Calendario en candelero
Est¨¢ visto que si no sales desnudo en un calendario no eres nadie. Yo estoy preparando el m¨ªo para salir del ninguneo al que me est¨¢n sometiendo quienes conspiran activamente contra m¨ª. ?Por qu¨¦ no soy portada de la revista People? Pues porque hay ciertos cabritos que me est¨¢n invisibilizando, lo s¨¦, listillos. Estoy tan convencido de lo mucho que cambiar¨ªa mi suerte con el calendario que le he brindado la idea al lehendakari. Pero me da miedo, es tan suyo -basta con ver c¨®mo se refiere a s¨ª mismo en tercera persona, tal y como hac¨ªa C¨¦sar-, que en vez de un calendario har¨ªa un taco de mesa para que le estuvi¨¦ramos viendo cada d¨ªa del a?o, y no como hace el personal, que se conforma con que le miren sus hechuras una vez al mes ya que acepta que el usuario se acostumbra tanto a ellas que no le importa que levanten subrepticiamente la siguiente hoja para ver qu¨¦ pinta tiene el desnudo de febrero. Y es que no hay calendario sin pol¨¦mica.
El calendario electoral es otra cosa. Ah¨ª se trata de revestir cualquier oferta
A las chicas de Ryanair les critican por haber salido ligeras de ropa, achac¨¢ndoles la cosificaci¨®n y objetualizaci¨®n del cuerpo femenino, que no se admite ni aun con fines caritativos, hum, de altos vuelos, no s¨¦ si me explico. Tampoco escapa a la pol¨¦mica el calendario vaticano. ?Qu¨¦ pintan tantos curas guapos exhibi¨¦ndose? ?O es que sacarlos de cuello para arriba y con sotana no sirve para alimentar lujurias? Estoy temblando por lo que podr¨ªa suceder si se invirtiese la ¨®ptica de ambos calendarios, vamos, que las chicas de Ryanair s¨®lo ense?aran la cara y, en cambio, los curillas vaticanos posasen en tanga. Apuesto a que llegaba m¨¢s dinero a las misiones que a las ONG.
Antes estas cosas se solventaban en los talleres. Quiero decir que la muchacha espectacular en bikini era cosa solamente de chapistas y camioneros. Incluido el calendario Pirelli -una marca de neum¨¢ticos a la postre, o sea carne de taller-, que se limit¨® a sofisticar las carrocer¨ªas elevando con ello el list¨®n de los carroceros: ?se cre¨ªan tan distintos que llevaban esmoquin en vez de buzo! Por lo que se refiere a la caridad, se limitaba ¨¦sta al calendario de bolsillo vendido por los alumnos que quer¨ªan financiarse el viaje de estudios. En este caso el calendario iba, por razones obvias, desnudo, desnudo de im¨¢genes desnudas. El calendario electoral es otra cosa. Ah¨ª la impudicia consiste en el mentir. ?La verdad desnuda? ?Qu¨¦ va! Se trata de revestir cualquier oferta con los ropajes de la ilusi¨®n a fin de remover los m¨¢s bajos instintos. Ha habido calendario electoral que se ha ofrecido de tapadillo como anta?o se ofrec¨ªan los condones y las revistas pornogr¨¢ficas en los bolsillos interiores de un abrigo que se desplegaba de un golpe exhibicionista. Aunque puede que est¨¦n cambiando las tornas y los querubines Blanco y Acebes se pongan a ense?ar cacha electoralista y a lanzarnos gui?os para que les votemos. ?O ser¨¢ para que les arranquemos las hojas?
Corren rumores de que Madrazo en vez de calendarios va a protagonizar relojes de arena para expresar lo poco que le interesa el AVE de la velocidad. Y de que Otegi s¨®lo quiere que le faciliten pizarrines a fin de ir tachando los d¨ªas que pasa a la sombra. En cambio, Idoia Zenarruzabeitia ha rechazado una buena oferta de agendas porque no quiere que le pintarrajeen encima. Todo va a ser una cuesti¨®n de tiempo, como dir¨ªa el Calendario Zaragozano.
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