Bert Bolin, meteor¨®logo

Bert Bolin, el cient¨ªfico sueco que hace m¨¢s de medio siglo alert¨® al mundo sobre los problemas del cambio clim¨¢tico como consecuencia de la acci¨®n del hombre, falleci¨® la pasada semana en Estocolmo. Ten¨ªa 82 a?os, padec¨ªa un c¨¢ncer pero mantuvo hasta el final una l¨²cida vitalidad intelectual, dedicada fundamentalmente a lo que fue la preocupaci¨®n de su vida.

Miembro de las academias cient¨ªficas m¨¢s importantes del mundo, fue fundador y primer presidente del Panel Internacional de Expertos para el estudio del Cambio Clim¨¢tico (IPCC) instituido por la Organizaci¨®n Meteorol¨®gica Mundial (WMO) y Naciones Unidas en noviembre de 1988 y que comparti¨® el Premio Nobel de la Paz en 2007 con el pol¨ªtico estadounidense Al Gore. Con modestia alejada de cualquier c¨¢lculo de gloria o ventajas personales y una rigurosa probidad cient¨ªfica que cotejaba permanentemente sus hip¨®tesis de trabajo con la realidad, Bert Bolin fue una figura clave en la organizaci¨®n y elaboraci¨®n de las conclusiones que fueron presentadas en las diferentes cumbres internacionales. En una de ellas, realizada en la localidad sueca de Sundsvall en agosto de 1990, escrib¨ªa: "Las conclusiones del Comit¨¦ [de IPCC] confirman un proceso de cambio clim¨¢tico causado por la emisi¨®n de los llamados gases de efecto invernadero, principalmente di¨®xidos de carbono, metanos y derivados del nitr¨®geno, que probablemente ya, y con seguridad antes del fin de siglo [XX] confirmar¨¢ estas conclusiones".

Cinco d¨ªas despu¨¦s de su muerte, el diario Svenska Dagbladet, public¨® el que ser¨ªa el ¨²ltimo escrito de Bolin, firmado conjuntamente con Bo Kjell¨¦n, investigador del Stockholm Environment Institute y ex jefe de la delegaci¨®n sueca en el IPCC, que puede ser considerado como su testamento, titulado, en versi¨®n espa?ola, Grave pero no irremediable. En ¨¦l los autores alertan contra la posibilidad de que los escenarios catastr¨®ficos que habitualmente describen los medios, pueda conducir a la desesperanza y la pasividad. Y sostienen, tras admitir la gravedad de la situaci¨®n y la premura de los plazos, que todav¨ªa es posible "salvar nuestra hermosa naturaleza". Reiteran la globalidad del problema, una amenaza in¨¦dita en la historia de la especie humana, con capacidad de influir en todo el sistema, no solamente en el clima. Enumeran una serie de medidas, urgentes y sustanciales, que exigir¨¢ sacrificios a todos y sobre todo una acci¨®n global coordinada. No s¨®lo tecnol¨®gicas sino sociales. Alude a la responsabilidad pol¨ªtica de las naciones ricas de utilizar recursos y t¨¦cnicas para mejorar las condiciones de vida de los habitantes de los pa¨ªses empobrecidos. Y se pregunta incluso, si no ser¨ªa el momento de poner en marcha un nuevo Plan Marshall, a escala global.

Bert Bolin deja adem¨¢s una valiosa contribuci¨®n de escritos y libros sobre diversas ramas cient¨ªficas, especialmente meteorolog¨ªa y cambio clim¨¢tico.

Bert Bolin, que falleci¨® el pasado domingo en Estocolmo, hab¨ªa nacido en Nykoping (Suecia) el 15 de mayo de 1925. Se licenci¨® en Meteorolog¨ªa en la Universidad de Uppsala en 1946, universidad donde recibi¨® un m¨¢ster tres a?os m¨¢s tarde y donde se doctor¨® en 1956. All¨ª fue profesor asociado hasta 1990.