No podemos olvidar a Marie Trintignant
El siguiente testimonio es de Nadine Trintignant, la madre de Marie Trintignant, brutalmente asesinada en el verano de 2003 en Vilna, Lituania, por su compa?ero sentimental, el cantante Bertrand Cantat, mientras rodaba una pel¨ªcula sobre la vida de Colette bajo las ¨®rdenes de la propia Nadine: "En muchas de las cr¨®nicas negras de Francia el verdugo se convierte en la v¨ªctima. Los hechos fueron los siguientes. Primera versi¨®n de Bertrand Cantat: 'En medio de una disputa, ella [Marie Trintignant, su compa?era sentimental] resbal¨® golpe¨¢ndose contra el radiador de la calefacci¨®n'. El cirujano lituano que oper¨® a Marie, por su parte, informa de que fue golpeada. El asesino da una segunda versi¨®n: 'S¨ª, le propin¨¦ dos pescozones'. Resultado de la autopsia francesa: 14 golpes, de los que cuatro fueron muy violentos, sobre el cr¨¢neo y el rostro (17 golpes seg¨²n la autopsia lituana). Vincent [Trintignant, hermano de Marie], Roman [hijo de la v¨ªctima] y yo vimos a Marie irreconocible y con huellas de estrangulaci¨®n en el cuello. El proceso: el asesino explica que ella no quer¨ªa salir del cuarto de ba?o (tuvo miedo, creo yo, por primera vez en su vida). Cuando sali¨®, ¨¦l la atrap¨®, la sacudi¨® y le golpe¨® la cabeza cuatro veces contra el quicio de la puerta (seg¨²n el cirujano franc¨¦s que intent¨® una segunda operaci¨®n, Marie recibi¨® golpes que ten¨ªan la fuerza de una moto que se estrellara contra un muro a 150 kil¨®metros por hora). Prosigue la versi¨®n de Cantat: 'Despu¨¦s ella resbal¨®'. ?l pens¨® que ella estaba actuando (de hecho, continu¨® golpe¨¢ndola). Marie qued¨® sin conocimiento pero todav¨ªa con posibilidades de salvarse, pero Cantat, durante cuatro horas, se dedic¨® a telefonear a su abogado y a Samuel [Benchetrit, ex marido de Marie y padre de uno de sus hijos]. Los polic¨ªas comprobaron las llamadas en su m¨®vil. A las cinco de la ma?ana, llam¨® a Vincent. Cuando ¨¦ste vio a su hermana ella estaba en la penumbra, con una toalla encima del rostro. Cantat arrastr¨® a Vincent al cuarto de al lado, en donde estuvieron 10 o 15 minutos. S¨²bitamente, Vincent volvi¨® al cuarto donde estaba Marie, encendi¨® la luz, quit¨® la toalla que tapaba a su hermana, corri¨® escaleras abajo y pidi¨® a la recepci¨®n que llamara con toda urgencia a una ambulancia. Cantat dec¨ªa que no val¨ªa la pena. He aqu¨ª la verdad, que por otra parte ha sido escrita en los peri¨®dicos, pero cada cual retiene lo que le conviene".
La primera versi¨®n del asesino fue la de que Marie resbal¨® y se golpe¨® con el radiador
En Francia, una mujer muere cada tres d¨ªas por los golpes de su compa?ero sentimental
Hasta aqu¨ª el testimonio de Nadine.
Cantat fue liberado el pasado oto?o, en medio de una gran pol¨¦mica. Como amigas que fuimos de Marie Trintignant, queremos volver a repasar el caso. La versi¨®n de una muerte "accidental", resultado de una imprevista ca¨ªda, fue la primera que dio Cantat antes de que los m¨¦dicos hicieran p¨²blicas sus observaciones. Pero la muerte de Marie no tuvo nada de accidental, fue consecuencia de un impulso col¨¦rico de Cantat. Seg¨²n el mismo asesino, Marie estaba encerrada en el ba?o, temiendo por su vida, aterrorizada ante el peligro que le esperaba. En vez de ir a dar una vuelta para calmarse, el hombre la esper¨®, como una fiera.
No se sabe c¨®mo la hizo salir del ba?o, probablemente haci¨¦ndole creer que se hab¨ªa alejado, pero se ha demostrado que no fue al caerse contra un radiador como nuestra amiga Marie muri¨®. Fueron 17 golpes, entre los cuales un m¨ªnimo de cuatro violent¨ªsimos contra el canto de la misma puerta del ba?o que destrozaron su cr¨¢neo. Por favor, no se puede insinuar que fue un accidente: Marie fue brutalmente golpeada.
