"Chusky estaba viviendo su d¨ªa perfecto"

Eran poco m¨¢s de las nueve y media de la ma?ana del pasado viernes cuando Bruno recibi¨® la llamada a su despacho, en Formigal. Al otro lado de la l¨ªnea, su amigo Chusky, euf¨®rico y feliz, anim¨¢ndole a que cogiera los esqu¨ªes y se subiera al Valle de Anayet, hac¨ªa un d¨ªa espectacular. Minutos m¨¢s tarde, una nueva llamada con la noticia de un alud, una avalancha que acab¨® con la vida de su amigo y de otros dos esquiadores en la estaci¨®n de esqu¨ª oscense.

Bruno cuenta que si su amigo Chusky hubiera tenido que elegir una muerte ideal, habr¨ªa sido la que le abraz¨® en la ma?ana del viernes: "Chusky estaba viviendo su d¨ªa perfecto. Ha muerto joven, feliz, euf¨®rico y enamorado como un quincea?ero". Y adem¨¢s, en la monta?a. Si algo compart¨ªan los tres fallecidos el viernes era su gran pasi¨®n por la nieve. Al pie del valle Anayet se guard¨® ayer un emocionante minuto de silencio en memoria de los tres esquiadores.

Miguel ?ngel Rodr¨ªguez, Chusky, ten¨ªa 33 a?os. Viv¨ªa en Formigal y trabajaba en el departamento de marketing de la estaci¨®n. La muerte le sorprendi¨® cuando esquiaba fuera de pista. Iba a tomar unas fotos de la impresionante nevada que hab¨ªa ca¨ªdo la v¨ªspera, una de esas fotos que cada d¨ªa colgaba en la web de la estaci¨®n. Vitalista y muy activo, s¨®lo dorm¨ªa seis horas para que le diera tiempo a realizar todo lo que necesitaba hacer en el d¨ªa. Era guapo, coqueto y muy solidario, "un faro", seg¨²n su amigo Bruno. Activ¨® y se volc¨® en una campa?a, Un gorro, una ilusi¨®n, destinada a ni?os con c¨¢ncer para llevarles a esquiar por su paisaje.

A Daniel Osambela, el donostiarra de 36 a?os que falleci¨® en el alud, sus amigos le llamaban Pocham, o Potxam. Se hab¨ªa comprado un apartamento en Formigal hace dos a?os. Cuando llegaban las vacaciones, organizaba salidas a Argentina, Canad¨¢ o los Dolomitas para "descubrir nuevas sensaciones". "El esqu¨ª siempre estaba rondando en su cabeza", cuenta un amigo suyo. Estudi¨® en el colegio Marianistas de San Sebasti¨¢n y desde 2004 era socio del club de monta?a Mendi-Zaleak, del barrio donostiarra de Herrera. Trabajaba como electricista en la empresa fundada por su padre. "Era muy trabajador y logr¨® darle mucho dinamismo al negocio familiar", cuenta su amigo de infancia Juan.

El viernes, poco antes de quedar sepultado por una gran masa de nieve, Pocham hab¨ªa comentado que iba a esquiar con prudencia. "Hoy no voy a arriesgar; voy a reservarme", dijo antes de subir a la monta?a.

I?igo Enrique Zurita Go?i, el tercero de los fallecidos, era consejero del Banco Etcheverria y hace dos a?os hab¨ªa fundado su propia empresa de servicios financieros. Nacido en San Sebasti¨¢n en 1970, creci¨® en Vitoria, donde su padre, Miguel Zurita, colabor¨® en el desarrollo del sistema fiscal vasco que naci¨® con la democracia. Ya hab¨ªa vivido percances de alta monta?a previamente. En una ocasi¨®n, tuvo que ser rescatado por un helic¨®ptero despu¨¦s de caer a una grieta en un paraje cercano a la estaci¨®n de Candanch¨². El esqu¨ª era su gran afici¨®n.

Casado y con tres hijos, viv¨ªa en Madrid. Su cuerpo lleg¨® ayer a la localidad navarra de Los Arcos, donde ser¨¢ enterrado hoy.

Con informaci¨®n de Concha Monserrat y Jorge Garma