"Ni a quien gobierna ni a la oposici¨®n les preocupa la debilidad de las instituciones"
Est¨¢ muy relajado, como liberado de un enorme peso. Lo ha sido casi todo en pol¨ªtica, y ahora, despu¨¦s de enfrentarse con muchos, incluidos algunos dirigentes clave de su propio partido, lo deja todo. Manuel Mar¨ªn (nacido en Ciudad Real hace 58 a?os) habla con libertad y sin tapujos sobre la legislatura que le ha tocado presidir.
Pregunta. La legislatura termina como empez¨®, hablando de ETA y con los dos principales partidos divididos. ?Sin tregua todo hubiera sido diferente?
Respuesta. El tema ETA aparece en esta legislatura vinculado a la comisi¨®n de investigaci¨®n del 11-M, que ha marcado el primer a?o y en realidad toda la legislatura.
P. ?Fue la comisi¨®n un error?
R. No, pero yo creo que las comisiones de investigaci¨®n no est¨¢n bien resueltas en nuestro Parlamento. Si hay un proceso judicial paralelo, en el momento en que se produce una imputaci¨®n deber¨ªa interrumpirse el trabajo parlamentario. La comisi¨®n se alarg¨® en exceso y gener¨® una distancia extraordinaria entre los dos grandes partidos que ya no se pudo recortar. Ni siquiera la impresionante intervenci¨®n de la se?ora Manj¨®n consigui¨® unirnos.
MANUEL MAR?N Presidente del Congreso de los Diputados
"El 11-M marc¨® una distancia entre PP y PSOE que ya no se pudo acortar"
"Habr¨ªa que ampliar a 400 los diputados, con un colegio nacional de 50"
P. La responsabilidad de la comisi¨®n es de PSOE y PP, ?no?
R. Evidentemente, aunque tambi¨¦n ayud¨® la presi¨®n de los medios de comunicaci¨®n. A m¨ª me pareci¨® que la comisi¨®n del 11-M era innecesaria porque el pueblo ya hab¨ªa juzgado, hab¨ªa votado. Para m¨ª era un problema resuelto. La tensi¨®n generada por la comisi¨®n hizo que en el primer a?o no se pudiera acordar nada, por ejemplo, sobre la reforma constitucional, donde se podr¨ªa haber avanzado bastante. A partir de ese pacto, se podr¨ªa haber buscado un acuerdo sobre el modelo territorial.
P. Pero las cosas fueron de otra manera.
R. S¨ª, y no se pudo hacer esa reforma constitucional que estaba en el programa de Gobierno. Yo, por ejemplo, cre¨ª que no era conveniente que intervinieran Aznar y Zapatero en la Comisi¨®n del 11-M. En su momento lo dije y fue mal entendido.
P. ?El 11-M ha impedido que la legislatura sea normal?
R. S¨ª, claro. El 11-M domina el primer a?o. Ese condicionamiento es determinante para una legislatura muy dura, donde se han trascendido algunas normas elementales. Y, sin embargo, hemos sido capaces de poner en marcha leyes fundamentales de derechos civiles y pol¨ªtica social. Curiosamente, en esta legislatura tan contradictoria nos hemos convertido definitivamente en un pa¨ªs socialdem¨®crata. Caldera anunci¨® hace poco que Espa?a sacaba al mercado internacional de capitales la remuneraci¨®n de los fondos de la seguridad social. ?Y no nos damos cuenta de que ya somos como suecos o daneses, que hay solo siete pa¨ªses que hacen eso que ha hecho Espa?a!
P. ?A qu¨¦ se refiere cuando critica que se haya perdido el sentido del l¨ªmite?
R. S¨®lo hab¨ªa dos instituciones en Espa?a que estaban en el ¨¢mbito del llamado respeto institucional: el Tribunal Constitucional y la Monarqu¨ªa. En esta legislatura se ha perdido tambi¨¦n ese l¨ªmite. Yo creo que, con el respeto que me merece un pa¨ªs que admiro, estamos en un acelerado proceso de italianizaci¨®n de nuestra pol¨ªtica. Y eso me preocupa mucho. El Congreso puede convertirse en un Montecitorio, donde hay unos representantes que discuten bastante agriamente de sus problemas y luego una sociedad muy potente que marcha sola. Prefiero a Monet: "Los hombres pasan; las instituciones permanecen".
P. ?Para usted la Monarqu¨ªa est¨¢ en peligro?
R. No, para nada. Creo que ha sido y es sumamente ¨²til para nuestro pa¨ªs. Y el que se sienta republicano, que lo diga, no pasa nada.
