Un gigante con instinto

En baloncesto, hay cosas que pertenecen a la ciencia y cosas que pertenecen al instinto. La ciencia, dicen los entrenadores, est¨¢ en sus pizarras. Los rebotes, dicen los expertos, en el instinto. En Juanjo Triguero. El espa?ol del Polaris World Murcia, m¨¢ximo reboteador de la Liga ACB con 7,8 rechaces por partido, sum¨® ayer 14 puntos y nueve rebotes contra el Tau (88-82). Mide 208 cent¨ªmetros. Y eso, sin embargo, no garantiza nada.

"?Los hay muy grandes que no rebotean nada!", exclama Jos¨¦ Vicente, Pepu, Hern¨¢ndez, que habla como t¨¦cnico antes que como seleccionador. "El rebote es cuesti¨®n de coordinaci¨®n, de voluntad y de velocidad de pies", analiza. "Si eres veloz en las distancias cortas y eres grande... en eso est¨¢ ahora mejor Triguero: tiene unos movimientos de pies mucho m¨¢s r¨¢pidos y eso le ayuda. Est¨¢ reboteando muy bien. Est¨¢ asent¨¢ndose y tiene mucha ilusi¨®n, porque ha encontrado el buen camino: es trabajador y luchador".

"Estoy bien en el rebote, pero anoto gracias al trabajo de otros. Debo mejorar"

A Triguero, un tipo con fama de pendenciero, le ha costado encontrar la direcci¨®n correcta. "Fuera del deporte, s¨ª, soy un poco introvertido", concede por tel¨¦fono. Antes que introvertido, sin embargo, le colgaron el adjetivo de pol¨¦mico. Fue en las catacumbas del baloncesto, jugando con la camiseta del Plasencia Galco. "Yo me quer¨ªa ir, ellos que me quedara, y la cosa acab¨® un poco mal", explica el p¨ªvot de Gand¨ªa. Tanto que fue despedido. Pudo ser el punto final: ya hab¨ªa pasado por el Valencia Gand¨ªa, la cantera del Bar?a... y hoy es el quinto jugador m¨¢s valorado de la Liga ACB, su m¨¢ximo reboteador, el que m¨¢s mates mete de toda la Liga, s¨¦ptimo en mates (1,36), tercero en recuperaciones de bal¨®n...

Triguero, voz cavernosa en cuerpo de junco, habla tambi¨¦n de la colocaci¨®n, del "instinto" y la coordinaci¨®n como las armas del reboteador. Siempre, desde que empez¨® a jugar al baloncesto, con cuatro a?os, pens¨® as¨ª. Incluso cuando lleg¨® a temer que no jugar¨ªa un partido en la ACB. Ahora, tras hacerse un nombre en la Liga LEB, anda en el dif¨ªcil proceso de ganar peso sin pasarse, de sumar kilos para la lucha de la zona sin perder movilidad.

"Con lo que me quedo", dice, "es con que he llegado. El a?o pasado tuve la fortuna de que Fizer [el estadounidense que era la estrella del equipo] empezara la temporada lesionado. Tuve minutos. En mi debut ACB hice seis puntos y 11 rebotes. Eso me dio confianza. Ahora estoy en el mejor momento de mi carrera. Estoy bien en el rebote, sobre todo en el ofensivo, pero necesito mejorar en ataque", contin¨²a. "Ahora anoto gracias al trabajo de otros. Y siempre meti¨¦ndola para abajo".

Ah¨ª, en el terreno del cuerpo a cuerpo, de la lucha por el rebote, ha hecho carrera I?aki de Miguel, hoy en el Cajasol. El madrile?o, que un d¨ªa vivi¨® en la piel de un joven p¨ªvot con facilidad reboteadora y ansias de mejora en el ataque, mide a Triguero con la admiraci¨®n del veterano. "Le veo como un t¨ªo con mucha proyecci¨®n, con una carrera tremenda por delante, porque tiene un f¨ªsico privilegiado. Es un t¨ªo grande, con una gran envergadura y una potencia de salto tremenda".

Eso se aprecia mucho en la NBA. Triguero ya ha probado en las Ligas de verano. Si arriesgara el viaje, cuenta con una ventaja que ha sido clave en el despegue de su carrera: su novia, que le dio la estabilidad que le faltaba, es inglesa. "Y claro", bromea, "con el idioma no hay problema. Lo que faltan son papeles...".