Kerry refuerza con su apoyo al candidato Obama
El aspirante dem¨®crata en las elecciones de 2004 aporta su prestigio
Barack Obama consigui¨® ayer el respaldo del ¨²ltimo candidato presidencial dem¨®crata, John Kerry, un senador prestigioso que le da a la campa?a del joven afroamericano un toque de solvencia e institucionalidad que le puede resultar muy provechosa en este momento decisivo de la carrera electoral. "Obama habla tan alto que Washington no tendr¨¢ m¨¢s remedio que escuchar", dijo Kerry al anunciar su decisi¨®n en Carolina del Sur. "Estoy aqu¨ª", a?adi¨®, "porque s¨¦ que ¨¦ste es el candidato que va a traer el cambio a este pa¨ªs y que va a cambiar las vidas de los ciudadanos desde el Despacho Oval". La derrota de Obama en las elecciones primarias de New Hampshire puso de relieve algunos puntos d¨¦biles de su candidatura. Uno de ellos es la falta de apoyo entre los movimientos organizados y dentro de la estructura de su propio partido.
Un exceso de ayuda institucional puede restarle a Obama parte de su frescura
El senador de Illinois se ha puesto inmediatamente a resolver esas carencias con dos gestiones muy interesantes. La primera fue, en la noche del mi¨¦rcoles, la de conseguir el apoyo del principal sindicato de hosteler¨ªa de Nevada, un Estado en el que la gran mayor¨ªa de los trabajadores est¨¢n empleados en la red de hoteles y restaurantes de Las Vegas. Es el primer sindicato del pa¨ªs que da su apoyo a Obama, lo cual no s¨®lo puede influir en los resultados de los caucuses de Nevada, el pr¨®ximo d¨ªa 19, sino que puede cambiar una tendencia que hasta ahora hab¨ªa sido mayoritariamente favorable a Hillary Clinton.
La segunda iniciativa en el camino de institucionalizar su candidatura fue, ayer, el respaldo de Kerry. El senador de Massachusetts mantiene el respeto de la gran mayor¨ªa de los dem¨®cratas por su brava campa?a contra Bush en 2004. Su respaldo, por tanto, deber¨ªa sumar votos.
Pero Kerry representa tambi¨¦n el recuerdo de la decepci¨®n sufrida por los dem¨®cratas en aquella oportunidad, que parec¨ªa pintada para la victoria despu¨¦s de que algunos de los principales esc¨¢ndalos de George W. Bush -incluido el declive en Irak- hubieran ya ocurrido. La decepci¨®n dej¨® a Kerry con una cara de perdedor que a duras penas ha conseguido quitarse despu¨¦s.
Barack Obama tiene, seguramente, buenas razones para estar satisfecho del apoyo de Kerry en un momento en que sirve para frenar el optimismo de Clinton. Pero, probablemente, sus asesores le han advertido tambi¨¦n del riesgo de que un exceso de apoyos institucionales pueda restarle a su candidatura parte de la frescura contestataria que tiene en la actualidad.
La campa?a de Obama conf¨ªa en tener pronto tambi¨¦n el apoyo del senador de Dakota del Norte Tim Johnson, hombre y blanco, ideal para contrarrestar el acento afroamericano que, sin duda, va a tomar el mensaje de Obama ahora que la decisi¨®n ha pasado a los Estados del sur.
El paso dado por Kerry supone una frustraci¨®n para John Edwards, que fue su compa?ero de candidatura en 2004, pero tambi¨¦n para Hillary Clinton, que se pronunci¨® entonces a favor de ¨¦l. En el aire la sospecha de que Clinton prefer¨ªa en secreto la derrota de Kerry porque as¨ª ella podr¨ªa ser candidata despu¨¦s.
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