UMD: las "razones" del PSOE
La Uni¨®n Militar Democr¨¢tica (UMD), organizaci¨®n militar, clandestina y antifranquista nacida en septiembre de 1974 y autodisuelta a inicios de la transici¨®n, ha "merecido" una rese?a de pasada en el pr¨®logo de la llamada Ley de la Memoria Hist¨®rica. Los intentos de otros partidos de hacer un reconocimiento m¨¢s, digamos "contundente", se han estrellado con la no menos contundente y sorprendente para algunos negativa del Grupo Socialista.
En la gran Ley de Amnist¨ªa de 1977, solamente ellos fueron excluidos. El teniente general Manuel Guti¨¦rrez Mellado, vicepresidente para Asuntos de la Defensa y pieza clave para el proyecto de Su¨¢rez, recibi¨® al ministro de Relaciones con Las Cortes, Rafael Arias-Salgado. En el despacho del vicepresidente se encontraban numerosos tenientes generales, y Guti¨¦rrez Mellado le manifest¨® la oposici¨®n rotunda del Ej¨¦rcito a que los expulsados de la UMD se reintegraran a sus puestos. Si esto se produc¨ªa, ¨¦l se ver¨ªa obligado a dimitir. Con la perspectiva de los a?os, se entiende que los partidos tomasen esa decisi¨®n entonces.
Los militares antifranquistas son los grandes olvidados desde la transici¨®n
Los intentos posteriores, impulsados por el senador Joaqu¨ªn Satr¨²stegui y por el diputado Julio Busquets -fundador de la UMD y que no vot¨® a favor de la ley de 1977-, tampoco llegaron a buen puerto. Fue en 1987 cuando, por imposici¨®n de Alfonso Guerra contra el criterio de Narc¨ªs Serra, ministro de Defensa socialista, se ampli¨® la Ley de Amnist¨ªa de 1977 para los expulsados de la UMD, amnist¨ªa "descafeinada", pues se les neg¨® cualquier destino de su rango y se les "oblig¨®" a pasar a la reserva.
En el a?o 2002, el diputado Carlos Sanju¨¢n, con el respaldo de todos los grupos de la oposici¨®n, promovi¨® una Proposici¨®n No de Ley que tibiamente reconoc¨ªa la labor de los hombres de la UMD y de todos aquellos militares que se opusieron a la dictadura. La mayor¨ªa absoluta del PP ech¨® por tierra la proposici¨®n. A lo largo de los dos ¨²ltimos a?os, el diputado -hoy embajador en Argentina- Rafael Estrella intent¨® sacar adelante una nueva Proposici¨®n No de Ley, pero, como es l¨®gico, ten¨ªa que contar con el benepl¨¢cito del ministro de Defensa. Jos¨¦ Bono dijo a quien esto escribe, y en presencia de testigos importantes, que ya hab¨ªa dicho que la proposici¨®n se presentara; sin embargo, m¨¢s tarde, la paraliz¨®.
Con el cambio de ministro, Rafael Estrella volvi¨® a la carga; Alonso le reconoci¨® que "algo deb¨ªa hacer" con la UMD, lo que el diputado nos traslad¨® a algunos expulsados. Pero el ministro tambi¨¦n paraliz¨® la propuesta. Por ¨²ltimo, en la controvertida Ley de la Memoria Hist¨®rica se excluy¨® tambi¨¦n un reconocimiento expreso para la Uni¨®n Militar Democr¨¢tica. IU-IV present¨® un art¨ªculo 16 con ese reconocimiento expreso, exclusivamente moral, y el Grupo Socialista y el PP lo rechazaron. El PSOE, en ¨²ltima instancia, acept¨® una referencia de pasada en la exposici¨®n de motivos del texto legal.
?Y por qu¨¦ esta negativa pertinaz al cabo de 30 a?os? La respuesta nos lleg¨® a trav¨¦s de terceros desde cargos socialistas de segundo nivel. "Nuestro coraz¨®n est¨¢ con los hombres de la UMD, pero no podemos hacer un reconocimiento expl¨ªcito porque justificar¨ªamos la existencia de asociaciones en el Ej¨¦rcito de signo muy distinto. Imaginar que un grupo de generales se asocian para "defender la Constituci¨®n" porque consideran que peligra la unidad de Espa?a". Tal y como me lleg¨®, lo cuento.
Claro que este "razonamiento" considera que la UMD fue una organizaci¨®n militar y clandestina. Hay verdad en ello. Pero no es menos cierto que entonces exist¨ªa una dictadura y que expliquen c¨®mo se puede luchar contra ella desde las filas del Ej¨¦rcito si no es desde la clandestinidad. Tampoco tienen en cuenta que, 12 d¨ªas despu¨¦s de las elecciones de junio de 1977, la UMD se autodisolvi¨®, precisamente, para no servir de coartada a organizaciones de distinto signo que trataran de impedir la transici¨®n pac¨ªfica a la democracia.
Los ¨²medos expulsados del Ej¨¦rcito nada han pedido que no sea suyo. Y el resto, tampoco. Hay que recordar que en el Ideario de la UMD se se?alaba expl¨ªcitamente que sus miembros nunca aceptar¨ªan "recompensa alguna por su acci¨®n patri¨®tica". Y as¨ª ha sido y as¨ª debe ser. Pero es que se trata, no de recompensar, sino de restituir. Un centenar largo de jefes, oficiales y suboficiales, al margen de los expulsados, fueron represaliados por v¨ªas paralelas: Tribunales de Honor, arrestos de hasta seis meses por faltas menores, postergaci¨®n para el ascenso, notas desfavorables en las hojas de servicio..., mientras ve¨ªan a compa?eros golpistas ascender a generales.
Ellos son los grandes olvidados para los que desde el Foro Milicia y Democracia (FMD) -asociaci¨®n c¨ªvico militar integrada por militares, diplom¨¢ticos, juristas, periodistas y otros- ha pedido un reconocimiento a guisa de devoluci¨®n de lo que les fue arrebatado. "La democracia est¨¢ en deuda con la UMD", dijo hace cinco a?os Manuel Jim¨¦nez de Parga, entonces presidente del Tribunal Constitucional. El d¨ªa 15 de diciembre, el FMD les ofrecer¨¢ a este centenar largo de militares un homenaje, m¨¢s humilde eso s¨ª que aquel que la democracia les debe y que un sector del PSOE les ha negado.
Fernando Reinlein es teniente coronel en la reserva y periodista. Fue expulsado del Ej¨¦rcito por pertenecer a la UMD.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.