Disparados

Un latigazo salvaje de Baptista le dio al Madrid un triunfo capital en su visita al Camp Nou, donde el equipo de Schuster le dio lustre a su candidatura al t¨ªtulo. El Bar?a hizo lo imposible por encontrar la manera de herir a su rival, sin conseguirlo. El Madrid resisti¨® agarrado al de siempre (Casillas) y a una defensa que, liderada por Pepe, roz¨® la perfecci¨®n. Pudo sentenciar el Madrid en varios contragolpes que tir¨® por la borda, pero a punto estuvo de sucumbir ante el empuje de un Bar?a que se dej¨® la vida (y media Liga) en el empe?o. Porque el Madrid sali¨® a¨²n m¨¢s l¨ªder del estadio azulgrana y pasar¨¢ las fiestas recogido en el colch¨®n de siete puntos que le separan de su m¨¢ximo rival.

Viajaba el partido en el habitual intercambio de golpes cuando Baptista se col¨® en el ¨¢rea como un hurac¨¢n y mand¨® el bal¨®n a la escuadra de un zapatazo demoledor. El golazo hizo honor al sobrenombre del brasile?o: La Bestia. Baptista ha pasado de ser un don nadie en la plantilla a convertirse en algo as¨ª como la imagen de marca de un equipo hambriento que viaja a velocidad de crucero. Trece partidos de 17 lleva ganados, lo que no ocurr¨ªa desde hace 16 a?os.

El cl¨¢sico deja malherido al Bar?a y, sobre todo, a Ronaldinho, a quien el p¨²blico ya no perdona ni una. La derrota acent¨²a a¨²n m¨¢s el aroma a fin de ciclo que viene acompa?ando al conjunto azulgrana. Por mucho que acumulara ocasiones, siempre dio la sensaci¨®n de que el Madrid le perdonaba la vida. La estelar actuaci¨®n de Iniesta sirvi¨® de bien poco, y el equipo acab¨® agarrado al futuro, a sus dos ni?os, a Bojan y Giovani.

Pero la jornada dej¨® m¨¢s noticias aparte el Bar?a-Madrid. El Espanyol apareci¨® por el Calder¨®n, mostr¨® unas buenas dosis de f¨²tbol y derrot¨® al Atl¨¦tico, am¨¦n de arrebatarle el tercer puesto. El equipo rojiblanco no perdi¨® la cara al partido, pero con s¨®lo nueve jugadores no aguant¨® los arreones del Espanyol, que tambi¨¦n adelant¨® en la tabla al Villarreal, incapaz de ganar al Recreativo (1-1).