Ola anticlerical en Italia
La Universidad de Roma celebra su 'triunfo' ante Ratzinger - Profesores y colectivos sociales protestan contra la ingerencia de la Iglesia en la vida p¨²blica
"Nuncio vobis gaudeum magnum. (Non) habemus papam". Esta pancarta burlesca, parafraseando la frase ritual del anuncio de la elecci¨®n de un Papa, saludaba ayer, desde el balc¨®n principal de la facultad de F¨ªsica de la universidad romana de La Sapienza, la cancelaci¨®n de la visita de Benedicto XVI. No quedaban muchas huellas m¨¢s en el recinto destartalado de la universidad m¨¢s grande de Italia, con sus m¨¢s de 100.000 alumnos, y sus casi 5.000 profesores, de la campa?a contra la visita programada del Pont¨ªfice.
La lluvia y, sobre todo, la decisi¨®n del Papa de no acudir a la inauguraci¨®n del curso acad¨¦mico, prevista para hoy, han barrido de calles y aulas los restos de una pol¨¦mica que ha dejado a Italia perpleja. ?Se enfrenta el pa¨ªs que mejor ha sabido convivir con la Iglesia cat¨®lica, hasta el punto de hospedar su cuartel general, a una desconocida oleada de anticlericalismo?
A la acci¨®n se han sumado grupos de gays y lesbianas, feministas y ateos
Los profesores se quejan de "la actitud reaccionaria de este Papa"
"?Movimiento anticlerical? Ojal¨¢ lo fuera. S¨®lo somos 67 profesores de F¨ªsica en desacuerdo con la decisi¨®n del rector", responde Carlo Cosmelli, uno de los l¨ªderes de la protesta profesoral contra la asistencia de Ratzinger a la inauguraci¨®n del a?o acad¨¦mico. Cosmelli habla pausadamente, en los pasillos de la Facultad de F¨ªsica, tomada por los periodistas. En un aula vecina se desarrolla en esos momentos una asamblea de alumnos y profesores jaleada por aplausos y gritos, que retrotrae a los viejos a?os de la contestaci¨®n universitaria. Parece que los 67 profesores cuentan con alguna base de seguidores estudiantiles. Y no s¨®lo estudiantes.
A la protesta se han sumado colectivos antiglobalizaci¨®n, movimientos de gays y lesbianas, feministas, ateos; sectores molestos con el Vaticano y lo que consideran injerencias intolerables de la Iglesia en la vida p¨²blica. Estos colectivos han convocado para el 9 de febrero una manifestaci¨®n contra el Vaticano. "Es cierto, tenemos algunos apoyos", a?ade Cosmelli. "Porque la actitud reaccionaria de este Papa, que niega sus derechos civiles a las parejas de hecho, a los homosexuales, que se pronuncia contra el aborto y la contracepci¨®n, que pide a los farmac¨¦uticos que no vendan la p¨ªldora, indigna a muchas personas".
Tommasso, estudiante de primer curso de Derecho en la misma universidad, no parece indignado. "Lo que ha ocurrido no es un episodio de anticlericalismo, sino de antibenedictismo. Con Juan Pablo II no habr¨ªa pasado, porque era una persona simp¨¢tica, que sab¨ªa comunicarse con la gente, y este Papa no sabe". Y eso crea asperezas. Muchos profesores recuerdan indignados la forma lapidaria con la que el entonces cardenal Ratzinger, prefecto de la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe, defendi¨® en 1990 la actuaci¨®n de la Iglesia en el proceso a Galileo Galilei, condenado en 1633, mientras Karol Wojtyla tuvo el acierto de auspiciar una reconciliaci¨®n con el gran cient¨ªfico.
