Adi¨®s a la aduana ceut¨ª

Nunca un rey de Marruecos insisti¨® hasta ahora tan poco como Mohamed VI en su reivindicaci¨®n sobre Ceuta y Melilla y nunca un Gobierno espa?ol salido de las urnas reafirm¨® con tantos gestos la soberan¨ªa de Espa?a sobre las dos ciudades aut¨®nomas como el Ejecutivo de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero.

Pero estas iniciativas del Gobierno socialista no han dejado de ser meramente simb¨®licas. Mientras, otras con alcance pr¨¢ctico han sido aparcadas. El Ministerio de Exteriores no se ha atrevido, por ejemplo, a pedir a Rabat que abra una negociaci¨®n para otorgar a Ceuta una frontera comercial con Marruecos para poder exportar legalmente.

Pol¨ªticos y empresarios ceut¨ªes est¨¢n convencidos de que para el porvenir de su ciudad la apertura de esa frontera es crucial, sobre todo cuando Marruecos desmantele por completo, en 2010, sus aranceles con la Uni¨®n Europea y el contrabando -uno de los motores econ¨®micos de Ceuta- deje de ser tan lucrativo.

Hassan II, el padre de Mohamed VI, se despidi¨® del presidente Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, hace ya casi diez a?os, record¨¢ndole su exigencia sobre ambos "presidios", como suelen llamar los marroqu¨ªes a las dos ciudades.

Mohamed VI empez¨® su primera audiencia con ese mismo jefe de Gobierno espa?ol, en agosto de 1999, desautorizando a su primer ministro, Abderram¨¢n Yussufi, que acababa de reiterar en la cadena SER la vieja aspiraci¨®n territorial marroqu¨ª.

El monarca alau¨ª sigui¨® en la misma l¨ªnea cuando, 16 meses despu¨¦s, conoci¨® a Zapatero. Le explic¨® que las ciudades no eran su prioridad. Es un patriota pragm¨¢tico, m¨¢s empe?ado en el desarrollo del norte de su reino, incluida el ¨¢rea que rodea a Ceuta y Melilla, que en acabar con lo que llama un "vestigio colonial".

Para ello no ha dudado en mejorar los accesos por carretera a Ceuta, arreglar la instalaci¨®n fronteriza del lado marroqu¨ª y agilizar los controles de entrada para los turistas que viajan en autob¨²s. Hasta noviembre pasado, Mohamed VI solo reivindic¨® una vez p¨²blicamente los "presidios". Fue en julio de 2002, tras el humillante desalojo de los marroqu¨ªes del islote de Perejil.

Tres a?os despu¨¦s ech¨® mano no s¨®lo de la Gendarmer¨ªa, sino del Ej¨¦rcito, para acabar con la presi¨®n migratoria de los subsaharianos sobre dos ciudades cuya soberan¨ªa reivindica.

Zapatero se estren¨® en 2004 como presidente en el Senado anunciando la incorporaci¨®n a la Constituci¨®n de "la denominaci¨®n oficial de las (...) dos ciudades aut¨®nomas". Rabat guard¨® silencio. Dos a?os despu¨¦s, fue el primer presidente de Gobierno en un cuarto de siglo en viajar a Ceuta y Melilla. Rabat protest¨® moderadamente.

Hace dos meses el Gobierno organiz¨® la primera visita de don Juan Carlos a las ciudades aut¨®nomas. Mohamed VI retir¨® a su embajador en Espa?a y public¨® un duro comunicado.

La pretensi¨®n fronteriza de los ceut¨ªes parece ahora m¨¢s inalcanzable que nunca.