Los jesuitas eligen a un espa?ol alejado de Ratzinger
El 'papa negro' es Adolfo Nicol¨¢s, te¨®logo palentino de 71 a?os
Las riendas de la Compa?¨ªa de Jes¨²s, la mayor orden cat¨®lica, fundada en 1540 por Ignacio de Loyola, vuelven a manos espa?olas. Adolfo Nicol¨¢s Pach¨®n, palentino de 71 a?os, experto en teolog¨ªa, de car¨¢cter suave y conciliador, seg¨²n las primeras reacciones, toma el relevo al holand¨¦s Peter-Hans Kolvenbach, que gui¨® a los jesuitas durante casi 25 a?os, tras el fuerte generalato de Pedro Arrupe. Nicol¨¢s obtuvo la mayor¨ªa simple de votos necesaria para ser elegido, a la segunda votaci¨®n, celebrada ayer por la ma?ana en el aula donde se re¨²ne, desde el 7 de enero, la 35? Congregaci¨®n General de la orden. Es un hombre de talante progresista, claramente alejado de la dura ortodoxia que muestra en cuestiones trascendentales Benedicto XVI.
Mart¨ªn Patino conf¨ªa en que traiga "vientos innovadores"
Delgado, de pelo blanco, con grandes gafas, la primera fotograf¨ªa de Adolfo Nicol¨¢s le muestra envuelto en un amplio chal de aspecto oriental. Parece ser que uno de los delegados asi¨¢ticos se lo coloc¨® sobre los hombros al felicitarle por la elecci¨®n. Fuentes jesuitas apuntaban precisamente a la importancia del apoyo de los delegados de India (una treintena), y de toda Asia (un total de 64 de los 217 asistentes al c¨®nclave) en la elecci¨®n de Adolfo Nicol¨¢s, que presid¨ªa en estos momentos la conferencia de provinciales de esta regi¨®n con sede en Filipinas.
Muchos ven en el nuevo prep¨®sito el esp¨ªritu progresista de Pedro Arrupe, con quien coincide tambi¨¦n en su larga experiencia en Jap¨®n y "su probada capacidad de gobierno", seg¨²n una fuente de la curia generalicia. Arrupe, una de las figuras que han dejado una huella m¨¢s honda en la Compa?¨ªa, fue superior general entre 1965-1983, sufri¨® una embolia cerebral que le apart¨® del cargo en 1981, momento aprovechado por el papa Juan Pablo II para poner al frente de los jesuitas a un hombre de su confianza, Paolo Dezza.
"Adolfo Nicol¨¢s viene de lejanas tierras, como Arrupe, y confiamos en que, como ¨¦l, traiga vientos innovadores", coment¨® ayer a este peri¨®dico Jos¨¦ Mar¨ªa Mart¨ªn Patino, jesuita progresista, de la provincia de Castilla, una de m¨¢s grandes del mundo.
Pol¨ªglota y hombre de talante conciliador, Adolfo Nicol¨¢s, s¨¦ptimo espa?ol que dirige la Compa?¨ªa de Jes¨²s, ingres¨® en el noviciado jesuita de Aranjuez a los 17 a?os, estudi¨® en el colegio de los Areneros de Madrid, Filosof¨ªa en Alcal¨¢, y Teolog¨ªa en Jap¨®n, pa¨ªs donde ha permanecido hasta finales de los a?os noventa. Su candidatura estaba ya en boca de muchos delegados desde el inicio de la fase de las murmuraciones, la etapa de cuatro d¨ªas en la que, de acuerdo con la normativa de San Ignacio, los encargados de elegir al superior general de la Compa?¨ªa se dedican a intercambiar opiniones sobre el posible elegido.
Aun as¨ª, fuentes jesuitas en Roma destacaban la total sorpresa que representa la elecci¨®n de alguien que frisa ya los 72 a?os de edad, cuando uno de los requisitos del nuevo superior era precisamente que no superara los 65 a?os de edad. No obstante, muchos en la Compa?¨ªa consideraban que era deseable un generalato m¨¢s breve que el que ha disfrutado Kolvenbach, elegido para suceder al espa?ol Pedro Arrupe en septiembre de 1983. Aunque el cargo es vitalicio, el superior general hab¨ªa solicitado de Juan Pablo II permiso para retirarse. Permiso que obtuvo del sucesor de Karol Wojtyla, en junio de 2005. Desde entonces, los jesuitas han preparado el relevo, en reuniones de las direcciones provinciales y regionales celebradas a lo largo de 2006 y 2007. Esto explica la fulminante rapidez de la elecci¨®n de ayer, una noticia que lleg¨® a los medios de comunicaci¨®n en torno al mediod¨ªa, dos horas y media despu¨¦s de iniciarse las votaciones en la sede de la Compa?¨ªa, en Borgo Santo Spirito.
