De Barajas al 'plan Ibarretxe'
ETA vuelve a matar, Imaz deja la jefatura del PNV y Garz¨®n arremete contra Batasuna
La materializaci¨®n, a primeros de diciembre, de la dimisi¨®n anunciada en septiembre por el presidente del PNV, Josu Jon Imaz, es el colof¨®n de un mal a?o para el Pa¨ªs Vasco. Un 2007 en el que se confirm¨® la ruptura definitiva del alto el fuego de ETA que, un a?o antes, hab¨ªa suscitado la esperanza del final de m¨¢s de 40 a?os de terrorismo.
El a?o 2007 naci¨® bajo la conmoci¨®n del atentado terrorista de ETA en la T-4 de Barajas, materializado dos d¨ªas antes, que cost¨® la vida a dos inmigrantes ecuatorianos y que enterr¨® bajo sus escombros las expectativas de un final dialogado del terrorismo, abiertas con el alto el fuego de ETA de marzo de 2006.
Aunque tanto ETA como Batasuna trataron de mantener la expectativa del proceso, calificando el atentado de la T-4 como "accidente", el doble asesinato pes¨® decisivamente en el Gobierno, que retir¨® autom¨¢ticamente a sus interlocutores y dio por suspendido el proceso.
El fin del alto el fuego demostr¨® que la lucha antiterrorista segu¨ªa intacta y que ETA sal¨ªa debilitada
Urkullu tiene la tarea de evitar la divisi¨®n en el PNV entre los que apoyan el 'plan Ibarretxe' y los que lo rechazan
Hubo un nuevo contacto entre el Gobierno y ETA, en mayo, a trav¨¦s de funcionarios del Estado, sin mandato negociador, para sondear a la banda si estaba dispuesta a abandonar definitivamente las armas. ETA no estaba dispuesta a ello, y tres semanas despu¨¦s, el 5 de junio, romp¨ªa formalmente el alto el fuego.
El final del alto el fuego demostr¨® que los pilares de la lucha antiterrorista segu¨ªan intactos y que ETA sal¨ªa debilitada del proceso. Las fuerzas de seguridad del Estado -con una colaboraci¨®n internacional creciente, sobre todo francesa- desbarataron la mayor¨ªa de los intentos de ETA de atentar de junio a diciembre y detuvieron a un centenar de miembros de la banda y de la kale borroka. El 2 de diciembre, seis meses despu¨¦s de la ruptura del alto el fuego, ETA consumaba su primer asesinato, el de dos j¨®venes guardias civiles en Capbreton (Francia). Con este doble asesinato son cuatro las v¨ªctimas mortales de ETA en esta legislatura. En la anterior, ETA mat¨® a 44 personas.
Adem¨¢s de la fortaleza del Estado, ETA tiene otro problema respecto a la ruptura de las dos treguas anteriores, la de Argel de 1989 y la de Suiza de 1999, y es que una buena parte de su base social disiente de la v¨ªa violenta, como confirman todas las encuestas. Cree que el terrorismo es un camino sin salida, pero tampoco se atreve a manifestar p¨²blicamente esa disidencia.
La notoria falta de distanciamiento de Batasuna de ETA, una vez roto el alto el fuego, decidi¨® al Gobierno, a instancias del juez Baltasar Garz¨®n, a lanzar una ofensiva contra la c¨²pula de Batasuna, que fue encarcelada en octubre. A esta decisi¨®n seguir¨¢ previsiblemente, a primeros de enero, la ilegalizaci¨®n de ANV, la marca con la que la izquierda abertzale se present¨® a las elecciones municipales.
Los ¨¦xitos de la pol¨ªtica antiterrorista del Gobierno, tras la ruptura de la tregua, han dejado pr¨¢cticamente sin argumentos al PP, empe?ado en hacer del terrorismo un arma de desgaste electoral del Ejecutivo de Zapatero.
Con el encarcelamiento de la c¨²pula de Batasuna se entierra definitivamente el ¨²ltimo intento de final dialogado de un Gobierno democr¨¢tico con ETA. Ante el vac¨ªo, el lehendakari Juan Jos¨¦ Ibarretxe complic¨® a¨²n m¨¢s el panorama al reactivar, en septiembre, su plan soberanista -el reconocimiento del derecho a decidir- a trav¨¦s de un procedimiento nuevo. Su pretensi¨®n es que el presidente del Gobierno acuerde las l¨ªneas generales de dicho derecho, que posteriormente los partidos vascos precisar¨ªan. A partir de ah¨ª, el acuerdo se ratificar¨ªa en el Parlamento vasco, primero, y a trav¨¦s de una consulta popular, despu¨¦s.
La propuesta, cuyo intento Ibarretxe ha aplazado a la celebraci¨®n de las elecciones de marzo, cuenta con el rechazo previo del presidente del Gobierno, del PSOE, del PP y con serias reticencias en el propio PNV.
Fueron precisamente las pretensiones soberanistas de Ibarretxe las que decidieron al presidente del PNV, Josu Jon Imaz, elegido en 2003, a anunciar su dimisi¨®n en septiembre y retirarse provisionalmente de la pol¨ªtica activa. Frente al soberanismo de Ibarretxe como soluci¨®n a los problemas vascos, incluido el terrorismo, Imaz defend¨ªa un acuerdo democr¨¢tico y transversal, entre partidos nacionalistas y no nacionalistas, para terminar con ETA y construir el Pa¨ªs Vasco.
Al nuevo presidente del PNV, I?igo Urkullu, que sucede a Imaz, le corresponde la dif¨ªcil tarea de evitar la divisi¨®n en el PNV entre los que apoyan el plan Ibarretxe y aquellos a los que les parece un dislate. Pero tambi¨¦n de dar una salida al PNV si dicho plan descarrila.
Las elecciones generales de marzo ser¨¢n el primer test en Euskadi para sondear la relaci¨®n de fuerzas con una probable ausencia de la representaci¨®n de la izquierda abertzale por la previsible ilegalizaci¨®n de ANV. Pero ser¨¢ en junio cuando Ibarretxe, de acuerdo con su calendario, comprobar¨¢ en el Parlamento vasco si su plan dispone de mayor¨ªa o no. Y a partir de ah¨ª, qu¨¦ rumbo adopta y qu¨¦ actitud toma la direcci¨®n del PNV con ¨¦l. Mientras tanto, habr¨¢ que seguir la evoluci¨®n de ETA y su entorno pol¨ªtico ante la fuerte presi¨®n a que les est¨¢ sometiendo el Estado tras el entierro del tercer proceso de di¨¢logo.
![Josu Jon Imaz, entonces presidente del PNV, saluda a los seguidores que acudieron al acto pol¨ªtico del Alderdi Eguna (d¨ªa del partido) que se celebr¨® en la localidad alavesa de Foronda el 30 de septiembre.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/3ULKTAD3THY3JULR4GHCT2C3VY.jpg?auth=e6481c9c146f80e07fbc323b1e7b6ec7f66ee633f14feabc2de91a7f07e57a24&width=414)
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