Una tienda tira en la calle 500 contratos con datos de clientes
The Phone House se arriesga a una multa de 600.000 euros
"Me parece muy mal". Silencio. "Alucino". M¨¢s silencio. "Siento una indignaci¨®n total", repite Jos¨¦ Mar¨ªa, asustado. En conversaci¨®n telef¨®nica, no puede creerse que la persona al otro lado de la l¨ªnea conozca muchos de sus datos personales m¨¢s sensibles. Jos¨¦ Mar¨ªa es uno de los aproximadamente 500 clientes de una tienda The Phone House en la calle de Fuencarral, n¨²mero 119 cuya informaci¨®n privada fue abandonada el pasado domingo 9 de diciembre en la calle sin haber sido destruida previamente.
El comercio debi¨® de decidir hacer limpieza durante el fin de semana. Tiraron muchas cosas y las abandonaron justo enfrente de la tienda, sin siquiera depositarlas en un contenedor o una papelera. Entre los desperdicios hab¨ªa siete archivadores, tres de ellos repletos, de contratos de telefon¨ªa m¨®vil. En las fichas, de Movistar o la desaparecida Airtel (ahora, Vodafone), hay nombres, apellidos, direcciones particulares y de empresas, n¨²meros de tel¨¦fono fijo y m¨®vil, cuentas bancarias, fotocopias de DNI o carn¨¦ de conducir, e incluso fotocopias de documentos notariales de empresas y de libros de familia. Seg¨²n la Agencia de Protecci¨®n de Datos, esto podr¨ªa acarrear una multa de hasta 600.000 euros. Una portavoz indica que piensan investigar lo sucedido para esclarecer si The Phone House ha violado la Ley de Protecci¨®n de Datos.
"Vi que hab¨ªa mucha gente rebuscando en la basura y me acerqu¨¦ a ver qu¨¦ pasaba", cuenta B. T., una ciudadana que paseaba por la calle de Fuencarral a las 21.30 junto con unos familiares y amigos. "Me fij¨¦ en los archivadores. Mir¨¦ y hab¨ªa cientos de contratos telef¨®nicos, as¨ª que llam¨¦ a la polic¨ªa", explica. La documentaci¨®n pertenec¨ªa a la tienda The Phone House, situada justo enfrente de donde hab¨ªa sido abandonada la documentaci¨®n. La polic¨ªa municipal se llev¨® los papeles y, seg¨²n su portavoz, fueron puestos a disposici¨®n del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa. ?stos lo han remitido a un juez. Fuentes de ambos cuerpos policiales confirman lo hallado en Fuencarral.
Este peri¨®dico llam¨® la semana pasada a quince de los afectados. De ellos, cuatro no correspond¨ªan a ning¨²n cliente y otros cuatro no contestaron. Pero los siete restantes se quedaron bastante sorprendidos al recibir la llamada de un periodista: "Hemos elegido su n¨²mero al azar porque est¨¢ entre parte de los encontrados en un contenedor de basura junto a decenas de datos personales". Al otro lado, siempre el estupor. Y la reacci¨®n diversa de las personas, desde el que se queda callado e incr¨¦dulo, como Jos¨¦ Mar¨ªa, hasta quien lanza todo tipo de improperios y promete denunciar a The Phone House. Fayed pertenece a ese club: "Me parece una cerdada. Son unos sinverg¨¹enzas. Deber¨ªan quemar esos papeles o hacer lo que sea, pero no tirarlos as¨ª". C¨¦sar tambi¨¦n estaba indignad¨ªsimo y aseguraba que "es como para denunciar", si se demostraba lo sucedido. Muy enfadado, no se cortaba un pelo: "Son unos hijos de puta". M¨¢s tranquila, pero no menos cabreada, Laura respond¨ªa con un elocuente "eso no se pregunta" al periodista. "?A qui¨¦n le pueden interesar mis datos? No doy cr¨¦dito, deber¨ªan haberlos destruido", opinaba.
En la tienda The Phone House de la calle de Fuencarral, n¨²mero 119, el encargado asegura que todo podr¨ªa tratarse de un error: "Obviamente, no hacemos esto nunca". Pero m¨¢s all¨¢ de esa declaraci¨®n, nada. "No podemos hablar", dec¨ªa. Carlos Grima, director de marketing y clientes de la compa?¨ªa, explica el porqu¨¦: "Es una norma general para que no se facilite informaci¨®n confidencial". No es un chiste, pero lo parece, teniendo en cuenta el poco cuidado que sus empleados parecen haber tenido precisamente con la confidencialidad... de los dem¨¢s. Grima asegura que no se explica lo ocurrido. "Las 400 tiendas de Espa?a tienen que enviar todos los contratos a un almac¨¦n central que tenemos en Coslada", cuenta. ?Por qu¨¦ estaban los contratos en la tienda? "Quiz¨¢ pertenezcan a Vivavoce, una cadena que compr¨® The Phone House", cuenta. Sin embargo, entre los contratos lanzados a la basura, los hay de ambas compa?¨ªas. Y, aunque no los hubiera, seguramente no ser¨¢ excusa ni para el juez ni para la Agencia de Protecci¨®n de Datos.
"Un sistema garantista"
La Ley de Protecci¨®n de Datos establece las infracciones entre leves (de 600 a 60.000 euros de multa), graves (entre 60.000 y 300.000 euros) o muy graves (desde 300.000 hasta 600.000 euros). "Espa?a tiene un sistema muy garantista, de los m¨¢s avanzados de la Uni¨®n Europea", se?ala la portavoz. En casos similares al acontecido con The Phone House (abandono de datos personales en contenedores de basura), las multas se han apoyado por norma general en la vulneraci¨®n de los art¨ªculos 9 y 10 de la ley, que hablan de la obligaci¨®n de "garantizar la seguridad de los datos y evitar su p¨¦rdida, alteraci¨®n o tratamiento".
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