El nombre de Adolfo Nicol¨¢s fue escrito a mano en el decretum de su nombramiento por el secretario de la Congregaci¨®n, aunque fue Kolvenbach, el prep¨®sito saliente, el encargado de leerlo a todos los presentes. "Ego Peter-Hans Kolvenbach S.J., auctoritate Sedis Apostolicae et universae Societatis, Reverendum Patrem Adolfo Nicol¨¢s declaro electum in Praepositum Generalem Societatis Jesu, in nomine Patris et Filii et Spiritus Sancti". Nicol¨¢s acept¨® la misi¨®n con una breve profesi¨®n de fe y el credo rezado ante el crucifijo que ayer dominaba el aula donde fue proclamado nuevo superior general de los jesuitas.
Benedicto XVI, que ha seguido con inter¨¦s el proceso de relevo en la c¨²pula de la orden m¨¢s poderosa del mundo cat¨®lico y tambi¨¦n la m¨¢s dif¨ªcil de controlar por la burocracia vaticana, fue informado de la elecci¨®n nada m¨¢s leerse el decretum. Tanto para el Papa como para los jesuitas es importante que existan relaciones de concordia entre los dos grandes poderes cat¨®licos.
Desde que Kolvenbach fuera elegido prep¨®sito general, en 1983, la Compa?¨ªa mantiene aceptables relaciones con el Vaticano. Aun as¨ª, no puede olvidarse que de los 10 te¨®logos sancionados por la Santa Sede en los ¨²ltimos a?os, seis son jesuitas. Las revistas y dem¨¢s publicaciones jesuitas siguen dando problemas a la Iglesia, que no siempre comparte la libertad de an¨¢lisis y de elecci¨®n de los temas.
Adolfo Nicol¨¢s no es un te¨®logo plenamente identificado con las tesis de Benedicto XVI. M¨¢s bien al contrario, sus posiciones ideol¨®gicas se encontrar¨ªan alejadas.
En su carta de saludo a la Congregaci¨®n General del 10 de enero pasado, el Pont¨ªfice repite una y otra vez la necesidad de que los jesuitas se mantengan fieles al Papa y al magisterio de la Iglesia. Hablando de la importancia que la Iglesia concede al trabajo de la Compa?¨ªa en las ¨¢reas de teolog¨ªa, espiritualidad y misi¨®n, el Papa dice: "para que todo esto funcione adecuadamente, ser¨ªa de enorme utilidad que la Congregaci¨®n reafirmara, en el esp¨ªritu de San Ignacio, su total adhesi¨®n a la doctrina cat¨®lica, en particular a los puntos neur¨¢lgicos que son atacados con dureza por la cultura secular, como por ejemplo, la relaci¨®n entre Cristo y las religiones; algunos aspectos de la teolog¨ªa de la liberaci¨®n; y varios puntos de la moral sexual, especialmente a los que se refieren a la indisolubilidad del matrimonio y el cuidado pastoral a las personas homosexuales".
Benedicto XVI es consciente de que los jesuitas, con una importante presencia misionera en el mundo, las 200 universidades y 700 bajo su control, son una fuerza imprescindible para la Iglesia pero, al mismo tiempo, un peligro potencial. La direcci¨®n que tome la Compa?¨ªa, un ej¨¦rcito de 19.200 soldados de Cristo y del Papa, depender¨¢ en buena medida de las decisiones de Nicol¨¢s. El poder del prep¨®sito es tan grande y absoluto, dentro de la Compa?¨ªa, como el del Pont¨ªfice en el orbe cat¨®lico.
