San Sebasti¨¢n saca a la calle sus colores
Cristina Garmendia llama a "trabajar por la paz" al recibir el Tambor de Oro
En el d¨ªa "m¨¢s emocionante" de su vida, la bi¨®loga y empresaria donostiarra Cristina Garmendia, tras haber recibido el Tambor de Oro de San Sebasti¨¢n, invoc¨® la paz con las siguientes palabras: "Lo m¨¢s importante es que exista unanimidad para todos los donostiarras podamos trabajar por el respeto, la paz y la libertad". Estos valores fueron precisamente los que presidieron las 24 horas m¨¢s festivas e intensas del d¨ªa de san Sebasti¨¢n.
Cristina Garmendia, investigadora, presidenta del grupo Genetrix y de la Fundaci¨®n Inbiomed, se abraz¨® al tambor, tarare¨® las piezas de Sarriegi y lanz¨® un discurso de agradecimientos, salido del coraz¨®n. Dijo que la fiesta de la tamborrada le ha permitido descubrir que "el umbral de la emoci¨®n no tiene l¨ªmites". Record¨® a toda su familia y, en especial, a su padre, ya fallecido, a quien puso como "modelo de honestidad". Agradeci¨® el apoyo de sus hijos, que le ponen "colonia en la almohada para que duerma bien cuando llego tarde a casa", y de su marido, porque "ha aceptado jubilarse en San Sebasti¨¢n aunque ¨¦l sea de Bilbao".
M¨¢s de 4.500 ni?os desfilaron con sus uniformes en una jornada soleada
La ceremonia de la entrega del Tambor de Oro reuni¨® en el Ayuntamiento a poseedores de esta distinci¨®n, como Ainhoa Arteta, Mart¨ªn Berasategui o I?aki Gabilondo, a toda la corporaci¨®n donostiarra y a representantes p¨²blicos, como el diputado general de Guip¨²zcoa, Markel Olano, o la consejera de Cultura, Miren Azkarate.
El alcalde, Od¨®n Elorza, se mostr¨® especialmente orgulloso por entregar a Garmendia el m¨¢ximo galard¨®n de la ciudad, porque su apuesta por la innovaci¨®n viene a ser como el "renacimiento" que busca San Sebasti¨¢n con la vista puesta en 2013, cuando se conmemorar¨¢ el segundo centenario del incendio que destruy¨® la ciudad y de su consiguiente reconstrucci¨®n.
Eso ocurri¨® al mediod¨ªa, mientras por las calles se estaba consumando uno de los momentos m¨¢s entra?ables de la fiesta: el desfile marcial de 4.666 ni?os batiendo sus palillos sobre tambores y barriles que hacen retumbar toda la ciudad. Era un gran ej¨¦rcito multicolor formado por peque?os soldados inflados de ilusi¨®n. La jornada soleada contribuy¨® al ¨¦xito rotundo de la fiesta con m¨¢s arraigo de la capital guipuzcoana.
Todas las tamborradas de adultos hicieron el obligado par¨®n, detuvieron sus marchas y cedieron en ese momento todo el protagonismo a los peque?os. Un regimiento de chavales inflados de ilusi¨®n ocup¨® estrat¨¦gicamente la explanada de Alderdi Eder a la espera de la hora central del d¨ªa.
La Bella Easo, Ros¨¢ngela Andrea Lancho, y el General, Luis Adri¨¢n Morej¨®n, ambos ecuatorianos y estudiantes del Colegio San Jos¨¦, tomaron la palabra desde la balconada consistorial para dirigirse a las 52 compa?¨ªas (45 centros escolares): "Que la m¨²sica de los tambores llegue a todos los rincones del mundo", les anim¨® ella con desparpajo e insuflando acento multicultural a la fiesta. Luego, con puntualidad y bajo la direcci¨®n del Tambor Mayor, el donostiarra Eduardo Arnal, comenz¨® a sonar la Marcha y el desfile de los infantes.
Por la tarde volvieron a llenarse las calles de tamborradas de mayores. As¨ª hasta el momento de la arriada, que correspondi¨® otro a?o m¨¢s a la Uni¨®n Artesana, un honor que viene cumpliendo desde m¨¢s de media d¨¦cada. A diferencia de la izada, la arriada es un acto m¨¢s entra?able y koshkero. Es una plegaria para que el calendario corra muy r¨¢pido hasta el siguiente 20 de enero.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.