?El Rey? Muy bien, gracias
El 69% de los espa?oles dice preferir una monarqu¨ªa parlamentaria a una rep¨²blica
Juan Carlos el Breve: era la broma t¨®pica en c¨ªrculos de la oposici¨®n democr¨¢tica (y tambi¨¦n, curiosamente, en n¨²cleos ultra del r¨¦gimen) en los a?os finales del franquismo. M¨¢s de treinta a?os despu¨¦s, el rey Juan Carlos, lejos de la pronosticada fugacidad, es la figura p¨²blica mejor valorada y m¨¢s respetada por los espa?oles. Supo ganarse pronto un amplio cr¨¦dito personal, logr¨® consolidarlo y ampliarlo, y, al hacerlo, lo extendi¨® a la propia instituci¨®n que encarna. No ha sido la instituci¨®n mon¨¢rquica la que ha conferido legitimidad al Rey, sino el Rey quien ha dotado de cr¨¦dito y legitimidad social a la Corona. Una r¨¢pida ojeada a algunos de los m¨²ltiples datos de opini¨®n disponibles permite concluir que en esencia ¨¦sta es, en efecto, la opini¨®n claramente dominante entre la ciudadan¨ªa respecto del actual jefe del Estado.
El rey Juan Carlos ten¨ªa ya una imagen p¨²blica muy positiva antes del intento de golpe de Estado del 23-F
La ciudadan¨ªa parece identificarse con la Corona como instituci¨®n eficazmente vigente en la actualidad
Una buena imagen temprana. Contra lo que suele decirse, el rey Juan Carlos ten¨ªa ya una imagen p¨²blica muy positiva antes del intento de golpe de Estado del 23-F. En 1978 -apenas tres a?os despu¨¦s del final del r¨¦gimen anterior-, el Rey era ya la figura p¨²blica que obten¨ªa de la ciudadan¨ªa la m¨¢s alta puntuaci¨®n media: 6,4 en la escala convencional de evaluaci¨®n de 0 a 10. Le segu¨ªan en aquella fecha, a cierta distancia, el l¨ªder de la oposici¨®n, Felipe Gonz¨¢lez (5,6), y el presidente del Gobierno, Adolfo Su¨¢rez (5,4), mientras que el anterior jefe de Estado, Francisco Franco, apenas alcanzaba un 3,6.
Esta alta valoraci¨®n de partida del actual titular de la Corona no s¨®lo no ha experimentado erosi¨®n alguna con el tiempo, sino que m¨¢s bien se ha consolidado y aun ampliado. El Rey sigue siendo a d¨ªa de hoy la figura institucional espa?ola con mejor imagen p¨²blica, y sus 30 a?os en la jefatura del Estado son valorados ahora por la ciudadan¨ªa con un llamativo 7,0. Esta nota media es especialmente elevada entre los votantes del PP (7,8) y del PSOE (7,4), entre las personas de clase media-baja y baja (7,3), y entre los mayores de 55 a?os (7,6); es decir, entre los votantes de los dos principales partidos de ¨¢mbito nacional, entre los sectores econ¨®micamente menos favorecidos y entre quienes por su edad pudieron tener experiencia personal del r¨¦gimen anterior.
Del Rey abajo, pr¨¢cticamente ninguno. A lo largo de estos 30 a?os de reinado ya transcurridos, la figura del rey Juan Carlos ha sido, de forma constante, la mejor valorada al ser comparada con otras destacadas personalidades nacionales o extranjeras. Para los espa?oles, el Rey (con un 7,0) ocupa el primer lugar en una larga y variada lista. El pr¨ªncipe de Asturias obtiene el segundo lugar con un sustancial 6,3, por delante de la canciller de la Rep¨²blica Federal de Alemania, Angela Merkel (6,1); del ex presidente Gonz¨¢lez (5,9); de Javier Solana (5,8); del secretario general de la ONU (5,5); del Papa (5,4), y del presidente franc¨¦s, Sarkozy (5,2). La reina Isabel II de Inglaterra (con un 4,2) y, sobre todo, el actual pr¨ªncipe de Gales (con un 3,0) aparecen, por cierto, situados en la parte inferior de la lista.