Por eso, los verdaderos trabajos de la Congregaci¨®n comienzan ahora, bajo la gu¨ªa del nuevo l¨ªder. De ella emanar¨¢n los decretos, o leyes a las que se atienen los jesuitas en su misi¨®n apost¨®lica. Muchos de estos temas, el trabajo con los laicos, el gobierno interno de la orden, la misi¨®n, los j¨®venes, fueron ya estudiados a fondo en la 34? Congregaci¨®n convocada por Kolvenbach en 1995. Entonces se aprob¨®, por ejemplo, una f¨®rmula de relaci¨®n con los laicos, legalizada jur¨ªdicamente, que ser¨¢ ahora objeto de an¨¢lisis.
Un c¨®nclave sin fumata blanca
El c¨®nclave se desarroll¨® ayer de acuerdo con el esquema previsto en la F¨®rmula, los estatutos por as¨ª decir de la compa?¨ªa. Su parecido con el c¨®nclave cardenalicio para elegir un Papa es enorme. La elecci¨®n del superior general se produjo despu¨¦s de que la Congregaci¨®n General, reunida desde el 7 de enero, en Roma, votara favorablemente, una semana despu¨¦s, la petici¨®n de renuncia planteada por Kolvenbach.
De esta forma se entr¨® en la siguiente fase, los cuatro d¨ªas de las llamadas murmuraciones, que la F¨®rmula se?ala. Es decir, d¨ªas de intercambio de impresiones, de reflexi¨®n y an¨¢lisis. Terminado ese plazo, el quinto d¨ªa se eligi¨® al nuevo prep¨®sito.
La jornada de ayer comenz¨® con una misa a las 8 de la ma?ana en la Iglesia del Esp¨ªritu Santo, pr¨®xima a la plaza de San Pedro, a la que asistieron los 217 electores, antes de entrar en el aula para proceder a la elecci¨®n. La gran diferencia con un c¨®nclave es, sobre todo, est¨¦tica y simb¨®lica. El aula de las deliberaciones para elegir al sucesor de Kolvenbach es austera y est¨¢ presidida por el gran marcador electr¨®nico que ha funcionado hasta ahora en las votaciones efectuadas; los delegados visten de paisano en su mayor¨ªa y algunos llevan ordenador portatil. Y, lo que es m¨¢s importante, una parte de los electores representa a las bases de la gran comunidad jesuita, mientras el acceso a los c¨®nclaves est¨¢ restringido a los cardenales de menos de 80 a?os. Por lo dem¨¢s, la reserva es tan total como en la Capilla Sixtina, aunque falten magnificencia y boato.
Reunidos en el aula donde se celebran las sesiones de esta 35? Congregaci¨®n General, los delegados cantaron el Vini Creator Spiritus, el himno inspirador que recitan tambi¨¦n los cardenales en c¨®nclave, antes de sentarse a escuchar la exhortaci¨®n a cargo del jesuita Jacques Gellard, que dirigi¨® las sesiones. Despu¨¦s, cada elector rez¨® durante una hora y m¨¢s tarde se vot¨®. El superior saliente, Peter-Hans Kolvenbach, el secretario de la Congregacion, Orlando Torres, y su asistente Ignacio Echarte, recogieron y contaron las papeletas. En la primera votaci¨®n nadie alcanz¨® los 109 votos necesarios (mayor¨ªa simple). Fue en la segunda cuando se produjo la elecci¨®n de Adolfo Nicol¨¢s, que ser¨¢ el encargado de guiar a la compa?¨ªa en el siglo XXI. Tampoco hubo, naturalmente, fumata blanca para anunciar al nuevo superior, sino comunicado y nota biogr¨¢fica.
El padre Nicol¨¢s concelebrar¨¢ hoy una misa en la Iglesia del Ges¨´, algo as¨ª como la bas¨ªlica de San Pedro para los jesuitas, el lugar donde Ignacio de Loyola redact¨® las Constituciones de la orden fundada en el siglo XVI. Precisamente, su ¨²ltimo sucesor pasar¨¢ ma?ana por la habitaci¨®n de San Ignacio. El m¨¢s anciano leer¨¢ el texto en el que San Ignacio fija las cualidades que debe poseer el elegido. Despu¨¦s, entrar¨¢n en materia, con reuniones que duran m¨¢s de dos meses. En este plazo y, bajo la gu¨ªa de Adolfo Nicol¨¢s, los delegados pasar¨¢n revista a los once postulados que resumen las 400 propuestas recibidas de los jesuitas de todo el mundo, y que abordan los grandes retos de la Compa?¨ªa en el nuevo siglo.
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