Ukeleles y otros sonidos de Hawai

EL EVEREST no es la monta?a m¨¢s alta del mundo: es la isla de Hawai, con sus dos picos, Mauna Loa y Mauna Kea. El Everest computa su altura desde el nivel del mar, como todas las monta?as de la plataforma continental, pero las islas volc¨¢nicas, si las medimos desde su propia base, que es el fondo abisal, ser¨ªan las mayores alturas: con sus m¨¢s de 4.500 metros, adem¨¢s de los 5.500 del fondo del oc¨¦ano, se alzar¨ªan orgullosas como las m¨¢s altas del globo.

Este archipi¨¦lago situado en el centro del oc¨¦ano Pac¨ªfico tiene muchos reclamos. El viajero se encontrar¨¢, por ejemplo, con los bellos acantilados de la costa de Napali o con el ca?¨®n de Waimea, el Gran Ca?¨®n del Pac¨ªfico, ambos en la isla de Kauai. En estos escenarios se rod¨® -entre otras- la pel¨ªcula Parque Jur¨¢sico, y el turista tendr¨¢ en ella la sensaci¨®n de que s¨®lo faltan los dinosaurios (animalitos que nunca existieron en estas islas geol¨®gicamente m¨¢s j¨®venes).

Cerca, en otra isla llamada Hawaii Island, y pr¨®ximo a los citados Mauna Loa y Mauna Kea, est¨¢ el volc¨¢n m¨¢s activo del mundo: el Kilauea. La leyenda (el cine de nuestros ancestros) dice que fue creado por la furia de Pele, prima polinesia de nuestro Vulcano, que, celosa al conocer los amores de su querido Lohi'au con su propia hermana, entr¨® en violenta erupci¨®n, creando este volc¨¢n. Pero para los ge¨®logos es un punto caliente constante (el movimiento de la placa del Pac¨ªfico, ¨²nico en la Tierra, dio origen a este maravilloso rosario de islas). Pele o Gea, ah¨ª en Big Island, erigieron una bell¨ªsima sucursal del infierno, un averno sulfuroso resuelto en dos agraciadas calderas que expelen su lava recreando una vez m¨¢s la misma furia que anta?o cre¨® estas islas.

En Honolul¨², la capital, el viajero se encontrar¨¢ con el ¨²nico palacio real en Estados Unidos, vestigio de la monarqu¨ªa que finaliz¨® con Kalakaua, ¨²ltimo rey de Hawai y t¨ªo de la princesa que compuso el popular Aloha O¨¦, que se ha convertido en un melanc¨®lico himno extraoficial.

Hawaianas exuberantes en tierra y fornidos surfistas en el mar contonean sus cuerpos en la bella calma violenta de los elementos de este archipi¨¦lago. Las tradicionales hulas (canciones y bailes) y el sonido de los ukeleles (peque?as guitarras) har¨¢n so?ar al visitante con una pel¨ªcula de volcanes, playas y dinosaurios.