P. ?Tambi¨¦n se refer¨ªa a los l¨ªmites en la relaci¨®n entre los pol¨ªticos?
R. S¨ª. Yo no s¨¦ c¨®mo se puede decir en un Parlamento al presidente Zapatero: "Est¨¢ usted m¨¢s pendiente de los terroristas que de las v¨ªctimas". Es atroz, es una crueldad, y lo dijo Zaplana.
P. ?Por qu¨¦ dice que se sinti¨® muy solo?
R. Porque empec¨¦ con mucha ilusi¨®n. Zapatero me pidi¨® que sacara adelante la reforma del reglamento para hacer un Congreso m¨¢s vivo, m¨¢s pegado a la actualidad. Lo he intentado hasta seis veces. Primero me dijeron que el trabajo hab¨ªa sido excelente pero no era el momento oportuno. Cuando logr¨¦ ese momento, me sorprendieron con la teor¨ªa de las circunstancias han cambiado [Sonr¨ªe]. Yo soy muy cartesiano, creo en el orden, que no es un valor de la derecha ni de la izquierda, y se puede comprender mi profunda desaz¨®n intelectual. No entend¨ª por qu¨¦ se promov¨ªa una reforma para no sacarla adelante.
P. ?Lo entiende ahora? ?Por qu¨¦ no se hizo?
R. Porque no se quiere hacer. Porque en ¨²ltimo t¨¦rmino, y eso es algo que me preocupa de la visi¨®n de gobernabilidad del pa¨ªs, ni a quien gobierna ni a quien pueda gobernar le preocupa que las instituciones est¨¦n debilitadas.
P. ?Ha habido alg¨²n distanciamiento con Rubalcaba y Zaplana por este proceso?
R. En esos dos a?os, mis relaciones con estos portavoces no fueron f¨¢ciles. Si yo no me hago respetar, dos pol¨ªticos tan expansivos y potentes como ellos me hubieran comido con patatas fritas.
P. ?Con qu¨¦ Parlamento so?aba usted?
R. Yo admiro el modelo anglosaj¨®n. No me gusta el parlamentarismo filibustero y de emboscada, el que utiliza la gresca. ?Por qu¨¦ cuando TVE hace el programa Tengo una pregunta para usted hay siete millones de personas que est¨¢n viendo la tele dos horas? A la gente le interesa la cosa p¨²blica, much¨ªsimo, pero no la gresca.
P. ?Le ha gustado c¨®mo se ha enfocado el debate territorial?
R. Ha sido sorprendente. Lleno de tacticismo. El resultado de los dos ¨²nicos referendos, Catalu?a y Andaluc¨ªa, y menos mal que los otros estatutos no lo precisaban, ha demostrado que la ciudadan¨ªa no ha cre¨ªdo que ¨¦ste fuera un debate fundamental. La sociedad se ha sentido muy lejana de unos debates que crispaban mucho el ambiente pol¨ªtico, pero s¨®lo en Madrid y sus aleda?os.
P. ?Y el proceso de paz?
R. Ah¨ª tengo muy claro que es obligaci¨®n de todo presidente del Gobierno intentar la paz en el Pa¨ªs Vasco, y Zapatero merece el respeto y el apoyo de todo el mundo aunque haya salido mal. Lo tengo clar¨ªsimo. Ah¨ª s¨ª hubo conexi¨®n con la opini¨®n p¨²blica, porque a pesar de algunos ataques desmedidos, la ciudadan¨ªa s¨ª sinti¨® que Zapatero cumpl¨ªa con su obligaci¨®n. Pero tengo dudas de que en el debate territorial haya sucedido lo mismo.
P. ?El debate territorial fue el gran error de Zapatero?
R. Ha sido un error de todos. Yo creo que Espa?a necesita una soluci¨®n federal, o cuasifederal en algunos aspectos. Pero esto precisa un ejercicio de programaci¨®n, de debate y de pacto. El federalismo es algo muy serio y fundado en el principio de lealtad institucional. No se puede improvisar cada semana.
P. ?Cree que se deber¨ªa reformar la ley electoral?
R. Para resolver los problemas de la diversidad en Espa?a deberemos aportar soluciones pr¨®ximas al federalismo. Pero una cosa es esto y otra el correcalles y la subasta abierta en que, a veces, se ha convertido la legislatura. Creo que ha llegado el momento de cambiar la ley. Y la f¨®rmula mejor, que no obliga a cambiar la Constituci¨®n, es ampliar el n¨²mero de diputados de 350 a 400 y hacer con esos 50 un colegio nacional ¨²nico. Es una demanda de Izquierda Unida.Tambi¨¦n la defiende Peces-Barba y es una buena soluci¨®n.
