tentar a Alonso rondan los 40 millones de euros por temporada en concepto de ficha. Sin embargo, la escuder¨ªa vive sumida en una paradoja: es el equipo m¨¢s rico del paddock pero sus monoplazas no son de primer nivel y, salvo una poco probable reestructuraci¨®n general del ¨¢rea deportiva, tampoco parece que vayan a serlo a corto plazo.

- Red Bull. Aunque esta posibilidad cobr¨® protagonismo de entrada, la exigencia de Dietrich Mateschitz -propietario del equipo y del imperio de bebidas energ¨¦ticas m¨¢s famoso del mundo-, de atar a Alonso con un contrato largo, complic¨® el acuerdo. "Le queremos, pero como m¨ªnimo para dos a?os y con opci¨®n a un tercero", asegur¨® Mateschitz. "Para nosotros, este aspecto es incuestionable", concluy¨® hace un par de semanas el magnate austriaco, para quien Alonso es una golosina si puede exprimirlo en sus agresivas campa?as de publicidad.