El oro brilla con la incertidumbre
La inestabilidad geopol¨ªtica, la debilidad del d¨®lar y la escalada del petr¨®leo llevan el 'metal rey' a m¨¢ximos
A r¨ªo revuelto, ganancia del oro. Tal vez sea la consecuencia m¨¢s clara que se puede extraer de la aut¨¦ntica vor¨¢gine en la que est¨¢ inmersa la cotizaci¨®n del metal precioso. Hace unas semanas alcanz¨® en Londres sus m¨¢ximos de los ¨²ltimos 29 a?os, nada menos que 845,40 d¨®lares la onza, a s¨®lo cinco d¨®lares de su r¨¦cord hist¨®rico, fijado en enero de 1980. Un nivel espectacular, cuya explicaci¨®n los expertos desgranan con rapidez, como si fuera un singular mantra financiero: enorme liquidez en los mercados internacionales; depreciaci¨®n del d¨®lar frente a divisas de referencia como el d¨®lar o la libra; crisis crediticia -las ya archifamosas hipotecas subprime- en Estados Unidos; desajustes inflacionarios; empuje de la demanda -especialmente en la India y China- ante una producci¨®n estancada; dudas acerca del volumen real de las reservas mundiales...
Los analistas no descartan que el precio del 'metal rey' alcance los 850 d¨®lares la onza, aunque algunos elevan esa cifra hasta los 1.000 d¨®lares
En fin, nada que suene a nuevo -a excepci¨®n de las hipotecas basura- en los o¨ªdos de los expertos. Sin embargo, toda esta incertidumbre, por muy familiar que resulte, plantea interrogantes novedosos. ?Hasta d¨®nde puede llegar la apreciaci¨®n del oro? ?Podr¨ªa ser sustituida la pareja de baile oro-d¨®lar por un rejuvenecido oro-euro, como en el fondo estaba planteando hace pocos d¨ªas, frente a los m¨¢ximos mandatarios de la OPEP, el presidente venezolano Hugo Ch¨¢vez? ?Qu¨¦ papel est¨¢n jugando los grandes fondos de inversi¨®n y los especuladores en esta escalada de los precios? ?C¨®mo afecta esta situaci¨®n al peque?o ahorrador?
?M¨¢ximo hist¨®rico?
Intentar buscar un consenso respecto al nivel que puede alcanzar el oro resulta realmente complejo. Algunos analistas, como Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez, economista jefe de Citigroup, estiman que en un plazo de dos o tres meses, y dentro de un ambiente de incertidumbre como el actual, el oro puede llegar a su m¨¢ximo hist¨®rico: 850 d¨®lares. Ese mismo soporte es el que le atribuye tambi¨¦n Antonia Conde, analista de Renta 4. Por su parte, David Navarro, gestor de renta variable de Inversis Banco, estima que si la inflaci¨®n subyacente estadounidense llega al 3%, el metal precioso se instalar¨¢ en los 900 d¨®lares la onza. Pero hay quien va m¨¢s lejos, como Rafael Papill¨®n, director de an¨¢lisis econ¨®mico del Instituto de Empresa, el cual sit¨²a la onza a 1.000 d¨®lares a un a?o vista "si persiste, tal y como creo, la inflaci¨®n y la incertidumbre econ¨®mica mundial". Todo esto le sucede a un metal que est¨¢ sufriendo una fuerte volatilidad "debido a los tipos de inter¨¦s de la moneda americana y a los riesgos inflacionarios de crecimiento en Estados Unidos", se?ala Diego G¨®mez, profesor en la escuela de negocios ESIC.
Sea como fuere, est¨¢ claro que al oro le beneficia el ruido que proviene del exterior -posible ataque de Estados Unidos a Ir¨¢n; amenaza del barril de petr¨®leo tipo brent a 200 d¨®lares; ca¨ªda de la productividad americana...-, ya que es en esta situaci¨®n cuando cobra m¨¢s sentido su tradicional papel de activo refugio. "Por lo tanto", como dicen en el mercado con iron¨ªa, "habr¨¢ que estar muy pendientes de la CNN".
En esta situaci¨®n se pone sobre la mesa un debate de gran calado que trasciende lo econ¨®mico para enhebrarse en lo pol¨ªtico. ?Podr¨ªa sustituirse el binomio oro-d¨®lar por el oro-euro? Desde fuera no parece sencillo. "Mientras la productividad americana no caiga con fuerza, se mantendr¨¢ el actual status quo", dice Jos¨¦ Carlos Diez, experto de Intermoney. Adem¨¢s, "muchas econom¨ªas, como la latinoamericana, la australiana e, incluso, la asi¨¢tica, est¨¢n fuertemente dolarizadas". "No nos olvidemos que China tiene el 33% de las reservas de d¨®lares que existen en el mundo", describe el responsable de Inversis Banco. Por lo tanto, esta transformaci¨®n supondr¨ªa un profundo cambio, no s¨®lo econ¨®mico, sino pol¨ªtico, que por ahora no parece posible.
