"No se va, Julio no se va..."

"No se va, Julio no se va y Julio no se va...", coreaba la multitud de m¨¢s de 200.000 personas que el s¨¢bado por la noche disfrut¨® en Buenos Aires del espect¨¢culo gratuito y al aire libre con el cual el bailar¨ªn argentino Julio Bocca, primera figura del American Ballet por dos d¨¦cadas, se despidi¨® de la danza, tras 27 a?os de carrera y con 40 cumplidos. Fue un adi¨®s caluroso y emocionante, en el que Bocca termin¨® llorando.

Desde el inaugural pas de trois de El Corsario, que bail¨® junto a Eleonora Cassano y Maximiliano Guerra, hasta el tema de Pink Floyd con el cual cerr¨® los numerosos bises tras dos horas y media de sudor y baile, el hombre que populariz¨® el ballet en la Argentina llev¨¢ndolo a las canchas de f¨²tbol se emocion¨® gastando su ¨²ltimo par de zapatillas con pasos de ballet cl¨¢sico, danza contempor¨¢nea y tango. Cinco pantallas gigantes repet¨ªan sus movimientos para quienes no alcanzaban a ver el escenario montado en la avenida 9 de Julio junto al Obelisco, que Bocca comparti¨® con primeras figuras, entre ellas la espa?ola Tamara Rojo, del Royal Ballet.

Cosech¨® "bravos" a granel, aplausos por toneladas, besos y abrazos (de su madre, Nancy, de su socio, Lino Patalano, y dem¨¢s amigos a los que despidi¨® en escena) y consigui¨®, hasta ¨²ltimo momento, reclutar para la danza nuevas almas, como Flavio Bertini, un cuarent¨®n que jam¨¢s hab¨ªa visto un espect¨¢culo de ballet, quien junto a su mujer, Adriana Oliveira, apechug¨® tres horas de espera para verlo bailar por ¨²ltima vez: "Im-pre-sio-nan-te", repet¨ªan todav¨ªa cuando se les preguntaba.