Occidente se equivoca de nuevo
Las potencias occidentales compiten entre ellas por cerrar nuevos y enormes acuerdos de armas y de tecnolog¨ªa nuclear con la pen¨ªnsula ar¨¢biga. Supone una iniciativa preocupante que no servir¨¢ ni para alcanzar los objetivos a largo plazo con respecto a Ir¨¢n, ni para abordar los problemas de fondo existentes en los propios Estados ¨¢rabes.
Ir¨¢n ha actuado para dotarse de una capacidad nuclear (sea civil o eventualmente militar) debido a su percepci¨®n de creciente inseguridad dentro de su propia regi¨®n que incluye un Irak ocupado por Estados Unidos, el Estado fallido de Afganist¨¢n y las potencias nucleares de India y Pakist¨¢n. Hacer que Ir¨¢n se sienta m¨¢s amenazado dif¨ªcilmente parecer¨ªa la manera de lograr el espacio y el tiempo necesarios para la diplomacia y la moderaci¨®n en todas las partes implicadas.
En lugar de ayudar a la regi¨®n a rearmarse contra Ir¨¢n, los Gobiernos europeos deber¨ªan hacer much¨ªsimo m¨¢s para ofrecer a Ir¨¢n incentivos para reanudar el di¨¢logo con la comunidad internacional sobre la base del respeto mutuo como tambi¨¦n de m¨¢s altos est¨¢ndares de derechos humanos. La poblaci¨®n joven iran¨ª aspira a mejores perspectivas de empleo, movilidad social y a la protecci¨®n de sus derechos humanos por parte del Estado teocr¨¢tico. Mientras Occidente ignora estos problemas, a favor de la presi¨®n del poder duro contra Ir¨¢n, con ello probablemente s¨®lo fortalecer¨¢ las voces menos moderadas dentro de la Rep¨²blica Isl¨¢mica.
En t¨¦rminos m¨¢s generales, los planes de Bush y Sarkozy confirman el abandono de los compromisos occidentales tras los ataques del 11 de septiembre, consistentes en abandonar la pol¨ªtica exterior de apoyo incondicional a los aut¨®cratas te¨®ricamente prooccidentales de Oriente Pr¨®ximo para fomentar en cambio las reformas sociales, econ¨®micas y pol¨ªticas.
Poco se oye hoy en d¨ªa acerca de hacer presi¨®n a favor de la apertura pol¨ªtica de Arabia Saud¨ª, ya que la pol¨ªtica occidental ha reca¨ªdo en todos los errores de antes del 9-11 que contribuyeron a engendrar la turbulencia actual. La UE no ha logrado poner en pie el mismo tipo de pol¨ªtica omnicomprensiva y basada en la reforma para la pen¨ªnsula ar¨¢biga que ha desarrollado, al menos formalmente, a trav¨¦s del Proceso de Barcelona en el Magreb.
Esto supone un descuido enorme, dado que la pen¨ªnsula ar¨¢biga concentra tantos problemas preocupantes como la seguridad energ¨¦tica, la lucha contra el terrorismo y la desigualdad social hasta la seguridad regional en el Oriente Pr¨®ximo. La total ausencia de una presencia significativa de Europa en esta regi¨®n facilita la continuidad de pol¨ªticas nacionales orientadas m¨¢s hacia el poder duro que hacia el tan cacareado poder blando de la UE. Los planes de Sarkozy llegan poco despu¨¦s de las ventas de armas por parte de Reino Unido a Arabia Saud¨ª por valor de 20.000 millones de d¨®lares el a?o pasado.
La UE debe esforzarse por corregir los desequilibrios de las pol¨ªticas de Bush en el Golfo, y no al contrario. Europa no ha logrado durante 18 a?os alcanzar un acuerdo de comercio con los Estados del Consejo de Cooperaci¨®n del Golfo y evita apoyar a los grupos de la sociedad civil en la regi¨®n. Entre tanto, incrementa sus ventas de armas a una regi¨®n que ya cuenta con un armamento letal. P¨¦sima publicidad a favor del pensamiento progresista e ilustrado sobre c¨®mo afrontar los desaf¨ªos de Oriente Pr¨®ximo.
Richard Youngs es director del ?rea de Democratizaci¨®n de FRIDE.
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