Unos votan, otros apuestan
Los estadounidenses est¨¢n votando en las primarias, y el 4 de noviembre elegir¨¢n a su presidente o presidenta al frente del Estado m¨¢s poderoso de la Tierra. El resto del mundo, incluidos los europeos, se tienen que limitar a hacer conjeturas o a apostar, sin poder siquiera influir. Otros ni eso. No estamos en el c¨ªrculo de la ciudadan¨ªa del imperio. Pero nos importa qui¨¦n gane.
Para empezar, salvo el pastor baptista Mike Huckabee y el morm¨®n Mitt Romney -ambos representan la nefasta influencia directa de la religi¨®n en la pol¨ªtica- los principales candidatos en liza -Hillary Clinton y Barak Obama, por parte dem¨®crata, y John McCain y Rudolph Giuliani por los republicanos- son todos personas serias y formadas. Mucho m¨¢s que el poco viajado George W. Bush cuando lleg¨® a la Casa Blanca tras ganar en 2000 ante los tribunales, un Bush que no quer¨ªa unos EE UU excesivamente activos en el mundo. Le cambi¨® el 11-S. Por eso es dif¨ªcil predecir c¨®mo ser¨¢ una nueva Administraci¨®n.
Los europeos no temen a Obama ni a Clinton. S¨ª a Bin Laden, y en parte, han temido a Bush
Realmente, ?a los europeos qui¨¦n les vendr¨ªa mejor? Desde luego no estar¨ªan de acuerdo con ese militar de EE UU que al ser preguntado por Chelsea, la hija de los Clinton, en Bagdad, en un viaje informativo, qu¨¦ es lo que tem¨ªa realmente, replic¨®: "Osama, Obama and your mamma". Los europeos no temen a Obama ni a Clinton. S¨ª a Bin Laden, y en una parte, han temido a Bush y a¨²n le temen.
Como dec¨ªa un comentarista, Obama es a¨²n un movimiento, mientras Clinton es una campa?a. Hillary es un valor conocido, que mantiene relaciones personales buenas con muchos dirigentes europeos, entre ellos el alto representante, Javier Solana, que tambi¨¦n conoce a los asesores de Obama en pol¨ªtica exterior. Los de ambos vienen de la misma cantera, aunque de generaciones diferentes: la Administraci¨®n de Bill Clinton. ?ste lo ha dicho claramente: servir¨ªa de apoyo a su mujer si fuera presidenta y har¨ªa una gira por el mundo para explicar la nueva pol¨ªtica exterior basada en el consenso (lo que all¨ª se llama bipartidario, algo en lo que insiste tambi¨¦n Obama), que "Estados Unidos est¨¢ de nuevo dispuesto para colaborar", con un multilateralismo al que s¨®lo veladamente ha vuelto Bush. En cuanto a Irak y a Afganist¨¢n, u Oriente Pr¨®ximo, ninguno lo va a tener f¨¢cil, pues Bush va dejando demasiados problemas atados, o mejor dicho desatados. Su sucesor o sucesora va a pedir ayuda a otros pa¨ªses, europeos incluidos. ?Responder¨¢n? Al menos, lo que de momento y salvo nuevas sorpresas, parece haber quedado fuera de esta largu¨ªsima campa?a electoral es la cuesti¨®n iran¨ª, despu¨¦s de la informaci¨®n preventiva de la Estimaci¨®n Nacional de Inteligencia (NIE).
Obama, de padre keniano, pas¨® su infancia en Indonesia y tiene una vivencia m¨¢s internacional. No es partidario del uso de la fuerza a diestro y siniestro. Vot¨® en contra de la guerra y promete salir de ella en 16 meses. No lo tendr¨¢ f¨¢cil. Tampoco Hillary, ni McCain, un halc¨®n que no neocon que, al contrario que Bush, est¨¢ contra la tortura -fue preso torturado en Vietnam- y quiere cerrar el campo de Guant¨¢namo (a los que hay que sumar el de Baghram en Afganist¨¢n, y otros). McCain conoce bien Europa, asiduo del Foro Econ¨®mico de Davos y de la Verkunde sobre seguridad de M¨²nich, pero que a¨²n cree en la posibilidad de victoria en Irak, aunque tal objetivo guarde ya poca relaci¨®n con su definici¨®n inicial.
En todo caso, los dirigentes europeos deseosos de colaborar, sin implicarse mucho m¨¢s, con quien sea que llegue a la Casa Blanca, se pueden encontrar frustrados por una falta de receptividad en Washington. Pues, como se?ala un dirigente europeo, la pr¨®xima presidencia de EE UU va a ser muy dif¨ªcil, no s¨®lo por el panorama internacional, sino por, al rev¨¦s que Bush que hered¨® un super¨¢vit de Clinton, la situaci¨®n econ¨®mica que encuentre el nuevo presidente. Si EE UU entra en recesi¨®n y con el petr¨®leo a 100 d¨®lares o m¨¢s, tender¨¢ a ensimismarse. Aunque la terca realidad le obligar¨¢ a salir de su cascar¨®n pues China controla hoy muchos de los hilos financieros que mueven la econom¨ªa americana. "Mire cualquiera de las grandes preocupaciones a las que se enfrenta Am¨¦rica y resulta sorprendente el papel que desempe?a China en ellas", escrib¨ªa recientemente el economista Paul Krugmann. Y mientras Europa mirar¨¢ a EE UU, Washington girar¨¢ cada vez m¨¢s la cabeza hacia Shanghai y Pek¨ªn. Y all¨ª, ni votan ni apuestan. Siguen creciendo. www.elboomeran.com/blog/18/andres-ortega/
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