El Atl¨¦tico se deja llevar

Situaci¨®n de lo m¨¢s inusual: los tres equipos de Madrid coincidieron como locales en la misma tarde en una jornada de Copa del Rey. Tras la c¨®moda victoria del Getafe, que hubo de adelantar su partido para cabreo de sus aficionados, y el ag¨®nico triunfo del Madrid, el Atl¨¦tico apost¨® por la segunda v¨ªa y tambi¨¦n cumpli¨® el tr¨¢mite de la clasificaci¨®n con m¨¢s agon¨ªa que florituras ante un rival inferior pero valiente en un escenario de Primera. Sin Ag¨¹ero, que se perdi¨® el partido despu¨¦s de su ¨²ltima expulsi¨®n en la Liga, y con un centro del campo muy espeso, el Atl¨¦tico apenas cre¨® ocasiones y si no encaj¨® un tanto en la primera parte fue por las buenas actuaciones de Falc¨®n, sobre todo en un disparo cruzado desde la frontal del ¨¢rea. Muy grit¨®n toda la noche, el meta agradeci¨® la oportunidad de jugar en un campo casi vac¨ªo y despu¨¦s de las fiestas navide?as. Como De las Cuevas, de regreso tras su lesi¨®n. Algo que a otros jugadores les pareci¨® una tortura. Caso de Reyes, que no se tom¨® en serio la noche. As¨ª lo entendi¨® el Calder¨®n, que le silb¨® en la primera parte. Como si el partido no fuera con ¨¦l. Aunque no exigiera brillantez, la grada reclamaba un m¨ªnimo de entrega. Y Reyes, que nunca ha sido un ejemplo de sacrificio, no estaba por la labor.

Reyes no se tom¨® en serio a noche y el Calder¨®n acab¨® por silbarle

Su dimisi¨®n no fue la ¨²nica, pero s¨ª la m¨¢s sonada. M¨¢s nervio pusieron Luis Garc¨ªa y Mista, acompa?antes de un Forl¨¢n que no entiende de amistosos ni partidos de tr¨¢mite, por mucho que jugara s¨®lo la ¨²ltima media hora. El uruguayo es de los que fichan siempre a tiempo y siempre cumplen. Ante un Granada 74 bien plantado, el delantero baj¨® para echar una mano en el centro del campo, ah¨ª donde Jurado se encontraba demasiado solo para atar todos los cabos. Cl¨¦ber dej¨® como acci¨®n m¨¢s destacada un fallo may¨²sculo ante el portero y Ra¨²l Garc¨ªa, que le dio el relevo a la hora de partido, vag¨® como un fantasma. As¨ª que el equipo dio gracias por tanta generosidad de Forl¨¢n. En una de sus carreras contra todos, Forl¨¢n abri¨® el en¨¦simo bal¨®n a la banda izquierda, donde volaba Luis Garc¨ªa, y su centro lo caz¨® Mista en el punto del ¨¢rea para batir al portero. El segundo gol del delantero en la Copa, despu¨¦s de marcar en la ida. Casi no sale de la caseta, pero Mista asegura un par de buenas ocasiones por partido. Con 29 a?os, el murciano conserva alg¨²n instinto de goleador.

A la cita falt¨® de nuevo Maniche, de morros con el t¨¦cnico, Aguirre, y con un pie fuera del club en el mercado de invierno.

Atrevido al inicio, el Granada mantuvo el tipo hasta el final, pero sin dar casi nunca el ¨²ltimo pase. Llegados a la l¨ªnea de tres cuartos, los ataques mor¨ªan faltos de gasolina. De ah¨ª que el meritorio tanto del empate llegara desde la distancia, en un disparo lejano de falta de Aranda que Falc¨®n se comi¨® despu¨¦s de un bote rebelde en el c¨¦sped. Premio para un Granada valent¨®n ante un Atl¨¦tico pasota.