Histriones con qu¨ªmica y arte
Hay motivos hist¨®ricos, cin¨¦filos, morbosos, necr¨®filos y fundamentalmente tr¨¢gicos en el origen de Interview. Se trata del remake norteamericano de la pel¨ªcula del mismo t¨ªtulo que rod¨® el director holand¨¦s Theo van Gogh, alguien que alcanz¨® postrera, inmensa e indeseable fama porque un fundamentalista isl¨¢mico le fri¨® a tiros por la sagrada raz¨®n de que no le hab¨ªa hecho gracia el retrato que ¨¦ste ofrec¨ªa del islam en el cortometraje Submission: Part 1.
A?¨¢dase el atractivo cebo de que est¨¢ dirigida e interpretada por Steve Buscemi, un justificado mito del cine independiente norteamericano, se?or con un rostro inquietante y canalla que delata todo tipo de experiencias intensas, actor fetiche de los hermanos Coen, histri¨®n dotado de celo, gusto selectivo y capacidad de riesgo al elegir personajes, guiones y directores.
Steve Buscemi, actor memorable en la quinta temporada de la inmejorable serie Los Soprano, tambi¨¦n tiene el honor de haber dirigido uno de los cap¨ªtulos m¨¢s inolvidables e hilarantes de esta adictiva saga, aquel en el que el rey de los villanos Paulie y el enganchado e irascible Chris persiguen en un bosque tenebroso a una especie de Rambo de la mafia rusa curtido en la guerra de Chechenia.
Curr¨ªculo tan sabroso por parte del creador no sirve para convertir Interview en una gran pel¨ªcula, pero s¨ª en un experimento curioso y bien resuelto, con inconfundible olor teatral, extraordinariamente interpretado por esa actriz sensual, hipn¨®tica y transparentemente inteligente llamada Sienna Miller y por el propio Steve Buscemi.
Ellos son el principal reclamo de la retorcida historia entre un periodista degradado profesionalmente que debe hacer una desganada entrevista a una actriz tan popular y mimada como escasamente prestigiosa. La partida de ajedrez emocional y el peligroso coqueteo entre el listorro atormentado con urgente necesidad de un scoop y la autodestructiva y sofisticada actriz de ¨¦xito, resuelta en una noche alcoh¨®lica, farlopera, parlanchina, tramposa, sicoanal¨ªtica y calentona, desarrollada casi en su totalidad en un ¨²nico escenario, tiene di¨¢logos notables y sentido de la atm¨®sfera, se ve y se escucha aceptablemente, pero tampoco deja excesivo poso, se te olvida pronto.
Pero s¨ª me deja huella la fascinante Sienna Miller, c¨®mo mira, c¨®mo se mueve, c¨®mo habla, c¨®mo r¨ªe, c¨®mo provoca, c¨®mo finge, c¨®mo llora (brillante la interpretaci¨®n que hace ante su embelesado contrincante de los diversos tipos de llanto que le impone su profesi¨®n), c¨®mo llena de matices a su problem¨¢tico personaje. Y percibes que existe una qu¨ªmica poderosa entre ella y Steve Buscemi, que est¨¢n disfrutando con ese combate dial¨¦ctico y sensorial de imprevisible final. Logran transmitir al espectador esa gozosa sensaci¨®n. Que disfrutes con la exhibici¨®n de talento de dos histriones en forma.
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