El t¨ªtulo vuelve a pasar por el Manzanares
Atl¨¦tico y Real Madrid recuperan la grandeza del viejo duelo con consecuencias imprevisibles para el campeonato
Van Nistelrooy sali¨® del vestuario de Valdebebas en compa?¨ªa de Higua¨ªn ayer al mediod¨ªa. Abri¨® la puerta y, al entrar al aparcamiento, se top¨® con las toberas de un Ferrari 430 interponi¨¦ndose a su paso, anguloso, como un reactor. Pidi¨® permiso a la due?a, una amiga de Schuster que, encantada, le dio las llaves. Van Nistelrooy cogi¨® el volante y se mont¨® con el argentino. Encendi¨® el motor. El ruido hizo vibrar las cristaleras. Pis¨® el acelerador y vol¨® por la recta en busca de la m¨¢xima aceleraci¨®n. Igual que en Elegidos para la gloria. Dieron una vuelta, devolvieron el veh¨ªculo y se marcharon a casa aturdidos por la fuerza inercial. Jocosos mientras su t¨¦cnico, Bernd Schuster, confirmaba ante la prensa que los signos de entusiasmo de los futbolistas son genuinos. Por tanto, asegur¨®, la parte principal de su labor para el partido contra el Atl¨¦tico est¨¢ hecha.
"Tengo la tranquilidad de que el equipo va a estar motivado", confes¨® Schuster; "el trabajo m¨¢s complicado de un entrenador del Madrid es el psicol¨®gico y al derby los jugadores llegan a un nivel ¨®ptimo".
La Liga comienza a desenredarse esta tarde en el Calder¨®n, donde el cl¨¢sico madrile?o amenaza con alcanzar niveles de emotividad desconocidos en la ¨²ltima d¨¦cada. El Atl¨¦tico ha regresado despu¨¦s de ocho temporadas de autoenga?os, casi por accidente, a su condici¨®n esencial de equipo retador. Arrastrado por Ag¨¹ero, reencarnaci¨®n de los viejos valores partisanos, pretende ofrecer la ¨²ltima batalla entre el Madrid y el t¨ªtulo. El duelo recupera su grandeza y recuerda lo que fue el campeonato hasta no hace mucho.
Motta ser¨¢ titular por primera vez en el Atl¨¦tico, que no sufre bajas. En el Madrid, Pepe jugar¨¢ con molestias. Schuster dice que no cambiar¨¢. Pero Guti y Drenthe esperan su turno.
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