Los embalses y los cables amenazan la Patagonia

Es el mayor proyecto energ¨¦tico de la historia de Chile y marcar¨¢ el modelo que durante el siglo XXI seguir¨¢ el pa¨ªs m¨¢s desarrollado de Suram¨¦rica. Pero tambi¨¦n es el que mayor pol¨¦mica est¨¢ levantando. La construcci¨®n de cinco centrales hidroel¨¦ctricas en Ays¨¦n, a 1.600 kil¨®metros al sur de Santiago y en plena Patagonia, enfrenta a los que consideran que los cinco embalses causar¨¢n da?os irreversibles en la zona, con los que subrayan que la apuesta por el sector hidroel¨¦ctrico es la alternativa m¨¢s limpia para un pa¨ªs sin fuentes de energ¨ªa.

El proyecto lo dirige la empresa espa?ola Endesa, que controla el 51% de Hidroays¨¦n, la compa?¨ªa hispano-chilena encargada del plan. Las obras, que costar¨¢n unos 4.000 millones de d¨®lares (2.716 millones de euros) deber¨ªan comenzar en 2009 y terminar en 2018. Hidroays¨¦n asegura que la superficie de agua embalsada -con dos centrales sobre el r¨ªo Baker y tres sobre el Pascua- apenas superar¨¢ las 4.000 hect¨¢reas. Pero sus detractores, intelectuales, profesionales y organizaciones medioambientales e indigenistas, subrayan que no bajar¨¢n de 9.000. Y denuncian que los dos r¨ªos, los m¨¢s caudalosos de Chile, albergan un ecosistema ¨²nico situado en el coraz¨®n de la Patagonia chilena, que recibir¨¢ un mazazo durante el proceso de construcci¨®n de los embalses, aparte de los perjuicios que sufrir¨¢ la industria tur¨ªstica de la zona.

Los dos r¨ªos afectados son de origen glaciar. Esto garantiza un caudal sostenido durante todo el a?o, en torno a los 700 metros c¨²bicos por segundo. En comparaci¨®n, el Ebro a su paso por Zaragoza ten¨ªa unos 42 metros c¨²bicos por segundo en noviembre de 2007. En la misma fecha de 2006 la cifra era de 201 metros c¨²bicos.

Chile se encuentra en una encrucijada complicada de resolver. Con un importante desarrollo, el pa¨ªs carece de fuentes de energ¨ªa que garanticen su crecimiento. Mantiene un fuerte contencioso territorial con el mayor productor de gas de la regi¨®n, Bolivia, desde que en la Guerra del Pac¨ªfico (1879-1884) Chile le arrebatara su salida al mar. Por esta raz¨®n, Bolivia no le vende directamente su gas, sino que ¨¦ste llega a trav¨¦s de Argentina, que aumenta el precio al gas boliviano y adem¨¢s est¨¢ casi permanentemente al borde de la crisis energ¨¦tica, por lo que no puede garantizar el suministro.

El fara¨®nico proyecto contempla la construcci¨®n de una cadena de centrales hidroel¨¦ctricas y la creaci¨®n de la l¨ªnea de alta tensi¨®n m¨¢s larga del mundo. Los embalses deben suministrar energ¨ªa a Santiago, la capital y el mayor consumidor de electricidad del pa¨ªs, y a las minas de cobre, la mayor fuente de riqueza de Chile, situadas a 3.500 kil¨®metros.

"No existe un sistema p¨²blico capaz de evaluar los megaproyectos que se han planteado para la regi¨®n de Ays¨¦n, in¨¦ditos en la inversi¨®n y estudios involucrados", destaca la Agrupaci¨®n Nacional de J¨®venes Tehuelches, una de las organizaciones que lidera las protestas. "Para obtener la misma electricidad con energ¨ªa e¨®lica har¨ªa falta afectar a 100.000 hect¨¢reas de terreno y con energ¨ªa solar, a 180.000", subraya la empresa hispano-chilena. En febrero se presenta en Espa?a Patagonia chilena ?sin represas!, un libro en el que se analiza el proyecto.