Un revolucionario Mozart a orillas del lago Leman
El colombiano Omar Porras recrea 'La flauta m¨¢gica' en Ginebra
El t¨¦rmino vintage se aplicaba, primero al vino, para subrayar el a?o de la vendimia, luego ha sido adoptado por la moda o la m¨²sica. Se refiere a viejas grabaciones o a los trajes que desfilaron en las pasarelas hace veinte, treinta o cuarenta a?os: el tiempo los hace mejores. Y en las grandes ciudades hay tiendas especializadas en ello, en vendernos trajes como antig¨¹edades.
Porras destaca por sus montajes esc¨¦nicos de corte pol¨ªtico y social
El director musical Gabriele Ferro reivindica los cuentos de hadas
El colombiano Omar Porras, con la colaboraci¨®n de su hermano Fredy, ha decidido que ¨¦l iba a proponer una Flauta m¨¢gica que mereciera el adjetivo vintage. Para ello hab¨ªa que olvidarse de estilizaciones wilsonianas, de la omnipresencia de las referencias mas¨®nicas, de lecturas psicoanal¨ªticas o interpretaciones on¨ªricas y esot¨¦ricas. "Se puede revisitar nuestra infancia: con la presencia de un hombre-p¨¢jaro, de un malvado, de una pobre mam¨¢, de un pr¨ªncipe y una princesa...", explica Porras. Y esa infancia comporta montajes de otra ¨¦poca, con decorados de cart¨®n pintados, con bosques de dos dimensiones pero de un gran naturalismo, con palacios recargados y efectos especiales sencillos: humo, petardos, trapas por las que aparecen y desaparecen los protagonistas. Basta con eso.
En cualquier gran teatro de ¨®pera con tradici¨®n, con m¨¢s de sesenta a?os de historia, cuando la ¨®pera parec¨ªa una forma de arte condenada a desaparecer por su inadecuaci¨®n con la ¨¦poca, se conservan maquetas o bocetos -si el fuego no ha acabado con ellos- que remiten a un gusto por el artificio que era, a la vez, m¨¢s ingenuo y m¨¢s sofisticado que el de ahora. Rescatar esos montajes, esos decorados, ese estilo del olvido es defender una ¨®pera vintage.
Porras, que el a?o pasado mont¨® un Lope de Vega en la Com¨¦die Fran?aise, que se ha hecho un nombre con montajes que no dudan en poner de relieve las implicaciones pol¨ªticas y sociales de la historias que cuenta, opta aqu¨ª por un "retorno a los mitos fundadores", que son, seg¨²n ¨¦l, "esa amalgama muy especial, entre m¨²sica, movimiento, pintura y danza que es caracter¨ªstica de mi trabajo". La verdad es que ha estado servido por una buena orquesta, "reducida para lograr construir una sonoridad delicada", seg¨²n explica su director, Gabriele Ferro, recordando que "en la ¨¦poca de Mozart las formaciones eran m¨¢s peque?as y discretas". Adaptadas a los cuentos de hadas, podr¨ªa a?adirse.
Las voces, los cantantes, siendo excelentes, destacan sobre todo por su capacidad para actuar todos en una misma direcci¨®n. Sin duda Alfred Reiter como Zoroastro y Brett Polegato como Papageno destacan, pero lo hacen sobre un grupo de gran calidad.
Porras y Ferro han ayudado a poner en relieve sus cualidades, el primero permitiendo que los int¨¦rpretes puedan expresarse con comodidad, en situaciones adecuadas para el canto y no en medio de ejercicios de gimnasia y equilibrismo, como se les exige a menudo; el segundo, tal y como queda dicho, ha llevado la orquesta a poner su volumen y timbre al servicio de las voces. Por ¨²ltimo Fredy Porras ha logrado conciliar la ingenuidad de los decorados de las viejas funciones con pocos recursos t¨¦cnicos con un gusto elegante e ir¨®nico. La flauta m¨¢gica: una peque?a maravilla que puede descubrirse en el Grand Th¨¦?tre de la ciudad del Leman hasta el 31 de diciembre.
Babelia
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