Bono va y vuelve. Y vuelve

Seg¨²n declar¨® el martes pasado el ex presidente de Castilla-La Mancha Jos¨¦ Bono, el presidente Zapatero no piensa seguir si¨¦ndolo despu¨¦s de 2012: si gana en marzo, no presentar¨¢ su candidatura una vez cumplida la legislatura. Era una exclusiva, porque nadie le hab¨ªa o¨ªdo decir tal cosa; en La Moncloa se percibi¨® cierta irritaci¨®n porque o era un invento o una indiscreci¨®n. Hubo desmentidos. El de Bono, muy en su estilo de afirmar negando, se tom¨® por confirmaci¨®n: "Todo menos eso lo tra¨ªa apuntado, por lo que no me atrevo a hacer una cita precisa, con comillas, de lo que me ha dicho. M¨¢s bien es una intuici¨®n, una impresi¨®n m¨ªa". De lo que me ha dicho: o sea, que se lo hab¨ªa confesado Zapatero, pero no estaba seguro de haber o¨ªdo bien.

En septiembre, cuando su sucesor Barreda ya daba por seguro que Bono ser¨ªa candidato al Congreso por Toledo, precis¨® que la decisi¨®n s¨®lo la tomar¨ªa cuando estuvieran convocadas las elecciones. Pero ya por san Ferm¨ªn, dirigentes del PSOE hab¨ªan deslizado que Zapatero hab¨ªa pactado con Bono su vuelta a la pol¨ªtica como diputado.

Se fue de ella en redondo, dando la vuelta al ruedo, de forma que al irse ya estaba volviendo. Dijo que se iba definitivamente y por razones familiares, pero lo dijo con demasiado ¨¦nfasis como para no pensar que la raz¨®n era otra. Hace poco lo aclar¨® en TVE al indicar que su vuelta se deb¨ªa a que ya no estaba Maragall ni hab¨ªa negociaciones con ETA, que es una forma de decir que se fue por esos motivos.

Entre la retirada y el regreso ha habido otros dos episodios, seguramente relacionados. En noviembre de 2006 pareci¨® aceptar la oferta de ser candidato a la alcald¨ªa de Madrid, pero un d¨ªa despu¨¦s result¨® que no. Ya entonces se desminti¨® que hubiera planteado como condici¨®n la de ser el siguiente presidente del Congreso si no sal¨ªa alcalde, pero eso fue lo que justo un a?o despu¨¦s anunci¨® Zapatero, desairando al presidente actual.

Bono, ex militante del Partido Socialista Popular, es un valor electoral seguro, con un curr¨ªculo de seis mayor¨ªas absolutas y mucho gancho para atraer al electorado que oscila entre socialistas y populares: todo muy jesu¨ªtico, como siempre en ¨¦l.