"Cuando Hugo Ch¨¢vez pide el cambio de referencia del d¨®lar al euro en el mercado petrol¨ªfero, hay dos cosas", sintetiza Phillippe Lasnier, jefe de producto de Sgam Fund Equities Gold Mines. "Una, sus deseos; otra, la realidad". Pero la realidad tiene una doble lectura. Antes, el sistema contaba con una sola moneda fuerte, el billete verde, ahora tiene el euro y, por qu¨¦ no, el yuan chino. El enigma reside en c¨®mo se estructura la relaci¨®n entre las tres a medio plazo. Sin embargo, mientras esto se resuelve, "lo que est¨¢ claro es que si el d¨®lar pierde su pujanza internacional son buenas noticias para el oro", precisa Philippe Lasnier.
D¨ªas de bonanza
Por lo que parece, el metal no va a dejar de sonre¨ªr. Con una inflaci¨®n que se convierte cada vez m¨¢s en un serio problema y con el tir¨®n de la demanda por parte de pa¨ªses asi¨¢ticos como China y, sobre todo, la India (consume el 70% del oro mundial que se destina a joyer¨ªa), los d¨ªas de bonanza pueden alargarse. No es, pues, de extra?ar que "los inversores lo consideren como una protecci¨®n ante las tensiones inflacionistas que generan los elevados precios de los combustibles", analiza Papill¨®n.
Frente a tanta incertidumbre se une un elemento m¨¢s: el volumen real de las reservas de este metal precioso. Seg¨²n datos del World Gold Council, citados por la firma Oro Direct, todo el mineral de oro extra¨ªdo en la historia de la humanidad asciende a unas 153.000 toneladas. Esto equivale a un cubo del tama?o de la Estatua de la Libertad. Y las reservas de metal restantes no superan las 50.000 o 60.000 toneladas. "Por lo tanto, con una producci¨®n minera anual en constante disminuci¨®n
[por las extracciones] de 2.500 toneladas al a?o, en un periodo de 15 a?os se extraer¨¢ la ¨²ltima onza de oro de la tierra", reflexionan en Oro Direct.
Resulta l¨®gico que, frente a una materia cada vez m¨¢s escasa, el brillo del oro est¨¦ atrayendo a un gran n¨²mero de inversores, muchos de ellos con un componente especulativo muy alto, as¨ª como a fondos especializados. De hecho, se ha dado un fuerte trasvase de fondos denominados en d¨®lares a productos referenciados al oro. Esta huida es consecuencia de la debilidad del billete verde y ha beneficiado a productos como el MLIIF World Gold Fund, comercializado por Merril Lynch y dirigido por un veterano en estas lides, Graham Birch, o el Sgam Fund Equities Gold Mines, de la Soci¨¦t¨¦ G¨¦n¨¦rale.
El lingote llama a su puerta
Es el signo de los tiempos: todo se comercializa por Internet; incluso el oro. Una joven empresa, Oro Direct, es, seg¨²n sus accionistas, la ¨²nica compa?¨ªa en Espa?a que vende por la Red lo que se denomina oro de inversi¨®n (lingotes y monedas, b¨¢sicamente). Se trata de un negocio muy singular. Y lo es por muchos motivos: c¨®mo se vende el metal, d¨®nde se guarda, qui¨¦n lo transporta, de qu¨¦ manera se entrega al cliente, de d¨®nde procede... Empecemos por el final. El oro se importa de Suiza y Austria. En concreto del fundidor helv¨¦tico Argor-Heraeus y de la Casa de la Moneda austriaca. As¨ª, el inversor puede comprar desde lingotes de cinco gramos a lingotes de un kilo, pasando por monedas como el australian nugget o la filarm¨®nica de Viena.
En los dos a?os que lleva trabajando en Espa?a esta compa?¨ªa ha vendido cerca de una tonelada del metal, aunque por razones de seguridad no precisa la cantidad concreta. Y es que ¨¦ste es un punto delicado. El oro se deposita en las instalaciones que la firma de seguridad Esabe tiene en Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Granada, quien, por cierto, tambi¨¦n se encarga de llevarlo a la casa del comprador con la m¨¢xima discreci¨®n.
"Cumplimos de manera absoluta toda la normativa relacionada con el blanqueo de capitales y nos abstenemos de aquellas operaciones donde no quede totalmente clara la fuente de los fondos", indica Daniel Rizzo, director de ventas de Oro Direct. Otra singularidad es que en Espa?a los bancos no compran este metal. Para hacerlo l¨ªquido hay que recurrir a entidades de Alemania, Austria, Francia y Reino Unido. Para superar este inconveniente, la empresa piensa abrir diversas tiendas donde adquirir y vender el oro directamente.
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