El 27 pierde la memoria
Jos¨¦ 'Pep¨ªn' Bello, el infatigable compa?ero de Lorca, Dal¨ª y Bu?uel, falleci¨® ayer en Madrid a los 103 a?os - Se apaga la ¨²ltima voz de toda una corriente literaria
Pep¨ªn Bello no presum¨ªa de obra, presum¨ªa de amigos. El infatigable escudero de Lorca, Dal¨ª y Bu?uel, para muchos alma de la generaci¨®n del 27 y su gran memoria viva, falleci¨® ayer en Madrid a los 103 a?os. Viv¨ªa en un peque?o piso de Prosperidad, donde con una conmovedora vitalidad se agot¨® su vida. Insomne cr¨®nico desde joven, muri¨® mientras dorm¨ªa. Hoy ser¨¢ enterrado a las 12.00 en el cementerio de la Almudena.
'Raconteur' como pocos, escucharle era un privilegio, toda una gozada "Ellos tuvieron su talento. Lo que no s¨¦ es si se lo pasaron tan bien como yo"
"He escrito memorias y las he roto. El g¨¦nero es importante; yo, no"
"En el fondo t¨² has sido siempre un surrealista y nada m¨¢s que eso, y ya es bastante...", le escribi¨® una vez Luis Bu?uel, quien en su libro Mi ¨²ltimo suspiro, a?adi¨®: "Ni pintor, ni poeta... no fue nada m¨¢s que nuestro amigo inseparable". Y en otra carta, Dal¨ª a?ade: "Pep¨ªn: que l¨¢stima que no podamos vernos, muchas veces pienso en tus posibilidades, y es una l¨¢stima que no hagas nada".
Bello fue un artista ¨¢grafo, que aseguraba que nunca envidi¨® el genio de sus compa?eros de la Residencia de Estudiantes. En 2006, en el libro Conversaciones con Jos¨¦ Pep¨ªn Bello (Anagrama), de David Castillo y Marc Sard¨¢, lo explicaba as¨ª: "Siempre he sido muy modesto. Nunca me he sentido discriminado. Ellos tuvieron su talento, lo supieron expresar y llegaron donde deb¨ªan llegar. Lo que no s¨¦ es si fueron capaces de pas¨¢rselo tan bien como lo hice yo".
Alicia G¨®mez Navarro, directora de la Residencia de Estudiantes -donde el pasado mes de mayo se le rindi¨® un ¨²ltimo gran homenaje-, lo defin¨ªa ayer como el aglutinador de un movimiento que sin ¨¦l no hubiese sido el mismo: "Pep¨ªn fue el cemento que uni¨® a los amigos. Era un hombre tan divertido que para nosotros tenerle cerca era un lujo, pero sobre todo a ¨¦l le debemos, como ¨²nico protagonista vivo, que se conozca una generaci¨®n irrepetible".
Nacido en Huesca, el 13 de mayo de 1904, Jos¨¦ Bello Lasierra era el segundo de siete hermanos y ten¨ªa entre sus recuerdos de infancia el hundimiento del Titanic y los veranos junto a su padre, ingeniero de caminos, en la obra del pantano de la Pe?a: "Mi paisaje era el campo y la cultura de mi padre. ?l nos transmiti¨® el amor al arte y el contacto con la naturaleza y la gente sencilla". En 1915 le matricularon en la Residencia de Estudiantes. Cuatro a?os despu¨¦s, en 1919, ingresaba Federico Garc¨ªa Lorca. Y en 1921, Dal¨ª. "Era alto, de buena facha y muy guapo. Llevaba el look de un artista del siglo XIX. Era absolutamente asexuado, como una mesa". El cuarto en sumarse al grupo fue Bu?uel: "Bu?uel fue un amigo entra?able, quiz¨¢ la persona con quien m¨¢s me he divertido en la vida. Nos entend¨ªamos perfectamente. Nos gustaban las mismas tonter¨ªas, las mismas incongruencias".
Elegante, con su bigotillo blanco, a Pep¨ªn Bello le fueron mal los negocios de peleter¨ªa y motocines. Vivi¨® durante muchos a?os en Sevilla, devoto de noches flamencas y de toreros (uno de sus ¨ªntimos amigos fue Ignacio S¨¢nchez Mej¨ªas, el mayor seductor que conoci¨® en su vida). ?l aseguraba que escrib¨ªa mucho, pero que no guardaba nada. "No les he dado ning¨²n valor. He escrito memorias y las he roto. El g¨¦nero de las memorias es importante, pero yo no".
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