"Los nuevos l¨ªderes africanos son m¨¢s libres, m¨¢s exigentes, m¨¢s despiertos"
La idea de jubilaci¨®n apacible no se adapta a Kofi Atta Annan, s¨¦ptimo secretario general de Naciones Unidas y ganador del Premio Nobel de la Paz en 2001. El c¨¦lebre diplom¨¢tico, nacido en Ghana en 1938, vive al ritmo de una agenda dictada por sus nuevas responsabilidades al frente del Global Humanitarian Forum y del Africa Progress Panel, con sede en Ginebra, ciudad donde vive. Igualmente participa en la fundaci¨®n Global Elders, donde colabora con Nelson Mandela y Desmond Tutu, dos de los africanos m¨¢s respetados del mundo. Annan recibi¨® a EL PA?S en v¨ªsperas de acudir a la cumbre entre ?frica y la Uni¨®n Europea, que se celebra en Lisboa.
"Creo que la presencia china est¨¢ siendo positiva para ?frica"
"Es absolutamente necesario reformar el Consejo de Seguridad"
Pregunta. La Cumbre UE-?frica recibe a dos personas muy controvertidas: los presidentes Robert Mugabe, de Zimbabue, y Omar al Bachir, de Sud¨¢n. ?Qu¨¦ le parece su presencia en Lisboa?
Respuesta. Creo que la presidencia portuguesa de la UE ha hecho bien al invitar a Mugabe, porque su participaci¨®n en esta conferencia abre las puertas del di¨¢logo. En cuanto a Sud¨¢n, la situaci¨®n sigue siendo peligrosa y precaria en Darfur. Pero es necesario que encontremos una forma de ayudarles. Pienso que hay que mantener la presi¨®n sobre el Gobierno de Sud¨¢n hasta obtener resultados y que acepte el despliegue de una fuerza h¨ªbrida ONU-Uni¨®n Africana.
P. ??frica tiene posibilidades de desarrollo?
R. Creo que est¨¢n ocurriendo cosas muy positivas en ?frica, aunque los problemas sigan existiendo y sean muy graves. En los ¨²ltimos cinco a?os, las econom¨ªas africanas lo est¨¢n haciendo mucho mejor y est¨¢n mejor dirigidas por una nueva generaci¨®n de l¨ªderes. Tambi¨¦n creo que la presencia china est¨¢ siendo positiva para ?frica. Aunque conozco bien a los cr¨ªticos que dicen que lo ¨²nico que interesa a los chinos es explotar los recursos naturales africanos y que har¨¢n lo que sea para asegurarse los suministros vitales para su econom¨ªa. Pero los pa¨ªses africanos ya no est¨¢n desvalidos y est¨¢n igualmente interesados en desarrollar sus econom¨ªas y ocuparse de sus intereses.
P. Usted pertenece a la ¨²ltima generaci¨®n de l¨ªderes africanos nacidos y criados bajo los imperios coloniales. ?Nota diferencias respecto a los pol¨ªticos formados tras la descolonizaci¨®n?
R. Los nuevos l¨ªderes africanos, que no vivieron bajo administraci¨®n colonial y no sufrieron su impacto, tienen una actitud completamente diferente. Son m¨¢s libres. Cuando veo la diferencia entre mi generaci¨®n y los j¨®venes, me sorprendo de la seguridad en s¨ª mismos que tienen y de su actitud. Son m¨¢s exigentes, m¨¢s despiertos. Son los l¨ªderes que har¨¢n posible que los futuros contratos sirvan tambi¨¦n para beneficiar a sus propios pueblos.
P. La crisis nuclear de Ir¨¢n no parece cercana a una soluci¨®n y Javier Solana se declara "decepcionado" tras sus conversaciones con el Gobierno iran¨ª.
R. El lunes habl¨¦ con el ex-presidente Jatam¨ª, de Ir¨¢n. Ambos estuvimos de acuerdo en que hay que encontrar una soluci¨®n sin recurrir a la violencia. Yo no entiendo c¨®mo a alguien se le puede ocurrir siquiera la eventualidad del uso de la fuerza, vista la situaci¨®n de Oriente Pr¨®ximo. Lo que hace falta es trabajar junto a Mohamed el Baradei, de la OIEA. Es un hombre competente, sabio y que, sobre todo, ya demostr¨® tener raz¨®n en Irak. Deber¨ªamos escucharle con atenci¨®n.
