"El drama del genocidio lo es de la cultura europea y cristiana"
Serge Klarsfeld (Bucarest, 1935) es historiador y abogado. No le interesan las leyes, pero s¨ª la justicia. ?l y su esposa Beate se han hecho famosos como cazadores de nazis. La organizaci¨®n nazi Odessa intent¨® asesinarles. Tienen dos hijos, Arno y Lida. El padre de Klarsfeld, resistente en la misma organizaci¨®n que Fran?ois Mitterrand, fue detenido por los alemanes en 1943. Muri¨® en Auschwitz tras salvar la vida de su esposa y sus dos hijos.
Serge, a partir de los a?os sesenta, abandon¨® su pasi¨®n por Balzac y Stendhal, as¨ª como su empleo en la televisi¨®n p¨²blica, para ocuparse de la historia de todos y cada uno de los 76.000 deportados jud¨ªos franceses. Y encontr¨® 200 im¨¢genes, realizadas por los nazis, las ¨²nicas que documentan la llegada de los trenes de prisioneros a Auschwitz y su posterior selecci¨®n. Ahora se publican en el libro Auschwitz. El ¨¢lbum fotogr¨¢fico de la tragedia (Met¨¢fora). Klarsfeld presenta hoy la edici¨®n espa?ola, en el C¨ªrculo de Bellas Artes, de Madrid, a las 19,30.
"Las 200 fotograf¨ªas fueron rescatadas por Lili Jacob, que se reconoci¨® en ellas"
"Muestran la organizaci¨®n de los prisioneros en los andenes"
"Muchos jud¨ªos que viv¨ªan en Francia sobrevivieron gracias a los franceses"
Pregunta. ?Qu¨¦ recogen las im¨¢genes del libro?
Respuesta. Se trata de una colecci¨®n de 200 fotos, casi con seguridad tomadas todas ellas por la misma persona, que muestran la llegada, entre el 15 de mayo y el 15 de junio, al campo de concentraci¨®n y posterior exterminio de miles de jud¨ªos h¨²ngaros en Auschwitz. Son fotos que muestran c¨®mo se organiza, ya en los andenes de la estaci¨®n, la selecci¨®n entre qui¨¦nes son enviados directamente a la c¨¢mara de gas y qui¨¦nes van a ser utilizados como trabajadores forzados. Son como los llamados manuscritos del mar Muerto. Es el ¨²ltimo testimonio de la existencia de miles de personas.
P. ?Qui¨¦n sac¨® las fotograf¨ªas y por qu¨¦?
R. En Auschwitz estaba prohibido sacar fotos. S¨®lo pod¨ªan hacerlo los responsables del servicio de antropometr¨ªa, que fotografiaban a los prisioneros para ficharles. Bruno Walter, un antiguo obrero en paro, era el jefe del servicio y Ernst Hoffamann, que hab¨ªa sido profesor, era su ayudante. Ellos tomaron las fotos. Las otras im¨¢genes que poseemos de Auschwitz son las tomadas por la Resistencia en el interior del campo, esas que muestran una mujer desnuda, corriendo, y otras dos en que vemos c¨®mo sacan los cad¨¢veres de las c¨¢maras de gas.
P. ?Por qu¨¦ quedan tan pocas im¨¢genes?
R. Porque los nazis las destruyeron. Las 200 de Auschwitz fueron rescatadas por una superviviente, Lili Jacob, que las encontr¨® en el campo de Dora, al que hab¨ªa llegado despu¨¦s que los alemanes abandonaran Auschwitz por el avance de los sovi¨¦ticos. Y en las fotos ella se reconoci¨® y lleg¨® a identificar a varios de sus familiares.
P. Las fotos estaban ordenadas a partir de criterios "t¨¦cnicos".
R. Hay algunas leyendas informativas. En la primera de ellas se habla del trasplante de los jud¨ªos de Hungr¨ªa. El t¨¦rmino "trasplante" supone traslado y reubicaci¨®n, no comporta ninguna idea de muerte. Luego se habla de "selecci¨®n de hombres aptos para el trabajo" o de "hombres no aptos para el trabajo". Y no ser apto significaba la muerte inmediata pero eso no se ve en las fotos. S¨®lo en un par o tres de im¨¢genes se hace evidente la violencia reinante.