Este respaldo popular a la figura del Rey se ha mantenido inalterado entre la ciudadan¨ªa incluso en situaciones potencialmente lesivas para su imagen, comprometidas o tras alguna actuaci¨®n suya m¨¢s o menos cuestionada o pol¨¦mica. Por poner s¨®lo dos ejemplos: tras la quema de im¨¢genes del Rey con ocasi¨®n de algunos incidentes recientes (especialmente en varias localidades de Catalu?a), el 91% de la poblaci¨®n espa?ola -seg¨²n datos de Metroscopia- consider¨® reprobable esa acci¨®n (si bien, s¨®lo el 45% consider¨® que debiera, adem¨¢s, constituir delito); por otro lado, y tambi¨¦n seg¨²n datos de Metroscopia, tres de cada cuatro espa?oles mayores de 18 a?os (73%) consideran que fue acertada la intervenci¨®n del rey de Espa?a en Chile al decirle al presidente venezolano, Hugo Ch¨¢vez, "?por qu¨¦ no te callas?". Este apoyo a esta intervenci¨®n del Rey es igualmente masivo en todos los estratos sociales e ideol¨®gicos: lo expresan en id¨¦nticas proporciones los espa?oles m¨¢s j¨®venes y los de m¨¢s edad, los de clase alta y los de clase baja, y los votantes del PSOE y los del PP.
Monarqu¨ªa sin mon¨¢rquicos. Pr¨¢cticamente nadie se define hoy en Espa?a como mon¨¢rquico. Pero, al mismo tiempo, pr¨¢cticamente nadie cuestiona la actual Monarqu¨ªa parlamentaria. Por un lado, ocho de cada diez espa?oles consideran que sin la presencia y la actuaci¨®n del Rey, la transici¨®n a la democracia en Espa?a no hubiera sido posible, y de forma ampliamente mayoritaria opinan que el Rey ha demostrado que la Monarqu¨ªa no era forzosamente una instituci¨®n obsoleta, que est¨¢ firmemente consolidada, y que aporta estabilidad y serenidad a la vida pol¨ªtica. Ello no impide que, simult¨¢neamente, uno de cada dos espa?oles (57%) considere que la Monarqu¨ªa ir¨¢ teniendo cada vez menos sentido a medida que pase el tiempo. La ciudadan¨ªa parece identificarse as¨ª con la Corona como instituci¨®n eficazmente vigente en la actualidad, pero sin que ello implique dar por garantizada su perdurabilidad. Lo cual, por cierto, no ocurre s¨®lo aqu¨ª: en un pa¨ªs con una tradici¨®n mon¨¢rquica tan arraigada como el Reino Unido, el 67% de la poblaci¨®n afirmaba, en 2001, que la Monarqu¨ªa seguir¨ªa existiendo en su pa¨ªs dentro de 25 a?os, pero s¨®lo un reducido 27% esperaba que lograse perdurar un siglo m¨¢s.
En todo caso, y por el momento, el 69% de los espa?oles dice preferir una Monarqu¨ªa parlamentaria como la actual a una Rep¨²blica (por la que optan el 22%). Esta preferencia es casi un¨¢nime entre los votantes del PP (91%), pero es tambi¨¦n ampliamente mayoritaria entre los votantes del PSOE (68%), y la expresan en alguna mayor medida que el resto las personas de m¨¢s edad (79%) y las de clase social media-baja o baja (76%). Como referente comparativo, en el Reino Unido -pa¨ªs que no cuenta con ninguna tradici¨®n intelectual de republicanismo significativa, y en el que lo m¨¢s cercano a una experiencia republicana fueron los cinco a?os de gobierno de Oliver Cromwell, entre 1653 y 1658-, los porcentajes de ciudadanos que en el a?o 2001 se decantaban por Monarqu¨ªa o Rep¨²blica eran milim¨¦tricamente iguales a los que se registran ahora en nuestro pa¨ªs: 70% a favor de la Monarqu¨ªa y 21% a favor de la Rep¨²blica. -
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