De hecho, Juan Pablo II fue invitado a infinidad de sedes oficiales italianas sin la menor protesta. En 2002, estuvo en la universidad de Roma 3. "La invitaci¨®n fue diferente. El Papa no vino en su calidad de l¨ªder de los cat¨®licos, sino como una voz moral de nuestro tiempo. No es lo mismo. En La Sapienza, Benedicto XVI ten¨ªa previsto pronunciar un discurso e inaugurar una capilla. Una universidad no debe invitar a un jefe religioso en tanto que tal", dice el profesor de Filosof¨ªa Teor¨¦tica y Pol¨ªtica de la universidad de Roma 3 Giacomo Marramao.
Y menos en momentos de tensi¨®n social y pol¨ªtica como los actuales. "Por primera vez nos encontramos en Italia con que entre los sostenedores del papel p¨²blico de la Iglesia no hay s¨®lo creyentes, sino un bloque importante de laicos, incluso ateos, que defienden como cruzados el papel de la Iglesia", a?ade Marramao. Esta misma semana, en un mitin celebrado en Mil¨¢n, uno de los principales laicos ratzingerianos, el periodista Giuliano Ferrara, calificaba el aborto de "homicidio perfecto". "Italia es el ¨²nico pa¨ªs en el que lo que opina Ratzinger tiene incidencia en la vida pol¨ªtica", insiste Marramao, convencido, no obstante, de que la batalla de La Sapienza la ha ganado Benedicto XVI. "S¨ª, porque con su renuncia a ir, ha proyectado sobre el mundo acad¨¦mico la peor de las sombras, la de la intolerancia".
Benedicto XVI: "No vengo a imponer la fe"
Benedicto XVI no estar¨¢ hoy en la inauguraci¨®n del curso acad¨¦mico de la La Sapienza, pero ayer tuvo, al menos, el apoyo de los estudiantes del movimiento Comuni¨®n y Liberaci¨®n, que acudieron a la audiencia de los mi¨¦rcoles en el Vaticano. Joseph Ratzinger subray¨® su alegr¨ªa al comprobar que tambi¨¦n hay estudiantes que le aplauden. Recibi¨® adem¨¢s el abrumador apoyo de las instituciones italianas. Pol¨ªticos de derecha y de izquierda han criticado en los t¨¦rminos m¨¢s duros a los art¨ªfices de la protesta anticlerical, empezando por el actual presidente de la Rep¨²blica, Giorgio Napolitano, un ex comunista bastante ortodoxo que se ha visto obligado a enviar una carta de excusas al Pont¨ªfice, y terminando por Franco Giordano, secretario general del Partido de Refundaci¨®n Comunista, formaci¨®n de izquierda radical que forma parte de la mayor¨ªa de Gobierno. El Vaticano opt¨®, por su parte, por publicar el discurso preparado por el Papa para hoy en el que el Pont¨ªfice afirma que su misi¨®n no es "imponer la fe a otros de modo autoritario", sino "mantener despierta la sensibilidad hacia la verdad". En el texto, el Papa se interroga sobre el sentido de su presencia en una instituci¨®n como La Sapienza, y se responde a s¨ª mismo. "?Qu¨¦ tiene que hacer o decir el Papa en la universidad? M¨¢s all¨¢ de su ministerio de pastor en la Iglesia y en base a la naturaleza intr¨ªnseca de este ministerio pastoral, su deber es mantener despierta la sensibilidad hacia la verdad; hacer esfuerzos renovados a la raz¨®n para que mantenga siempre la b¨²squeda de la verdad".
Estas palabras quedar¨¢n para ser pronunciadas en otra sede, como ha defendido la responsable de Comercio Internacional del Gobierno, Emma Bonino, que no ha considerado una grave p¨¦rdida la ausencia del Papa. Bonino ha sido una de las pocas expeciones en la inmensa marea de apoyos al Pont¨ªfice.
Ayer, adem¨¢s, el 'primer ministro' del Vaticano, el cardenal Tarsicio Bertone, declar¨® p¨²blicamente que el Papa cancel¨® la visita a la universidad de Roma, "porque no se daban las circunstancias para que hubiera tenido, "una acogida digna y tranquila".
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