Rebajas en El Sardinero

Si el juicio de un partido se resuelve por las ocasiones creadas, Racing y Athletic son inocentes e incluso un ejemplo para la comunidad futbol¨ªstica. Ocho manifiestas oportunidades de gol, un gol anotado (el de Tchit¨¦) y otro anulado (el de Smolarek), que pareci¨® legal, son para pensar que El Sardinero vivi¨® un partido apasionante, un espect¨¢culo singular.

Si el juicio de un partido se resuelve por las ocasiones falladas, Racing y Athletic ser¨ªan declarados culpables por maleducados, por malgastar tantas invitaciones al gol, que casi siempre ven¨ªan cedidas por la incapacidad defensiva de ambos equipos.

Si el juicio de un partido tuviera nombres propios, el primer condenado ser¨ªa Fernando Llorente, que tras su rehabilitaci¨®n en Valencia volvi¨® a las andadas. Al primer minuto, ya anunci¨® que no iba por el buen camino. El chico se fabric¨® una jugada, a partes iguales entre el ingenio y los rebotes, que le dej¨® solo ante To?o, a tres metros del gol. Buen samaritano, la envi¨® por encima del larguero. Nueve minutos despu¨¦s, Yeste, entonces excelso (en la segunda mitad se fue a ninguna parte), le puso un bal¨®n a metro y medio del gol, pero sin portero, junto al poste, que Llorente despej¨® de cabeza a corner como si del central del Racing se tratara. Estaba claro que no era su d¨ªa.

Un balonazo de Amorebieta lesion¨® a Munitis, sustituido al cuarto de hora Las ocasiones de gol vinieron casi siempre precedidas por errores defensivos

No era el ¨²nico culpable. En la segunda mitad, Aduriz (que hab¨ªa sustituido a David L¨®pez), malgast¨® otros dos mano a mano con To?o, uno tirando contra su cuerpo, otro contra el poste.

El Racing s¨®lo exculp¨® sus limitaciones ante el gol, en una acci¨®n a bal¨®n parado. Un saque de falta, lateral, de Jorge L¨®pez que cabece¨® Tchit¨¦, mientras cuatro jugadores del Athletic rodeaban a un racinguista en el primer palo. Tchit¨¦ estaba detr¨¢s y marc¨®. Pero Tchit¨¦, como Smolarek, tambi¨¦n anot¨® sus ocasiones perdidas. El autor del gol err¨® tres enfrentamientos con Aranzubia, lo que convierte el gol final de la victoria en una an¨¦cdota importante para el Racing.

Fiel a su costumbre como visitante, el Athletic domin¨® la primera mitad. Para conseguir nada, por sus errores personales, pero domin¨®. El Racing defend¨ªa con muchos apuros y su medio campo era presa f¨¢cil para la tenacidad de Orbaiz y Javi Mart¨ªnez, y la salida briosa de Yeste, que durante 20 minutos record¨® sus mejores a?os. Para colmo, el Racing perd¨ªa a los 17 minutos su bandera: un despeje potent¨ªsimo de Amorebieta dio en la mu?eca de Munitis, que tuvo que retirarse al vestuario. El Athletic respir¨® porque Munitis es uno de esos futbolistas que juegue donde juegue se le atraganta. Adem¨¢s, tras los errores sumar¨ªsimos de Llorente, el ¨¢rbitro anul¨®, por fuera de juego, un gol a Smolarek que pareci¨® legal. Era la primera llegada peligrosa del Racing. La segunda fue gol. Pocos veces como ayer el Athletic fue tan generoso con el rival. Casi todas las ocasiones del Racing (incluido el gol) provinieron de regalos de la defensa: que si resbalones (de Ustaritz ante Tchit¨¦), que si cesiones al portero mal efectuadas (de Koikili, que fall¨® Tchit¨¦), que si error de Amorebieta (que fall¨® Tchit¨¦).

Si el congole?o (Tchit¨¦), el riojano (Llorente) y el guipuzcoano (Aduriz), hubieran afinado la punter¨ªa, aquel 5-4 de la pasada temporada no ser¨ªa un resultado excepcional.

La diferencia del partido (interesante por lo alternativo, deprimente por el desacierto) es que al Athletic y al Racing les cuesta un mundo hacer un gol (16 y 18 goles en 18 partidos, respectivamente), pero con un peque?o matiz: la mayor¨ªa de los del Racing suman puntos, muchos de los del Athletic apenas valen para la estad¨ªstica. Con esos argumentos, el Racing sigue en la zona europea y el equipo de Caparr¨®s en el l¨ªmite del descenso. El nuevo a?o no le dej¨® buenas noticias. Su pelea con el gol esta vez fue acompa?ada por los errores defensivos. Hab¨ªa rebajas en El Sardinero, pero se amontonaron tanto en el mostrador del ¨¢rea que s¨®lo Tchit¨¦ se llev¨® una prenda.

Racing 1 - Athletic 0