Sarkozy y Carla Bruni se casar¨¢n en febrero, seg¨²n un diario franc¨¦s
La vida privada del presidente inunda toda la actividad pol¨ªtica en Francia
"Matrimonio inminente", titulaba ayer el Journal du Dimanche, publicaci¨®n propiedad de Arnaud Lagard¨¨re, empresario que se define como un hermano de Nicolas Sarkozy. El titular iba acompa?ado de una fotograf¨ªa en la que Nicolas lleva sobre sus espaldas a Aur¨¦lien, el hijo de cinco a?os de Carla Bruni. Seg¨²n ese medio bien informado de todo lo relativo al sarkozysmo, la pareja contraer¨¢ matrimonio el 8 o 9 de febrero.
Sarkozy es el primer presidente de la Rep¨²blica Francesa divorciado y el primero que pone en escena su vida privada como un elemento m¨¢s de una estrategia de comunicaci¨®n. La crisis con su anterior esposa, salpicada de una separaci¨®n temporal, fue televisivamente explotada, convirti¨¦ndose los problemas matrimoniales de la pareja en material destinado a humanizar a un Sarkozy que, hasta ese momento, s¨®lo se defin¨ªa a trav¨¦s de adjetivos ligados a la pol¨ªtica: ambicioso, liberal, atlantista, tecnocr¨¢tico, etc¨¦tera.
Sus predecesores pudieron tener una segunda familia, como Fran?ois Mitterrand, o numerosos devaneos con otras mujeres -los ligues de Jacques Chirac y Giscard d'Estaing no eran un secreto- pero nunca permitieron que la cr¨®nica rosa se inmiscuyera en su imagen como l¨ªderes. La vida privada era eso, privada, y aunque no faltaban rumores, la prensa y la instituci¨®n manten¨ªan en compartimentos estancos la pol¨ªtica y el sexo.
Sarkozy ha cambiado las reglas. Su primera separaci¨®n con C¨¦cilia, la reconciliaci¨®n y el divorcio definitivo han sido seguidos en directo por todos los franceses, estupefactos al descubrir el car¨¢cter monegasco que adopta el El¨ªseo. A mediados de octubre se hizo p¨²blica la ruptura y en diciembre, Nicolas y Carla se dejaban ver en Eurodisney.
Luego han venido las medi¨¢ticas vacaciones en Egipto, en que la pareja se ofrece a los objetivos en el papel de enamorados recientes, y la escapada de este fin de semana a Petra con im¨¢genes de familia reconstruida. Petra, en el imaginario rosa del sarkozysmo, era un lugar maldito: all¨ª fue donde se descubri¨® que C¨¦cilia se hab¨ªa enamorado del publicitario Richard Attias.
El viaje de Nicolas y Carla ha servido pues para exorcizar Petra y para que el presidente ocupe, un d¨ªa m¨¢s, la portada de los peri¨®dicos y semanarios. Que de eso se trata, dicen los malpensados, mientras Sarkozy responde a sus cr¨ªticos: "Son ustedes, los que critican que se hable tanto de mi vida privada, quienes m¨¢s hablan y preguntan por ella". En eso lleva raz¨®n.
C¨¦cilia 'huye' a Londres
Dijo que le importaba "un pimiento ser primera dama" y que quer¨ªa tener derecho a "recuperar" su privacidad. Las dos cosas deben ser ciertas, pues desde que anunciara a mediados de octubre su decisi¨®n de divorciarse del presidente franc¨¦s, Nicolas Sarkozy, C¨¦cilia Cyganer, antes C¨¦cilia Sarkozy, ha desaparecido. Ni fotos, ni v¨ªdeos, ni declaraciones: est¨¢ missing.
El rastro de C¨¦cilia ha sido reencontrado gracias al peque?o Louis, el hijo de nueve a?os que tuvo de su uni¨®n con Sarkozy. Louis est¨¢ inscrito en el Instituto Franc¨¦s de Londres. Es decir, mam¨¢ vive en Londres.
El rumor ya la situaba en la capital brit¨¢nica durante sus desapariciones en el transcurso de la campa?a electoral. Se dec¨ªa entonces que ella iba a encontrarse con su nuevo amor, un escritor, un tipo que firma best-sellers, hijo de resistentes y que viv¨ªa en Londres por razones fiscales.
Dicen que hay que andarse con mucho cuidado cuando se le quita la esposa a Nicol¨¢s Sarkozy. El anterior amante de C¨¦cilia, Richard Attias, un publicitario, tuvo que dejar la agencia para la que trabajaba -la segunda del mundo- y montarse una estructura como independiente porque si no el Gobierno franc¨¦s empezar¨ªa a dejar de hacer encargos a dicha agencia.
Es m¨¢s, durante lo que pudi¨¦ramos llamar la crisis Attias, una periodista escribi¨® un libro a base de una serie de largas entrevistas con C¨¦cilia. El editor hablaba de publicarlo, "pase lo que pase", justo antes de entrar en el despacho de Sarkozy. Cuando sali¨®, hab¨ªa cambiado de parecer.
C¨¦cilia ha encontrado refugio en Londres y parece que sigue con su escritor. Al mismo tiempo se habla de que van a publicarse dos libros sobre ella, uno de Yves Derai, un amigo y su entrevistador oficial, y otro de Anna Bitton, tambi¨¦n reportera. En ambos t¨ªtulos se nos promete que ella proceder¨¢ a un cierto ajuste de cuentas con su ex marido.
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