Los candidatos republicanos se abren paso en la campa?a m¨¢s conservadora

Si la carrera dem¨®crata hacia la Casa Blanca es una apretada disputa entre dos candidatos, a menos de tres semanas de los caucus de Iowa la carrera republicana se ha convertido en pelea enloquecida en la que todo vale, nadie parece tener la receta adecuada y cuatro o cinco candidatos aspiran con posibilidades de obtener la nominaci¨®n.

Ninguno de los aspirantes parece tener la receta adecuada

El debate que los republicanos sostuvieron ayer en Des Moines - el ¨²ltimo antes de que empiece la temporada de primarias- quiz¨¢ no sirvi¨® de mucho para modificar las encuestas, que le dan una ventaja a Rudy Giuliani de unos 10 puntos sobre Mike Huckabee en el conjunto de la naci¨®n, pero que pronostican la sorprendente victoria de este ¨²ltimo -casi un desconocido hace dos semanas- en Iowa y en New Hampshire. Mitt Romney, Fred Thompson y John McCain marchan por detr¨¢s pero no pueden ser descartados en una contienda imprevisible.

Como exigen las bases republicanas en la actualidad, los candidatos entraron en el debate de ayer en una disputa por demostrar qui¨¦n de ellos era m¨¢s conservador en todos los ¨¢mbitos: inmigraci¨®n, seguridad, pol¨ªtica exterior, religi¨®n, moral o impuestos. "La condici¨®n m¨¢s importante de quien sea el pr¨®ximo presidente es que sea un conservador, en todas las facetas de la vida y de la pol¨ªtica", dijo Romney.

Tambi¨¦n, por lo que se vio, en lo que respecta a uno de los asuntos de moda: la amenaza ecol¨®gica. Cuando la conductora del debate pregunt¨® quienes cre¨ªan que el cambio clim¨¢tico era una realidad, s¨®lo dos candidatos levantaron la mano, John McCain y Rudy Giuliani, y s¨®lo el primero defendi¨® la necesidad de actuar urgentemente para hacerle frente.

A diferencia de debates anteriores, ¨¦ste tuvo una parte importante dedicada a la econom¨ªa, lo que confirma, por otra parte, una tendencia del electorado a revertir el orden de sus preocupaciones y poner la situaci¨®n econ¨®mica por delante de la guerra de Irak.

La receta en esta materia fue, por parte de todos, la de reducir el gasto p¨²blico y recortar los impuestos. "Dejemos el dinero en los bolsillos de los norteamericanos y veremos como la econom¨ªa crece de inmediato", dijo Giuliani. M¨¢s lejos que nadie fue Thompson, que advirti¨® que ser¨ªa necesario aumentar en el futuro el gasto en seguridad y que ese dinero hab¨ªa que sacarlo de recortes en el sistema de seguridad social.

Mike Huckabee confirm¨® el buen momento que las encuestas le reconocen en la actualidad en una pregunta en la que intent¨® poner calma en medio de una campa?a muy tensa. Preguntados todos los candidatos sobre cu¨¢les ser¨ªan sus prioridades en su primer a?o en la Casa Blanca, Huckabee, afirm¨® que "lo m¨¢s urgente es unir a este pa¨ªs muy polarizado actualmente". "Yo quiero ser el presidente de todos los norteamericanos, acabar con toda esta divisi¨®n y ponernos a trabajar juntos".

Huckabee, que ha ascendido tan vertiginosamente haciendo bandera de su condici¨®n de pastor protestante, manifest¨® que, una vez en la presidencia, el ¨²nico principio de su fe que ser¨ªa trasladado a la pol¨ªtica es el de que "todos los hombres son creados iguales y con los mismos derechos".

Giuliani y Romney coincidieron en sus tres primeros objetivos: ganar la guerra contra el terrorismo, frenar la inmigraci¨®n ilegal y reducir el gasto p¨²blico. McCain explic¨® que su prioridad ser¨ªa la de "garantizar la seguridad de Estados Unidos".

El ex alcalde de Nueva York se defendi¨® de las acusaciones recibidas en los ¨²ltimos d¨ªas por ocultar algunas de las actividades pol¨¦micas conducidas por su despacho de abogados -entre otras, contratos en Oriente Medio y en Venezuela - y asegur¨® que la suya ser¨ªa la Casa Blanca m¨¢s transparente de la historia.

Giuliani se vio tambi¨¦n a la defensiva para explicar que, aunque personalmente est¨¢ en contra del aborto, cree que es un asunto de conciencia en el que hay que dejar que los Estados legislen.