"La competencia con la televisi¨®n engrandeci¨® a la radio"
La radio naci¨® en 1896, cuando Marconi obtuvo la primera licencia, y ahora es una mara?a que exhibe como trofeo mayor haberle ganado a la tele la batalla de la supervivencia. Se dec¨ªa que la tele matar¨ªa "a la estrella de la radio", y ¨¦sta est¨¢ m¨¢s viva que nunca. Lo demuestra ?ngel Faus, profesor de la Facultad de Comunicaci¨®n de la Universidad de Navarra, en un libro monumental, de 1.248 p¨¢ginas, La radio en Espa?a (1896-1977), publicado ahora por Taurus. Faus tiene el veneno de la radio inoculado desde que era un ni?o, y hace cinco a?os empez¨® a escribirle este monumento a su pasi¨®n.
Pregunta. ?De d¨®nde le viene el veneno de la radio?
Respuesta. ?De ni?o! Mi padre trajo a casa un Phillips con ojo m¨¢gico, una maravilla de dise?o y un sonido fant¨¢stico. Era 1948, y yo ten¨ªa cinco a?os. Para un chaval que sab¨ªa de geograf¨ªa por los libros aquello era extraordinario: en el dial dec¨ªa Hamburgo, Cuenca, Hilversum, Francia, Madrid... ?Geograf¨ªa de las ondas, ah¨ª estaba el mundo, a mi disposici¨®n!
"La radio se ha adaptado a lo que la sociedad quer¨ªa de ella"
P. ?Y qu¨¦ fue lo primero que oy¨®?
R. La Voz de Am¨¦rica en espa?ol, ?una balada de Frank Sinatra!, eso es lo que recuerdo. Aqu¨ª nadie sab¨ªa qui¨¦n era Frank Sinatra, porque aqu¨ª s¨®lo se pod¨ªan poner canciones en espa?ol. ?El ingl¨¦s estaba censurado!
P. Y luego usted entr¨® en contacto con la radio.
R. La primera emisora en la que estuve ten¨ªa este nombre que hoy sonar¨¢ fatal: Radio Alerta de la Guardia de Franco, de mi pueblo, Valencia. Hoy es Radio Nacional de Espa?a, y est¨¢ en el mismo sitio donde siempre estuvo, en la calle de Col¨®n.
P. ?Qu¨¦ ha hecho que la radio perviva?
R. La sociedad; se la pod¨ªa haber cargado, pero la radio se ha adaptado a lo que la sociedad quer¨ªa de ella. Y se ha consolidado gracias a la libertad de informaci¨®n. Sin libertad de informaci¨®n, la radio hoy no ser¨ªa nada. Y sin tertulias. La nueva ¨¦poca de la radio ha podido con la tele...
P. ...que no la ha podido matar...
R. Porque la radio se constituy¨® tambi¨¦n en un espect¨¢culo, con sus tertulias, con sus grandes informativos. Durante a?os, la radio fue el ¨²nico espect¨¢culo en las casas, pero luego vino la televisi¨®n. Y, f¨ªjese, yo creo que la radio no perdi¨® la batalla gracias precisamente a la competencia que le plante¨® la televisi¨®n. La engrandeci¨®, compitiendo.
P. ?Y cu¨¢l es el porvenir?
R. Si est¨¢ al lado de la sociedad, el mejor porvenir: ¨¦se es el gran desaf¨ªo, que siempre sea un medio ¨²til para la sociedad.
P. ?Y cu¨¢ndo se tambale¨® la radio?
R. Sin duda, en la Segunda Guerra Mundial, cuando Goebbels la reinvent¨® como un instrumento tremendo de propaganda. Sin la radio, el nazismo hubiera sido otra cosa; se mantuvo gracias a los receptores cautivos, que s¨®lo emit¨ªan en Alemania y en las zonas ocupadas la informaci¨®n que quer¨ªa Goebbels. En Espa?a imitaron la estrategia, pero se escuch¨® aqu¨ª much¨ªsimo la radio clandestina, y fue un desencadenante del rumor, que es tambi¨¦n un instrumento para el que la radio se presta much¨ªsimo.
P. Usted la o¨ªa clandestinamente.
R. Claro, con mi padre y con mi madre. Radio Par¨ªs, la BBC, la Pirenaica. Ve¨ªa a mis padres debajo de la manta, escuchando, y yo dec¨ªa: "?Qu¨¦ estar¨¢n haciendo?".
P. ?Qui¨¦n marc¨® la historia de la radio en este pa¨ªs?
R. Antonio Calder¨®n. Antes de la guerra, en 1933, en Uni¨®n Radio, que ahora es la SER; invent¨® la narrativa radiof¨®nica, la publicidad, arm¨® la estructura de lo que luego ser¨ªan los servicios informativos, el Carrusel... Y luego hubo otros personajes extraordinarios, Bobby Deglan¨¦, Ra¨²l Matas, Jos¨¦ Luis Pecker, que acaba de fallecer...
P. ?En qu¨¦ momento vive la radio?
R. En un momento complicado. Est¨¢ bien que haya opini¨®n, est¨¢ bien que haya informaci¨®n; la combinaci¨®n es buena; pero hay que tener cuidado con descuidar la informaci¨®n. La informaci¨®n es la base de lo que la sociedad quiere de la radio, por lo que ¨¦sta no se ha dejado vencer por la tele.
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