De Norte a Sur
Luciana Souza (S?o Paulo, 1966) es hija del cantante y compositor Walter Santos y la letrista y productora Tereza Souza, y ahijada de Hermeto Pascoal. Trabaja con m¨²sicos de jazz como el pianista Danilo P¨¦rez, la directora Maria Schneider -"siempre que puedo toco con ella"- o el trompetista Kenny Wheeler; ha puesto m¨²sica a Neruda y a Elizabeth Bishop, y ha cantado con la Boston Symphony Orchestra, la Bach Akademie Stuttgart o la Britten Sinfonia. Para The new bossa nova, grab¨® canciones de Leonard Cohen (Here it is), Brian Wilson (God only knows) o Randy Newman (Living without you), y Never die young, a d¨²o con James Taylor. El disco, con la elegancia de la mejor bossa nova, lo produce Larry Klein, que ha trabajado para Joni Mitchell o Madeleine Peyroux, y es ahora su marido. "Me parece estar siempre comenzando, que a¨²n estoy al principio", asegura.
"Puedes sentarte en un sitio y desconectar, y pasar a ser un observador, o zambullirte en la cultura. Yo opt¨¦ por ambas cosas"
"Me gusta mucho cantar jazz y m¨²sica brasile?a, pero soy insaciable. La m¨²sica tiene mucho que ver con la b¨²squeda del placer"
Con 18 a?os, y sin hablar una palabra de ingl¨¦s, hizo la maleta y se fue a Boston. "Mi hermano estudiaba en la Berklee y me dijo: 'Luciana, tienes que venir'. Yo quer¨ªa ser cantante de be-bop a toda costa. En 1976 viaj¨¦ con una beca para tres meses. Durante tres a?os trabaj¨¦ como camarera, limpiando casas. Tambi¨¦n daba clases de portugu¨¦s o de m¨²sica. Fue duro, pero las experiencias musicales, tan gratificantes, que mereci¨® la pena".
Brazilian Duos (2002) y Duos 2 (2005) son dos discos de voz y guitarra con repertorio brasile?o, mientras que Norte e sul/North and south (2003) re¨²ne cl¨¢sicos brasile?os y estadounidenses. "Me di cuenta un d¨ªa de que llevaba la mitad de mi vida en Estados Unidos. Cuando vives en otro pa¨ªs siempre te sientes extranjero. Camino por Nueva York con pasaporte estadounidense, pero en el fondo siempre voy a ser brasile?a. Lo interesante es que puedes sentarte en un sitio y desconectar, y pasar a ser un observador, o zambullirte en la cultura. Yo opt¨¦ por ambas cosas", dice. "En cada lugar puedo ser cualquier cosa. Pensaba que me iba a provocar un mayor conflicto existencial, qui¨¦n soy yo y esas cosas, pero no. Es impresionante c¨®mo nos adaptamos".
"A veces me pregunto: 'Si viviera en Brasil, ?qu¨¦ har¨ªa yo all¨ª?'. A pesar de que me gustan mucho Guinga, Rosa Passos... Pero all¨ª si no logras hacer m¨²sica comercial no existes. En Estados Unidos he conseguido vivir con dignidad. No hago una grabaci¨®n que no quiera. Hoy tengo la libertad de decir que no. Creo que es un camino m¨ªo que nadie m¨¢s va a seguir. Habr¨¢ quien lo rechace, que piense que soy mala, que estoy equivocada. Ese debate, ese conflicto, es el que quiero provocar".
De ni?a hac¨ªa anuncios para la radio. "Hace tres a?os, por Navidad, mi padre me grab¨® un CD con todo aquello. Hasta los 12 a?os no tuvimos televisi¨®n y crecimos con instrumentos. Los amigos m¨²sicos que viajaban y no ten¨ªan d¨®nde dejar las cosas lo dejaban todo en casa de mis padres. Hab¨ªa dos pianos desafinados, guitarras, bater¨ªas..., y crecimos toc¨¢ndolo todo. Recuerdo ese est¨ªmulo, esa libertad, y siempre escuchando con mucho respeto", cuenta. "?ramos cinco hijos y en casa siempre hab¨ªa almuerzo y cena. Muchos m¨²sicos pasaban hambre y sol¨ªa haber ocho o diez comiendo. Mi madre estiraba la comida. Alguien tra¨ªa una botella de whisky brasile?o horrible y se pasaban toda la noche tocando. Y los ni?os baj¨¢bamos las escaleras para ver qui¨¦n estaba all¨ª".
"Hermeto [Pascoal] me dec¨ªa que no le tuviera miedo a la m¨²sica. Las personas siempre quieren que t¨² seas una cosa, es m¨¢s f¨¢cil de entender, porque si t¨² eres esto, eso y aquello, es m¨¢s complicado. Si alguien me propone algo y me interesa, lo hago. A veces el resultado es horrible, pero otras muchas es maravilloso. As¨ª me enriquezco y aprendo".
En 2004 grab¨® a Neruda en ingl¨¦s. "Mi madre recitaba poes¨ªa en casa y crec¨ª oyendo a Fernando Pessoa, Carlos Drummond de Andrade y Neruda, que escribi¨® sobre las cosas m¨¢s mundanas y las m¨¢s sublimes, el amor y la silla. Cuando empec¨¦ a leer sus poemas, y como vivo hace m¨¢s de veinte a?os en Estados Unidos, me resultaba m¨¢s f¨¢cil leer en ingl¨¦s que en espa?ol. El espa?ol se parece al portugu¨¦s, pero no tiene el ritmo del portugu¨¦s. Musicalmente, para m¨ª, Neruda no es un dos por cuatro. La mayor¨ªa de la m¨²sica brasile?a est¨¢ en dos por cuatro o cuatro por cuatro, y para m¨ª Neruda es como un vals, y me quedaba enredada r¨ªtmicamente. Ca¨ª en la cuenta de que el ingl¨¦s me ofrec¨ªa eso. Busqu¨¦ traducciones que ¨¦l hubiese aprobado en vida. Y pens¨¦ que ah¨ª estaba el permiso para hacerlo".
En 2000 ya hab¨ªa grabado The poems of Elizabert Bishop and other songs. "Todo es por mi madre y la influencia de la familia. Soy muy obvia en ese sentido [se r¨ªe]. Tuve la suerte de tener una infancia muy rica. ?Qui¨¦n crece hoy con m¨²sica y poes¨ªa? Las personas crecen con el Nintendo y el ordenador".
Luciana Souza tambi¨¦n visita la m¨²sica cl¨¢sica contempor¨¢nea. "Osvaldo Golijov me escuch¨® en la radio y en 1996 escribi¨® una obra para m¨ª. Luego me llam¨® para La Pasi¨®n seg¨²n San Marcos. Son trabajos con orquestas sinf¨®nicas que hago de forma regular. Aprend¨ª El amor brujo, de Falla, y Siete canciones populares espa?olas. Y tambi¨¦n una cosa linda de Luciano Berio. Tengo que cantar con micro, pero hay directores de orquesta a los que les gustan el sonido y la textura de mi voz, y la quieren usar. Me gusta mucho cantar jazz y m¨²sica brasile?a, pero siento curiosidad por otras cosas. Soy insaciable. La m¨²sica tiene mucho que ver con la b¨²squeda del placer".
The new bossa nova est¨¢ editado por Universal.
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