La Universidad de Alicante afronta una guerra corporativa

Por si no era suficiente el galimat¨ªas de nuevas normativas, decretos y leyes que planean sobre el sistema universitario espa?oles, la Universidad de Alicante est¨¢ inmersa en un complejo y espinoso proceso que encara la pr¨®xima semana su fase definitiva. Se trata de fijar el futuro de sus facultades y centros acad¨¦micos para lograr una oferta m¨¢s "coherente y racional". Un debate que concluir¨¢ con la eliminaci¨®n de algunos de ellos y su integraci¨®n en otros. Las espadas est¨¢n en alto y ning¨²n decano ni director quiere ceder su cuota de poder. "A nadie le gusta perder su estatus", advert¨ªa un miembro del Claustro con amplia experiencia.

"A nadie le gusta perder su estatus", dice un miembro del claustro

"Se est¨¢ trabajando bien, pero existen intereses cruzados", afirma el rector

La pr¨®xima semana, con toda probabilidad el viernes 25, se convocar¨¢ una reuni¨®n extraordinaria del Consejo de Gobierno para plantear una propuesta concreta de reagrupaci¨®n de centros y facultades. El acuerdo se trasladar¨¢ al Consejo Social y a la Generalitat. El objetivo, seg¨²n fuentes consultadas en el equipo de gobierno, es alcanzar un esquema m¨¢s "coherente" y vinculado con los nuevos tiempos. El proceso ha levantado ampollas entre aquellos que no quieren dejar de ser directores o decanos y los que consideran que la reforma servir¨¢ de poco. "Se corre el riesgo de convertir esto en una Guerra Civil por captar m¨¢s alumnos y m¨¢s recursos", advert¨ªa una de las personas pr¨®ximas a la negociaci¨®n. Las facultades grandes, que observan c¨®mo desciende la matr¨ªcula, est¨¢n nerviosas y quieren incorporar nuevos alumnos. Pero los centros peque?os, que no est¨¢n mal en matr¨ªcula, prefieren seguir siendo independientes. En resumen, unos pretenden aumentar su poder y el resto, mantenerse.

Esta pol¨¦mica y compleja reforma no es nueva y viene de lejos. El nuevo estatuto de la Universidad de Alicante, que se aprob¨® durante el mandato de Salvador Ord¨®?ez, y que entr¨® en vigor hace cuatro a?os, contemplaba la obligatoriedad de acometer, en el plazo de un a?o, esta reagrupaci¨®n de centros.

Sin embargo, el debate se tuvo que ir aplazando curso tras curso debido a las sucesivas reformas y cambios que se han ido planteando, fundamentalmente por la incorporaci¨®n de los nuevos t¨ªtulos de grado y a la reforma de la LOU.

El proceso de reagrupaci¨®n en Alicante qued¨® en suspenso hasta tener "un horizonte claro y m¨¢s estable", seg¨²n admite el rector, Ignacio Jim¨¦nez Raneda. Por eso, a partir de la publicaci¨®n del borrador de reforma de la LOU, y con Mercedes Cabrera de nueva ministra de Educaci¨®n, el actual equipo de Gobierno pudo empezar a cumplir lo que hab¨ªa encomendado el ex rector Ord¨®?ez en el estatuto. En septiembre del a?o pasado, una vez definidos el "marco normativo" y los futuros t¨ªtulos de grado, comenz¨® el debate. En octubre el Claustro aprob¨® los criterios m¨ªnimos para conseguir reagrupar las facultades y centros. La premisa era "coherencia" y "eficiencia". A partir de ese momento se constituyeron dos comisiones, integradas por los decanos, directores de centros afectados y vicerrectores, que han estado trabajando para intentar alcanzar un cierto consenso. El tiempo expira y el acuerdo final no se conocer¨¢ hasta horas antes de la reuni¨®n extraordinaria del Consejo de Gobierno, si es que al final se alcanza.

La coherencia de la reforma significa que la nueva distribuci¨®n responda a las ¨¢reas de conocimiento que plantea la LOU, y en este sentido, seg¨²n fuentes acad¨¦micas, la Escuela Polit¨¦cnica, la m¨¢s importante en n¨²mero de alumnos que son 4.800, y la Facultad de Filosof¨ªa y Letras, con 3.900, mantendr¨ªan su categor¨ªa actual. La dificultad vendr¨¢ en el resto. De las 11 facultades y centros el objetivo, es agrupar algunas de ellas. Pero, ?cu¨¢les? Tras la reuni¨®n del Claustro se crearon dos comisiones, una del ¨¢rea de Ciencias y Ciencias de la Salud, en la que est¨¢n integradas la Facultad de Ciencias y las escuelas de Enfermer¨ªa y ?ptica. Esta ¨²ltima es la de menor n¨²mero de alumnos (no llega a los 500). La otra comisi¨®n de Ciencias Sociales y Jur¨ªdicas est¨¢ integrada por Derecho, Ciencias de la Educaci¨®n, Ciencias Econ¨®micas, Trabajo Social, Ciencias Empresariales y Relaciones Laborales.

Los decanos de las facultades m¨¢s numerosas en alumnos y profesores tradicionalmente han apostado por aumentar su representatividad e influencia en ¨®rganos como el Consejo de Gobierno y no ven con buenos ojos que su voto sea igual que el del director de una escuela universitaria de unos pocos alumnos. Ahora esas viejas heridas se han reabierto. Pero al margen de estas discrepancias, el reto ahora es agrupar toda la oferta acad¨¦mica de forma "razonablemente equilibrada y coherente", seg¨²n explica el rector, Raneda que no quiere avanzar qu¨¦ facultades podr¨ªan desaparecer.

"Es pronto, se est¨¢ trabajando bien pero es un proceso complejo con intereses cruzados", admite el rector, que defiende una distribuci¨®n m¨¢s "racional" de la estructura para evitar que no haya "ni grandes diferencias de tama?o entre ellas ni de t¨ªtulos". El debate est¨¢ al rojo vivo para conseguir que no haya tantos reinos de taifas, y con una gran heterogeneidad como existen en el campus de Alicante.