El extraordinario caso de la pi?a
El anuncio es de un supermercado y aparece a toda p¨¢gina en el peri¨®dico. Ofertas imbatibles, reza el titular. Y, m¨¢s abajo, nos muestra fotograf¨ªas de distintas viandas, susceptibles de ser ingeridas en estas fiestas (tan se?aladas), con su correspondiente precio. La oferta es v¨¢lida desde el 20 de diciembre hasta el 6 de enero. Los alimentos de las fotos son, a saber: un plato de gambas congeladas, un jam¨®n gran reserva de la marca Aires de la Alpujarra, un cochinillo, un paquete de salm¨®n envasado y una pi?a tropical. Y yo entiendo lo del jam¨®n, lo de las gambas y lo del cochinillo. Me cuesta un poco m¨¢s entender lo del salm¨®n. Pero lo que no entiendo de ninguna manera es lo de la pi?a.
Si se patrocina a la pi?a por Navidad es por costumbre, no por 'glamour'
Hace a?os, la pi?a era un alimento ex¨®tico. Costaba conseguir pi?a. Por eso, en los lotes nos la pon¨ªan en alm¨ªbar. Y ahora nos la siguen poniendo, como explican los c¨®micos de El Club de la Comedia, pero porque s¨ª. En el supermercado, todos los d¨ªas hay pi?a de oferta. A veces hay media pi?a envasada, para que no tengas que llev¨¢rtela entera. La pi?a es tan vulgar como el mel¨®n. A m¨ª me encanta, que conste, sobre todo la parte dura que todo el mundo tira, y reconozco sus m¨²ltiples propiedades. Pero no me parece que tenga que comerla por Navidad, si en la fruter¨ªa siempre la tienen. El cochinillo es otra cosa. No ingieres cada d¨ªa un cochinillo al horno. ?Pero la pi?a s¨ª! La pi?a es como la patata. Humilde, vulgar, extraordinaria.
Con el salm¨®n ahumado pasa algo parecido. El salm¨®n ahumado, un d¨ªa, fue un alimento ex¨®tico y de lujo. Cuando no pod¨ªas comprar salm¨®n ahumado, comprabas trucha ahumada, que era m¨¢s barata. Pero de repente todo cambi¨®. Un d¨ªa aparecieron los supermercados Lidl, esos que, en la televisi¨®n, anuncian sus ofertas con una voz de hombre que canta las notas la, do. Y en los supermercados Lidl hab¨ªa salm¨®n por un tubo, en paquetes de 400 gramos. Todos nos lanzamos a comprar salm¨®n y su suerte cambi¨® para siempre. Ahora ya no mola poner salm¨®n en una comida navide?a, ni aunque el salm¨®n sea de charcuter¨ªa pija. Con la pi?a no ha pasado ni eso. La pi?a nunca tuvo la suerte del salm¨®n. Nunca fue la reina de la fiesta. Ahora ha vivido un resurgir, con los carpaccios de algunos restaurantes creativos -estos ojos han visto servir un carpaccio de pi?a (sic)-, pero nada m¨¢s.
?Por qu¨¦ se sigue patrocinando a la pi?a por Navidad, con el poco glamour que tiene? Pues por lo mismo que los antojos de las embarazadas siguen siendo las fresas con nata, a pesar de que hoy en d¨ªa las fresas con nata no tienen nada de ex¨®tico y se encuentran en cualquier supermercado paquistan¨ª abierto las 24 horas, hoy y ma?ana inclusive. Por lo mismo que seguimos abandonando a los perros en una gasolinera, en lugar de hacerlo en un paso de cebra o en un cine. Por la fuerza de la costumbre.
moliner.empar@gmail.com
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.