Luego su asesino la dej¨® morir. Tal vez para que nunca se hiciera la luz sobre lo sucedido. Pas¨® cuatro horas al tel¨¦fono con su abogado; empez¨® por decir a Vincent, el hermano de Marie, que ella estaba durmiendo; m¨¢s tarde intent¨® disuadirle de llamar a una ambulancia. En todas esas horas perdidas quiz¨¢ se hubiera podido salvar a Marie. Sus cuatros hijos no ser¨ªan hu¨¦rfanos y Jean-Louis y Nadine, sus padres, no estar¨ªan destrozados por el dolor. La enternecida benevolencia sobre los "esfuerzos de reinserci¨®n social" de Cantat, lo bien que se port¨® en la c¨¢rcel y sus estudios por correspondencia en la Universidad de Toulouse no pueden ser aceptados como pretextos de una posible curaci¨®n. S¨®lo si fuera idiota Cantat no se comportar¨ªa de forma "ejemplar", precisamente para que la prensa se pudiera maravillar de lo buen chico que es. Que el cantante y guitarrista haya sido objeto de atenci¨®n psicol¨®gica durante sus a?os de encierro y se haya comprometido a seguir acudiendo a un psiquiatra no tiene nada de heroico, es el tratamiento a seguir en este tipo de casos.
Marie est¨¢ muerta, y este hombre ha ganado incluso una cierta fama a causa de este asesinato. Antes era un cantante de rock poco conocido, apenas una imitaci¨®n mediocre de Jim Morrison en un grupo cuyo nombre arroja hoy un eco siniestro sobre su personalidad: Noir D¨¦sir (Negro Deseo). Pero ahora algunos grupos de rap de orientaci¨®n abiertamente machista y violenta saludan y exaltan el personaje Cantat. Y ya se habla, sotto voce, de un posible disco de Cantat.
Nos parece profundamente errado presentar la muerte de Marie como un caso ¨²nico, aislado y accidental, entre artistas borrachos, drogados o sadomasoquistas. Cada tres d¨ªas muere en Francia una mujer a golpes de su compa?ero. En la gran mayor¨ªa de los casos, esas muertes no son fruto de explosiones accidentales de c¨®lera, sino el ep¨ªlogo tr¨¢gico de un proceso de verdadera tortura afectiva, que a¨ªsla progresivamente a las v¨ªctimas de su familia y de sus amigos mediante crisis de celos terribles e irrupciones cada vez m¨¢s fuertes de violencia f¨ªsica.
Tambi¨¦n en esto, desgraciadamente, la muerte de Marie correspondi¨® a la "norma" y confirm¨® que las brutalidades hacia las mujeres se ejercen en todo tipo de clases sociales. Nadine Trintignant cuenta que recibi¨® un SMS de Marie firmado Ta petite fille battue ("Tu hijita golpeada"), que su madre fue incapaz de descifrar.
Marie era una mujer llena de vida y de talento, dedicada ante todo a sus hijos y sus padres. Sin duda la fuerza de los lazos afectivos en esa familia, toda ella orientada hacia las artes, irritaba la ambici¨®n de posesi¨®n de Cantat. Pero resultaba imposible imaginar que Marie pudiera estar entrando en un proceso de sumisi¨®n a un hombre violento. A medias palabras, ella intent¨® pedir auxilio. Sabemos, y las asociaciones de ayuda a las mujeres v¨ªctimas de la violencia lo saben, cu¨¢nto cuesta pedir auxilio, vencer la verg¨¹enza y el dolor.
Espa?a es uno de los pa¨ªses de Europa que aborda m¨¢s seriamente el problema de la violencia conyugal, donde se habla de forma m¨¢s justa y franca del tema y donde se est¨¢n tomando medidas efectivas sobre la cuesti¨®n. Por eso pensamos que el caso de Marie Trintignant merece ser bien contado en Espa?a.
El pasado 28 de octubre, con la ayuda de la alcald¨ªa de Par¨ªs, Nadine Trintignant y varias asociaciones de apoyo a v¨ªctimas organizaron una manifestaci¨®n contra la violencia en las parejas. Uno de los temas centrales fue la gran tolerancia penal que existe en Francia en relaci¨®n a los cr¨ªmenes entre c¨®nyuges. Efectivamente, como indica Nadine Trintignant, la ley francesa dice que un hombre que mata a su compa?era puede ser condenado a 20, 25 a?os e incluso perpetuidad, pero en realidad nunca es condenado a m¨¢s de ocho a?os y siempre cumple tan s¨®lo la mitad de ellos. Ser¨ªa importante, como medida de disuasi¨®n, que este tipo de penas se cumplieran hasta al final. Cumplir tan s¨®lo cuatro a?os es casi una forma de excusar un crimen horrible.
Por planear un atraco a un banco, un grupo de personas fueron condenadas recientemente en Francia a 15 a?os de c¨¢rcel. Es muy probable que un chico que queme un coche en un suburbio de Par¨ªs sea condenado a cuatro a?os. En cambio, Cantat fue liberado hace unas semanas despu¨¦s de haber pasado recluido cuatro a?os por causar la muerte de Marie con 17 golpes en la cabeza. La mencionada manifestaci¨®n delante del H?tel de Ville de Par¨ªs fue un acto p¨²blico de impacto medi¨¢tico, pero tambi¨¦n un momento pol¨ªtico de gran fuerza emotiva. Hablaron mujeres y hombres, y muchos indicaron que el n¨²cleo de la vida en la sociedad resid¨ªa en la pareja, que ah¨ª empezaba la justicia, el respeto y la democracia. Y qued¨® bien claro que la lucha contra la violencia conyugal no es una cuesti¨®n de mujeres contra hombres, es una lucha que importa y moviliza a todos por igual.
Zo¨¦ Vald¨¦s es escritora. Mar¨ªa de Medeiros es actriz y directora de cine.
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