Forges y el 2 de mayo
Una vi?eta de Forges refleja muy bien la situaci¨®n de la intelectualidad en Espa?a. Una mujer consuela a su marido, porque a ¨¦ste le cae encima una inmensa losa en la que se lee: 2 de mayo de 1808. Y es esclarecedora porque refleja una lucha de ideas. No me refiero a eso de las dos Espa?as, me refiero a la lucha de la Ilustraci¨®n contra la Iglesia cat¨®lica.
Respetando las creencias de cada uno, los Estados liberales consiguieron en aquel siglo (pese a que en Espa?a triunfasen "las caenas") la separaci¨®n entre la Iglesia y el Estado. Sin embargo, hoy d¨ªa los fieles cat¨®licos vuelven a empujar, disfrazados de votantes y, lo que es peor, de l¨ªderes pol¨ªticos. ?Y no s¨®lo en Espa?a! ?Hab¨¦is visto la pel¨ªcula Buenas noches, buena suerte? Hay algo en ella que llama la atenci¨®n. En los discursos del senador McCarthy contra el comunismo, no escuchamos ni una sola vez la palabra Dios. Aquel exponente m¨¢ximo del conservadurismo respetaba la separaci¨®n Iglesia-Estado. ?Pero escuchad hoy a Bush y los neocons! Y no s¨®lo ellos. El otro d¨ªa, tanto Obama como Clinton terminaban sus discursos bendiciendo a la audiencia...
Entonces aqu¨ª, ?qu¨¦ vamos a celebrar el 2 de mayo pr¨®ximo? ?De qu¨¦ se va a enorgullecer la naci¨®n espa?ola? El fantasma de Fernando VII se ha despertado, y en su escondrijo hace sonar otra vez las caenas.
Pues bien: si el fundamentalismo se emancipa en el seno de la Iglesia y viene con exigencias, los Gobiernos deben mantenerse en sus trece y no ceder.
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