P. ?Pas¨® momentos malos?
R. Con los dirigentes parlamentarios del PP fue imposible. Seg¨²n su portavoz, era el peor presidente de la historia de la democracia. Algunos aliados estrat¨¦gicos del PSOE, como ERC, me hicieron sufrir, y luego escandalizarme cuando me explicaron lo que pasaba.
P. ?Qu¨¦ pasaba?
R. Me dijeron que ERC iba a ser aliado de gran fiabilidad en las votaciones de los martes y los jueves. Pero los mi¨¦rcoles, en la sesi¨®n de control, el momento m¨¢s medi¨¢tico de la semana, el acuerdo inclu¨ªa que pod¨ªan zurrarle a tope a Mar¨ªn, un se?or que ten¨ªa pinta de antiguo, era vieja guardia socialista y centralista. As¨ª pon¨ªan de manifiesto su combate en Madrid en defensa de la identidad catalana. Se organiz¨® una especie de campeonato de tiro al pich¨®n contra el presidente del Congreso.
P. Se le ve con pasi¨®n por la pol¨ªtica y con ideas. ?Por qu¨¦ lo deja?
R. Porque he llegado al l¨ªmite de mis posibilidades. Por encima de m¨ª tengo al Rey y al presidente del Gobierno, y no he aspirado nunca a ninguna de las dos cosas. Era imposible que yo repitiera. Soy cartesiano: me imaginaba la cara de pitorreo de las bancadas si hac¨ªa otro discurso prometiendo la reforma del reglamento.
P. ?Se va con amargura?
R. Me voy sorprendido, pero gratificado por haber descubierto las teor¨ªas del momento oportuno y de las circunstancias han cambiado.
P. ?Le duele la manera en que se conoci¨® su sucesor antes incluso de que usted anunciara que lo deja?
R. Vivimos en el mundo de las innovaciones. Mi idea es que hay que respetar las formas y las instituciones. Si este tipo de innovaciones se generaliza en Espa?a puede ser desastroso. Imag¨ªnese nombrar a concejales, alcaldes, consejeros auton¨®micos, presidentes auton¨®micos, poderes del Estado casi con un a?o de antelaci¨®n. ?Un aut¨¦ntico pandemonio!
CUATRO MOMENTOS MALOS. Acusado de catalanofobia
- El fracaso de la reforma del reglamento. "Ah¨ª descubr¨ª las teor¨ªas del momento oportuno y de las circunstancias han cambiado".
- Las cr¨ªticas de ERC. "Me acusaron de catalanofobia, de ser un genocida cultural".
- Los ataques del PP. "Las relaciones con Rajoy fueron correctas, pero el comportamiento de algunos portavoces de su grupo ha sido de una falta notable de respeto. Lo de menos es la an¨¦cdota de la expulsi¨®n de Vicente Mart¨ªnez Pujalte, ha habido cosas muy feas que prefiero no contar".
- El impostor del holocausto. "Puse en marcha el Memorial del Holocausto. Espa?a era de los pocos pa¨ªses que no lo ten¨ªan. Trajimos a Enric Marco, de la Amical de Mauthausen. Fue muy emotivo. [La vicepresidenta] Carme Chac¨®n se ech¨® a llorar. A los pocos d¨ªas, lleg¨® el comisario del Congreso y me dijo: 'Tenemos informaci¨®n de que [Marco] es un impostor, nunca estuvo en Mauthausen'. Ped¨ª perd¨®n a todo el mundo pero fue un momento muy amargo".
CUATRO BUENOS MOMENTOS. Matrimonio homosexual
- El debate sobre el plan Ibarretxe. "Puso al Parlamento espa?ol a la altura de los mejores de Europa. Todas las partes se dijeron cosas duras, pero con qu¨¦ dignidad. ?Qu¨¦ Parlamento europeo hubiera aguantado que uno de sus territorios diga 'me quiero ir'? La respuesta de las Cortes fue ejemplar".
- La ley de matrimonio homosexual. Me result¨® muy emocionante la reacci¨®n de los beneficiados que estaban en la tribuna [de p¨²blico] . Signific¨® reconciliar al Estado con gentes que hab¨ªan sufrido mucho en su vida".
- El 30? aniversario de las primeras elecciones. "Me reprocharon que hiciera un acto muy mon¨¢rquico, pero creo que es lo que hab¨ªa que hacer. Dije lo que pienso, que la generaci¨®n de la transici¨®n es de las pocas que han tenido ¨¦xito, y que el Rey forma parte de la memoria hist¨®rica de Espa?a".
- La ley contra la violencia de g¨¦nero. "Es un problema social importante, y se aprob¨® por unanimidad. Los dos partidos tuvieron sentido del l¨ªmite".
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