Iberdrola pide otro permiso para excavar el ca?¨®n del Sil

Iberdrola prosigue con sus planes para horadar los ca?ones del Sil y construir en ellos centrales hidr¨¢ulicas. Despu¨¦s de que la Xunta haya iniciado una batalla ante el Ministerio de Medio Ambiente para intentar parar la excavaci¨®n de un aprovechamiento de bombeo en este paraje protegido, la compa?¨ªa ha solicitado otra autorizaci¨®n administrativa previa ante el Gobierno central para ejecutar una central en caverna en Nogueira de Ramu¨ªn (Ourense), a ocho kil¨®metros de la desembocadura de este cauce en el Mi?o.

Con el proyecto San Esteban II, la empresa pretende sacarle m¨¢s rendimiento a otra instalaci¨®n suya ya construida: el aprovechamiento hidroel¨¦ctrico de San Esteban. Para obtener m¨¢s provecho de esta infraestructura, Iberdrola pretende ejecutar en los ca?ones del Sil una toma de agua, una galer¨ªa de presi¨®n, una c¨¢mara de compuertas, una central en caverna y un desag¨¹e.

El colectivo ecologista Adega vaticina que esta actuaci¨®n, al igual que aquella contra la que la Xunta ha manifestado ya su rechazo, provocar¨¢ un "impacto brutal" en la Ribeira Sacra. "Hay quien sigue creyendo que tiene derecho de pernada sobre nuestro patrimonio natural", lamenta la asociaci¨®n.

Pol¨¦mico antecedente

El de San Esteban II es el segundo proyecto tramitado por Iberdrola para excavar los ca?ones del Sil. En el municipio de Parada do Sil, la compa?¨ªa prev¨¦ invertir 270 millones de euros en una central de bombeo, que llevar¨ªa el agua del r¨ªo a una balsa ubicada a 800 metros de altura para luego dejarla caer por gravedad, turbinarla y producir electricidad. Para explotar as¨ª el caudal del Sil, los ingenieros de la empresa deber¨ªan construir en este paraje protegido un dique sobre las rocas de entre 20 y 40 metros de altura, una balsa de 37 hect¨¢reas para almacenar agua, m¨¢s de 4 kil¨®metros de t¨²neles, una l¨ªnea de evacuaci¨®n con diversas torretas y varios viales.

Este proyecto para excavar los ca?ones del Sil ha provocado el rechazo de todas las administraciones y colectivos consultados por el Ministerio de Medio Ambiente, incluida la Conseller¨ªa de Medio Ambiente. El Gobierno admite que las obras "podr¨ªan tener efectos ambientales" en ¨¢reas protegidas y en "el paisaje y car¨¢cter" de la Ribeira Sacra, por lo que ha conminado a la empresa a introducir cambios en el proyecto.