P. ?Por qu¨¦ se ha tardado tantos a?os en conocer la totalidad de las fotos del ¨¢lbum?
R. Porque en la inmediata posguerra, Lili Jacob vendi¨® a los supervivientes de la comunidad jud¨ªa de Praga el derecho a sacar copias para poder comprar un billete y emigrar a Estados Unidos. Luego, con la instauraci¨®n del comunismo, las im¨¢genes quedaron en el Museo jud¨ªo de Estado de Praga y un juego de copias fue donado al Museo de Auschwitz. Pero nada se dec¨ªa de su procedencia. En 1964, en un proceso celebrado en Francfort, contra antiguos nazis, las fotos permitieron identificar a algunos guardianes de las SS y Lily Jacob las present¨®. Hab¨ªa pasado a llamarse Lili Zelmanovic.
P. ?Y c¨®mo la localiz¨®?
R. Me puse a buscarla poco tiempo despu¨¦s. En Francfort me explicaron que viv¨ªa en Miami pero, una vez all¨ª, no hab¨ªa ninguna mujer que se llamase as¨ª. Contrat¨¦ a un detective que enseguida descubri¨® que el se?or Zelmanovic hab¨ªa muerto y que ella ahora respond¨ªa a otro apellido. Se hab¨ªa casado con Eric Meier, un alem¨¢n y antiguo resistente y soldado contra el nazismo. Fui a su casa y, al principio, se mostraba reticente a recibirme. Cuando le dije que conoc¨ªa el n¨²mero con que la hab¨ªan tatuado al entrar al campo (un n¨²mero que ella se hab¨ªa hecho borrar) acept¨® hablar conmigo.
P. ?Y c¨®mo le convenci¨® para que se desprendiera de las fotograf¨ªas?
R. Enseguida tanto a ella como a Eric les pareci¨® l¨®gico que aquel ¨¢lbum no siguiese estando en su casa, sino que hab¨ªa que donarlo al pueblo jud¨ªo, en Jerusal¨¦n, al Yad Vashem, el memorial del genocidio. Con mi esposa Beate les organizamos el viaje a Jerusal¨¦n. Luego, en 1980, publicamos una primera edici¨®n del ¨¢lbum, en franc¨¦s y en ingl¨¦s.
P. Sorprende la tardanza en revelar el conjunto de las fotos, su origen y su historia.
R. Cuando termin¨® la II Guerra Mundial no hab¨ªa un gran inter¨¦s en hablar del genocidio jud¨ªo. Era el momento de los ganadores, de los soldados heroicos, de los generales que hab¨ªan ganado la guerra. Se celebraba a quienes hab¨ªan tenido un papel activo en el desarrollo de la guerra. Los jud¨ªos aparec¨ªan en un papel pasivo. Eran los nazis quienes les hab¨ªan elegido para ese papel. Ni siquiera ten¨ªan derecho a abjurar de la religi¨®n, que s¨ª lo tuvieron en otras persecuciones. Y para buena parte de Europa esos jud¨ªos del Este eran algo as¨ª como gitanos, gente aparte, con otra cultura, pobres. En el Viejo Continente de 1930 eran casi los ¨²nicos no cristianos. No se les ten¨ªa en gran estima. El drama del genocidio es un drama de la civilizaci¨®n europea y cristiana. Luego, la guerra fr¨ªa, con la divisi¨®n del mundo en dos bloques, no facilit¨® las cosas.
P. Entonces, las personas que aparecen en la fotograf¨ªa ?son jud¨ªos h¨²ngaros?
R. S¨ª y no. Son jud¨ªos de Rutenia, de una zona vecina a los C¨¢rpatos, que hab¨ªa pertenecido al Imperio Austro-h¨²ngaro hasta 1918; luego, pas¨® a ser territorio eslovaco; a partir de 1939, h¨²ngaro y, una vez acabada la guerra, sovi¨¦tico. Hoy, la regi¨®n forma parte de Ucrania.
P. Usted ha contribuido a que el ex presidente franc¨¦s Jacques Chirac rompiera con la explicaci¨®n hist¨®rica del gaullismo y reconociera la responsabilidad de la Rep¨²blica Francesa en la deportaci¨®n de miles de jud¨ªos.
R. No. La responsabilidad no es de la Rep¨²blica, sino de Francia. La Rep¨²blica hab¨ªa dejado de existir, pero el mariscal P¨¦tain y su primer ministro Pierre Laval, al frente del r¨¦gimen de Vichy, simbolizan Francia. No eran personajes de segunda fila. Laval, como ministro de la III Rep¨²blica, hab¨ªa viajado a Mosc¨², Berl¨ªn y Washington. Pero tambi¨¦n hay que decir que el 75% de los jud¨ªos que viv¨ªan en Francia sobrevivi¨® y eso fue as¨ª gracias a los franceses. El 25% que muri¨® fue a causa de Vichy.
Babelia
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