Los reformistas unen fuerzas para desafiar en las urnas a Ahmadineyad
Los candidatos iran¨ªes moderados a¨²n deben superar la criba del r¨¦gimen
Los reformistas iran¨ªes se juegan las elecciones legislativas del 14 de marzo esta semana. Hasta el pr¨®ximo d¨ªa 22, el Consejo de Guardianes, un ¨®rgano no elegido pero con poderes de veto, escruta la idoneidad ideol¨®gica de todos los inscritos como candidatos. Esa preselecci¨®n, que para los m¨¢s cr¨ªticos desvirt¨²a los comicios, podr¨ªa liquidar las esperanzas reformistas de capitalizar el desencanto de los iran¨ªes con las pol¨ªticas ultraconservadoras de Mahmud Ahmadineyad y volver a los corredores del poder.
El ex negociador nuclear Lariyan¨ª es un rival pol¨ªtico del presidente
El Consejo de Guardianes cercen¨® en 2004 las listas de los renovadores
Un total de 7.190 candidatos, entre ellos 590 mujeres, se han inscrito para competir por uno de los 290 esca?os del octavo Parlamento, seg¨²n anunci¨® el s¨¢bado el ministro del Interior, Mostafa Purmohamadi. De ellos, cinco est¨¢n reservados a las minor¨ªas religiosas (armenios, cristianos asirios, zoroastrianos y jud¨ªos) para los que se apuntado 17 aspirantes. Se desconoce el n¨²mero de candidatos afiliados con la Alianza Reformista en la que se han agrupado a los partidos pro reforma.
La necesidad de unir fuerzas se hizo evidente durante las presidenciales de 2005, cuando los seguidores del ex presidente Mohamed Jatam¨ª y los de Mehdi Karrubi respaldaron a candidatos distintos. Adem¨¢s, muchos desencantados del reformismo optaron por la abstenci¨®n. El paso a la segunda vuelta del ultraconservador Ahmadineyad y del conservador pragm¨¢tico Al¨ª Akbar Rafsanyan¨ª, convirti¨® a ¨¦ste ¨²ltimo en aceptable para los reformistas que le apoyaron sin ¨¦xito. Desde entonces, se han unido frente a Ahmadineyad, tal como confirmaba el pasado domingo en este diario el propio Jatam¨ª.
Los conservadores no han logrado hasta ahora consensuar listas comunes, algo que ya pagaron caro en las municipales del a?o pasado. Siguen trabajando en ello y cuentan con candidatos de peso, por encima de las divisiones entre grupos, como es el caso del ex negociador nuclear Ali Lariyan¨ª. Este hombre, cuya candidatura por Qom cuenta con el respaldo de varios grupos conservadores moderados, es, no obstante, un rival pol¨ªtico de Ahmadineyad.
Sin embargo, los reformistas van a necesitar algo m¨¢s que coordinaci¨®n para ganar las pr¨®ximas elecciones. Aunque el resultado de las municipales el a?o pasado les inyect¨® una buena dosis de optimismo, aquellas no requieren el veto del Consejo de Guardianes. Esa especie de C¨¢mara Alta formada por 12 juristas (6 designados por el l¨ªder supremo y 6 por la Magistratura, tambi¨¦n bajo control del l¨ªder) es conservadora y ya en 2004 cercen¨® las posibilidades de los renovadores descalificando a la mayor¨ªa de sus candidatos.
De hecho, en esta ocasi¨®n muchas figuras relevantes ni siquiera han intentado inscribirse tal vez intuyendo el veto. Entre los ausentes destacan el propio coordinador de la Alianza y ex ministro de interior Abdolvahid Musavi-Lari, el ex alcalde de Teher¨¢n Gholamhosein Karbaschi o el l¨ªder del principal grupo reformista, el Frente de Participaci¨®n, Mohsen Mirdamadi.
"Estamos esperando para comprobar si intentan derribar a sus rivales [durante el proceso de veto]", ha declarado Musavi-Lari que calific¨® ese procedimiento de "la mayor prueba para el Gobierno". La composici¨®n del Parlamento no afecta directamente a la pol¨ªtica exterior o defensa que, como la cuesti¨®n nuclear, son prerrogativa del l¨ªder supremo. Sin embargo, puede marcar el debate pol¨ªtico y complicar los planes del presidente Ahmadineyad.
Adem¨¢s de superar el veto del Consejo, los reformistas tienen que luchar contra la apat¨ªa que se ha instalado entre los sectores que tradicionalmente simpatizaban con sus propuestas. J¨®venes, universitarios y mujeres han perdido la esperanza en que los poderes f¨¢cticos iran¨ªes vayan a permitir el cambio que desean.
El a?o pasado se aument¨® la edad de voto de los 15 a los 18 a?os con lo que el censo electoral (43,2 millones) se ha reducido respecto a las ¨²ltimas legislativas.
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