La familia pol¨ªtica secuestra a una menor para exigir la dote

Una boda pactada entre las familias de dos adolescentes de etnia gitana acab¨® con el secuestro de la novia, una joven de 16 a?os a quien la familia de su esposo, de 14 a?os, ten¨ªa retenida en una vivienda de Lloret de Mar (Girona) bajo amenazas de prostituirla si sus parientes no pagaban 80.000 euros de dote. La joven fue localizada por la polic¨ªa nacional en un piso de esa poblaci¨®n y liberada.

Seg¨²n la investigaci¨®n, la chica llevaba una semana encerrada en una habitaci¨®n, retenida contra su voluntad y vigilada por familiares de su esposo, que exig¨ªan el dinero para pagar la mitad de los gastos de la ceremonia.

El enlace se celebr¨® por el rito gitano hace dos meses en Bruselas, donde reside la familia de la novia, de origen roman¨ª y natural de la antigua Yugoslavia. Pero el destino de la joven pareja era Lloret de Mar, donde residen los parientes del joven. Seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n, la menor fue trasladada "a la fuerza" a Espa?a.

Tras la ceremonia, continuaron las disputas sobre el dinero y los padres del novio decidieron tomar medidas. Para empezar, prohibieron a la reci¨¦n casada contacto con su madre, a la que ni pod¨ªa llamar por tel¨¦fono. Despu¨¦s llegaron las amenazas: si no pagaban 80.000 euros para pagar su parte de los gastos de la boda, pondr¨ªan a la chica en una casa de citas.

Desesperada ante esta posibilidad, la madre de la joven puso el caso en conocimiento de la polic¨ªa belga, que contact¨® con agentes espa?oles. Gracias una llamada telef¨®nica realizada por los raptores para exigir el pago de la dote, las fuerzas de seguridad pudieron localizar el domicilio donde se hallaba retenida la menor.

Los tres secuestradores son dos hombres y una mujer, familiares del novio. Se trata de Slobodan D., de 58 a?os, y Misa T., de 38 a?os, ambos de la antigua Yugoslavia, y Suzane D., de 35 a?os y nacida en Italia.

La noticia caus¨® sorpresa ayer entre la comunidad gitana de Lloret de Mar, donde residen centenares de vecinos de esa etnia.

El presidente de la Asociaci¨®n Gitana de Lloret, Antonio Silva, declar¨®: "Esto no es normal. Cuando hay una boda, las familias corren con los gastos a medias, unos ponen los muebles, otros el piso y no suele haber problema. Al menos, no en Espa?a".