P. ?Cu¨¢les son las perspectivas que usted ve ahora?
R. Ha habido un desarrollo importante esta semana. Los servicios de inteligencia americanos anuncian que no creen posible que Ir¨¢n est¨¦ trabajando en el arma nuclear y abandonaron ese plan hace ya cuatro a?os. A partir de esta novedad, deber¨ªamos respirar hondo, volver a analizar la situaci¨®n y luego juzgar la mejor manera de proceder. Estamos lejos de haber agotado los cauces diplom¨¢ticos.
P. ?Cree que se ha aprendido la lecci¨®n de Irak? ?Hay algo que aprender?
R. ?Hay much¨ªsimas lecciones que aprender de la guerra de Irak! Pero no estoy seguro de que todo el mundo haya tomado buena nota. El hecho de que algunos hablen a menudo de "tercera guerra mundial" me lleva a tener serias dudas.
P. Una herencia dejada por usted a la ONU es el nuevo Consejo de Derechos Humanos. ?C¨®mo vivi¨® que Estados Unidos no quiso formar parte de ¨¦l?
R. Fue algo peor que la frustraci¨®n, porque Estados Unidos ha desempe?ado un papel central en la promoci¨®n de los derechos humanos a lo largo de la historia. Por tanto, ver a este pa¨ªs del lado equivocado en la cuesti¨®n de los derechos humanos no s¨®lo fue una triste sorpresa, sino una gran decepci¨®n.
P. ?Cu¨¢les fueron su mayor logro y su mayor fracaso como secretario general?
R. Creo que mi mayor decepci¨®n y lo que m¨¢s lamento es el hecho de que las Naciones Unidas no pudieran impedir la guerra de Irak. Sobre todo, porque siempre he cre¨ªdo que se hubiera podido evitar. Del otro lado, mis mejores momentos fueron situar la lucha contra la pobreza y las desigualdades en el centro del debate gracias a los Objetivos del Milenio, y cuando la ONU y yo ganamos el Premio Nobel de la Paz.
P. ?Se le pas¨® por la cabeza dimitir cuando Estados Unidos decidi¨® de forma unilateral el ataque contra Irak?
R. Es una posibilidad que, de hecho, estuvo sobre la mesa.
P. ?Y por qu¨¦ no lo hizo?
R. Porque renunciar hubiera sido lo m¨¢s simple, pero, ?qu¨¦ hubiera resuelto en el fondo? Recordemos que el Consejo de Seguridad nunca apoy¨® esa guerra. La decisi¨®n unilateral de Estados Unidos y sus aliados de atacar dividi¨® profundamente a la comunidad internacional. Como secretario general, cuando algo as¨ª ocurre, a pesar de lo que pienses y cu¨¢les sean tus sentimientos personales, tienes la obligaci¨®n de intentar acercar a las partes. Si mi renuncia hubiera servido para detener la guerra, lo hubiera hecho sin dudarlo. Yo estaba furioso porque hice todo lo posible para evitar la guerra, pero renunciar hubiera sido la respuesta equivocada.
P. ?C¨®mo ve una ampliaci¨®n del Consejo de Seguridad?
R. Creo firmemente que una reforma del Consejo de Seguridad es absolutamente necesaria porque el mundo ha cambiado mucho desde 1945. La mayor¨ªa de los actuales Estados miembros ni siquiera exist¨ªa entonces. Pero en el mundo de hoy es extremadamente dif¨ªcil justificar que pa¨ªses como India, Brasil o Jap¨®n no formen parte del Consejo. O que ?frica, el continente entero, no tenga un solo puesto, al igual que Am¨¦rica Latina, mientras que Europa tiene tres. Esta situaci¨®n no puede sostenerse por m¨¢s tiempo. Los pa¨ªses que hoy son poderosos deben darse cuenta de que tienen que hacer sitio a las naciones nuevas y emergentes. Si no lo hacen, habr¨¢ una gran tensi¨®n.
P. ?Qu¨¦ ?frica desear¨ªa que heredasen sus nietos?
R. Quisiera ver un ?frica vibrante que pueda vivir un renacimiento en t¨¦rminos econ¨®micos y sociales. Un ?frica que sea democr¨¢tica y respete el imperio de la ley y los derechos humanos como algo natural. Un ?frica que tenga una poblaci¨®n sana y educada que pueda comenzar finalmente a desarrollar ese hermoso continente. Un ?frica estable y pac¨ªfica. Creo que es posible, y que mis nietos van a llegar a verla.
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